miércoles, 5 de diciembre de 2012

Queja (reiterativa)

Probablemente no escriba porque tres de los últimos fines de semana han estado marcados por la enfermedad, es tal vez porque el trabajo me agobia; porque aunque me satisface, la universidad me ha dejado igualmente agotado... o simplemente estoy cansado de todo... de todos... no lo sé.


lunes, 12 de noviembre de 2012

Navidad, preludio de una reflexión

Sobrevivir estas fechas debería ser fácil. No dejarse consumir por las tendencias populares, alejarse lo más que se pueda del "foforro", de la "farra", de la fiesta, y de otras palabras reales o inventadas que denoten rumba y que empiecen o no por "f". Huir de la confusión propia de quienes celebran hasta el crecimiento del pasto, alejarse de los que brindan por la alineación planetaria, y que beben, beben, y vuelven a beber.

Tal vez con el tiempo me he vuelto más amargado de lo que pueda llegar a tolerarse, aunque lo simpático es que como tal, las cosas que me perturban no me amargan, pese a la contradicción probablemente incursa en lo mencionado. Siempre he tenido una facilidad increíble para perturbarme -eso sí-, para darme cuenta de un montón de cosas, y tal vez tiene que ver con lo problemático de la consciencia. No lo sé. No es del caso frente a estas fechas, solo me inquieta un poco más de lo acostumbrado, por diferentes razones, pero principalmente por la gente.

Desde hace mucho tiempo considero que no es necesaria una época del año para comer de forma decente, mi propio sobrepeso es una muestra de que disfruto bastante de la comida, haciéndola y comiéndola. Por esta razón no creo que sea prudente esperar todo un año con la excusa de comer ciertos manjares. Por otro lado la familia, bueno, en mi caso, hmmm, digamos que no aplica lo de la unión familiar y otros paradigmas del espacio publicitario de Coca-cola. Por último, tampoco soy muy amigo de las fiestas, no porque no me guste divertirme, sino porque no le veo objeto, salvo que de verdad haya algo que celebrar (espero aclararlo más adelante, en otro escrito).

Muchas de las anteriores razones podrían no ser suficientes, o al menos parecer una completa tontería y corresponder a una realidad subjetiva y ridícula  Lo anterior entonces me da motivos suficientes para considerar lo mismo de los fans absolutos de estas fechas. Quienes han asfixiado de tal manera las fiestas decembrinas que ya cubrieron parte de la ciudad con sus poco ecológicos y febriles adornos, tanto así que casi que hacen desaparecer a Noviembre. Claro, el afán mercantilista también se ha apoderado de los almacenes y por supuesto las personas que deben ser "precavidas" ya han empezado a hacer compras para madrugarle a Diciembre. La música típica de estas fechas pulula en las emisoras (afortunadamente yo no escucho radio, ni veo televisión), por lo que cada vez son más los signos inequívocos de la llegada del enorme zombie robusto y regordete, padre de la navidad el cual como es costumbre viene a premiar a los niños buenos y a castigar a los malos, aunque nunca entendí el sentido de justicia de este personaje, todas las personas malas, impías  cretinas, cínicas y criminales, reciben los mejores presentes en estas fechas.

Por mi parte, no celebraré nada, no hay por qué. Quisiera ser el monstruo creado por Dr. Seuss, e intentar robarme la navidad para aumentar de talle mi achicharrado corazón, pero desgraciadamente afuera no está lleno de "quienes", sino de cualquieras, de personas que viven en conflicto con ellos mismos y que probablemente fueron desprovistos de la capacidad verdadera para sentir, con lo que mejor les dejo disfrutar de sus pérfidas fiestas, y que la supuesta felicidad les cause el necesario vació que he observado siempre y por el cual he considerado esta época como la mas miserable del año. Anochecerá y veremos.
Jo jo jo (?)

