martes, 18 de enero de 2011

Cinco Años

Cinco años ya… No me había fijado en hace cuanto que tengo este espacio, este sitio en que se ha impregnado bastante de mi alma; En el cual he dejado tanto, pero en el cual también he estado recibiendo constante retroalimentación de aquello que he hecho, que he intentado dentro de aquello que considero es la evolución de mi personalidad. Alguien me ha dicho que a veces parezco mucho mayor que mi edad, que tal vez poseo una sabiduría de esa que se nota precisamente porque es escaza, aunque a decir verdad me temo que muchas veces dejo la mayoría de este saber plasmado en mis palabras y no me guardo un poco para los usos de la vida diaria, de esa que cada vez se parece más al infierno de los pensamientos ajenos, que a aquel sustrato de los sueños y ambiciones personales con las cuales se tejen los valores, se articulan los pensamientos y se construye cada uno de nosotros.

La vida es tan complicada como uno la quiera ver, ciertamente no quiero una vida tan sencilla, me gusta lo complejo, más no lo complicado y es tanto así que quiero muchas cosas que otras personas no tienen presente, eso tal vez me haga especial o solamente raro, pero poco me importa; porque este mundo tiene muchos cielos y yo no he visto ni una decima parte de ellos, porque a cada sensación le sigue un suspiro que no he dado por ocuparme de algunas otras cosas; De profundidades que convierto en banalidades posteriormente, de cosas ínfimas que se vuelven absolutas, de miles o millones de proyectos que no se realizan o siquiera se acaban de plantear.

He llegado a pensar que soy muy complicado, me gusta el conflicto, me gustan tantas cosas que muchas veces desconozco muchos detalles, dejo a un lado tanto que pudiera llegar a hacer, porque simplemente me da lo mismo, pero no me da igual, y también siento, aunque no me afecte para nada. La respuesta sería entonces la de creerme el cuento de la complejidad, de aquello que no puede ser abarcado fácilmente, que requiere un poco de esfuerzo y de dedicación (tal vez un premio por el sobreesfuerzo), pero precisamente no es tan sencillo, y debo acoplarme, empezando por encajar en mí, en aquella vida que a veces me parece ajena, en la que siento que no encajo, o porque el mundo es estrecho para mis dimensiones, las de mis pensamientos o las de mis sueños, o simplemente porque en este mar de excremento, intentar flotar sobre un pensamiento solido y unas bases morales medianamente estructuradas, es casi siempre una invitación al naufragio; Al menos aún no me ahogo.

lunes, 17 de enero de 2011

Trecho

A veces caminar es un ejercicio mucho más complejo que tan solo dar un paso detrás de otro, mucho más que avanzar y dejar atrás algún trecho recorrido, quizá aún más que solo dejar un sendero marcado, una huella del paso, o un vestigio en el tiempo y en el espacio de un lugar, en el cual se dejó un rastro del caminante.

Avanzar es una constante dentro del desarrollo del ser humano, es así como se logran cada uno de los avances en cuanto a la vida de las personas; aunque si nos detenemos a observar, el problema que origina esa respuesta, evidencia algún estancamiento, un momento en que alguien o algo ya no pudo avanzar más, una piedra en el camino, claro, ¿rodar?... No, lo que nos muestra el problema es un momento en el cual el objetivo se marca, se llena de realce, se hace tan evidente que puede ser abordado, de tal manera que se convierte en un propósito, en un camino en sí mismo; ¿Entonces es un camino aquella parada obligada? El camino es el camino, un trecho como tal, de igual manera lo es cada parada, cada alto que se presente necesario para tomar impulso, como perspectiva o para calcular la distancia recorrida.

Entonces, ¿Por qué huimos de los problemas y los vemos como amenaza a la seguridad misma de nuestra existencia? Tal vez porque en lugar de seguir personalmente nuestros recorridos, pretendemos siempre ser arrastrados de alguna u otra manera, y claro, es que lo más fácil será siempre que otro cargue con el peso de nuestros cuerpos, de nuestras decisiones y de nuestras consciencias, en lugar de abrirnos a la realidad de nuestros propios seres, tomar entonces el sendero bajo el impulso de nuestros propios cuerpos, con el combustible que den nuestra voluntad y siempre teniendo en cuenta que más allá de todo lo transcurrido, está una meta que siempre pudimos haberla soñado, pensado, calculado o imaginado; Todo junto.

La perspectiva es maravillosa, lo que no es importante es el tiempo que nos tome, a la final puede o no ser suficiente una vida, pero ¿Qué tal que lo sea?; Que mejor que el tiempo sea usado a plenitud y tener una existencia con un buen desarrollo, así el propósito de la misma se funda en sí misma, de sí hacia sí; Aunque he de confesar un secreto, lo mejor es detenerse tantas veces como se pueda, caminar por el gusto de hacerlo, tan solo a examinar el camino, para darse cuenta de lo que se ha hecho, también como ya lo expuse, para tomar aire y estirar las piernas. Y qué mejor que poder hacerlo, tomado de la mano de alguien; Siempre es mejor dejar dos pares de huellas en lugar de solo uno.

martes, 11 de enero de 2011

Respuestas

¿Por qué hace uno lo que hace?... Supongo que si tuviera una respuesta para eso, mi vida sería más sencilla, como sería la de cada cual si tan solo se tuviera una idea de su propósito y de la razón de sus actos, y no solo sufrir casi de forma aleatoria las consecuencias de su paso por el mundo. Llevaba varios días sin escribir, sin manifestarme por este medio y eso se debió a varias cosas que la verdad ya no importan.

Los interrogantes se presentan para ser contestados, pero no necesariamente se puede tener una respuesta para todo. En principio mi idea de especular era la de precisamente llevarle la contraria a todo, me ha gustado pensar que si no se tiene una respuesta para cada cosa, al menos puede uno inventársela; La creatividad no tiene por qué ser un proceso carente de sentido y la lógica se presenta en varias especies, de modo que mientras tenga algún soporte, bien sea moral o racional, o emotivo, o de cualquier otra naturaleza, que no sea necesariamente una patraña -aunque esas bien ayudan a veces a encontrar al menos una parte del algo, de aquella respuesta buscada- pues estará uno por buen camino. De una u otra forma debe uno encontrar el camino y todo siempre conlleva una decisión, la mia, es simplemente continuar, cerrar los ojos un momento y dejarme guiar por todos mis sentidos en lugar de observar consecuencias y calcular riesgos como casi siempre he tratado de hacer. Un paso a la vez…