Imagen tomada de aquí

viernes, 9 de noviembre de 2012

Mala experiencia

A veces me creo el cuento de que estoy por encima de muchas cosas, que estoy preparado para afrontar los males conocidos y que poco queda que pueda sorprenderme. Seguramente los cementerios están llenos de personas que pensaron igual. Aunque morir no me asusta, no porque tenga alguna suerte de apoyo sobrenatural que medie mi vida, o porque crea en un destino para mi alma diferente a la extinción o reciclaje normal de la energía, no, es solamente porque el miedo a la muerte para mi equivale al miedo al existir, y eso es causado por la ignorancia y el desconocimiento, sin contar con la estupidez, y particularmente los interrogantes motivan así como la curiosidad establece objetivos tan pertinentes y constantes que ninguna existencia podría ser vacía.

No estoy seguro de por qué titule a esta entrada "mala experiencia".

No obstante, pienso que la experiencia en sí, en casi toda oportunidad es mala, porque de lo contrario es un recuerdo, que sirve a la melancolía propia del ser humano en su pérfido intento de alcanzar la felicidad -como un fin- lo que lleva a re-cordar a re-vivir, porque muchos se esfuerzan en evitar vivir de forma lineal, y de someter las vueltas de su lineal existencia: volver, o re-volver. Esto lo que quire decir  es que se obligan a ver las cosas, como fureon en un momento de su vida en el cual sintieron la tan anhelada felicidad.

Se vive por contraste, y el que se hace de los eventos y decisiones personales es reiterado, quizá porque toda decisión requiere de una validación, porque poco de lo hecho por el ser humanó es espontáneo, en tanto se requiere principalmente un argumento de autoridad, que es más válido que el mero análisis racional. Especular está mal visto, divagar es peligroso y seguramente todo tiende a la mera elucubración.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Sobre la verdad, un aspecto preludio de una reflexión

"Es una cena..."

Esto lo decían en una película que estaba viendo en su momento, por el mero desparche y la aparente belleza que proyectaban sus protagonistas. Puras ilusiones y espejismos. Intento de nuevo hacer esta entrada en razón a que ayer cuando ya la tenía casi lista fue borrada en un complot entre el dispositivo usado, un internet intermitente y el Blogger (sin contar con que la compatibilidad de la interfaz del Blogger no es completa).

Menciono la película porque en la misma luego de varios giros dramáticos, parecen darnos la idea de que lo que vale realmente es lo que eres y que ante todo debe triunfar la verdad (autenticidad en términos de la personalidad) aún cuando la protagonista es adoctrinada en el transcurso de la película y también muta (cambia), se arrepiente y "crece". Lo cual es natural en virtud a la natural ciclotimia femenina, con los reveses normales del capricho y desórdenes hormonales. Es normal, hace parte de su belleza y el desequilibrio es único en cada una -y uno no puede hacer menos que quererlas-.

Ahora, la verdad es claramente un concepto conveniente, y que debe ser contextualizado. En principio esto que tomamos como la "verdad", es la porción personal de la realidad que precisamente se tiene como lo más cercano a ella, que luego del tránsito normal por el cerebro (insisto, todo en términos humanos es racional) se tiene como cierto, y que se entiende una posición, un punto de partida para establecer una discusión, generalmente tiene argumentos para sostenerse -puesto que es una construcción-, pese a lo simple que pueda ser. A veces también tiene una carga motiva que la convierte un tanto más en un dogma, pero eso ya es un problema de argumentación y lógica, que no viene al caso. No me detendré más en este punto (esta idea), lo desarrollaré en otro escrito.

Existe por otra parte un concepto que tiene que ver con la coherencia (y sí, este deber ser del que se especula en mis escritos, puede llegar a ser mal entendido, pero por favor, no tiene nada de malo el pretender, el darse a la búsqueda de lo ideal. Creo que no es un mal único y si por el contrario algo natural a toda persona), no es otra cosa que la derivación lógica de una acción o en el caso que me ocupa, tan sólo la actitud o el comportamiento que se muestre acorde a como se supone, es (ser en términos del constructo social llamado personalidad).

Es mucha la teoría, narrativa y elucubración alrededor de la verdad como componente necesario de una relación, atada a conceptos como la fidelidad, la atención y el respeto, incluso en esta última se habla de tolerancia en términos precisamente del choque entre el ser y el deber ser, o más exactamente entre el ser y el deber hacer. También es preciso decir que las personas se relacionan, por lo tanto no me refiero exactamente a un tipo determinado de relación, si no al evento abstracto en que un ser humanó interactua con otro, y para los efectos de lo que pretendo dilucidar, cruzando eventos de lenguaje articulado, comunicándose, porque otras formas de interacción tendrían diferentes maneras de ser evaluados, y tampoco pienso integrarlo a estas líneas.

Como expuse, la verdad es una porción personal de la realidad, pero como hecho, plano, indiscutible (al menos de forma aparente), cierto; puede también, torcerse a través del lenguaje, y eso es lo que  importa para el análisis relacional. ¿En qué punto se rompe lo acaecido, frente a lo comunicado? Si bien la percepción distorsiona la realidad o también la hace personal (no voy a hablar de subjetividad, por pura tranquilidad epistemológica), los hechos tienden a ser más o menos concretos, y por necesidad, gusto, deseo (en todo caso por decisión, es decir, usando la voluntad) pueden llegar a ser transformados, lo que no es más que una mentira, de la proporción correspondiente a la alteración de tales hechos. La transformación de la realidad personal transmitida a otros, una mentira.

Las personas son entonces, naturalmente mentirosas, puesto que los hechos o verdades no pueden ser transmitidas directamente, o de forma completa en virtud de convenciones sociales (el mayor motor de la mentira es la cultura, especialmente en su modalidad de convención de comportamiento, o mejor llamada urbanidad y modales); también son motivo para alterar los hechos, ideas, verdades y paradigmas, la protección de los otros en términos de guarecer sus propias identidades inacabadas, por paternalismo principalmente, pero por cualquier otra razón aún más egoísta que la propia condescendencia hacia las personas por las que se profesa afecto.

Por ahora llamo a la reflexión, al cuestionamiento de si es necesario mentir, si la verdad es dura por contraposición a la realidad que la compone, o si sencillamente es un problema de momento, tiempo, instante y compañía. ¿es necesaria tanta mentira?

martes, 6 de noviembre de 2012

Sonría

Traspiés, uno detrás del otro (claro que eso tampoco es que esté desprovisto de sentido).

Tal como lo he manifestado en más de una ocasión, son pocas cosas las que tienen consecuencia, en este, el mundo en donde fui arrojado como un pancake que después de dar tres vueltas en el aire no encontró el camino a su sartén (terrible símil). No espero -de nuevo- que esta entrada tenga alguna coherencia, al menos no como la acostumbra a ver el mundo, como lo pretende imponer. Aún el cariño es algo lejano, difícil; y vivir en términos de algún sentimiento es también una tarea inocua.

Terribles personas las que pretenden hacer bien las cosas, quienes se preocupan por aprovechar mejor los recursos y porque cada cosa se corresponda para que quizá, solo quizá, las personas puedan estar un poco más cerca de algún estado cierto de feliz. Claro, es más importante suplir la necesidad temporal, cuidarse de la apariencia para que se vea como, para que luzca, porque al parecer todo es relativo, tan simple, tan obvio, que entonces nada vale la pena, sin embargo hay que fijarse en las pequeñas cosas y disfrutar cada momento como si fuera el último, esto es, una contradicción tras otra, a la final, apague su cerebro, sonría  no discuta, ¡y acuéstese a dormir!

Y por supuesto, no se le vaya a ocurrir pensar, ¡jamás!

domingo, 4 de noviembre de 2012

Felicidad, preludio de una reflexión

Más  de una vez he escrito sobre este esquivo sentimiento, o estado, o virtud, o principio... Y claro lo he hecho desde diferentes concepciones, puntos de vista y por supuesto, pudiendo o no predicar de mi vida el encontrarme inmerso en dicho sentimiento, con lo cual no se trata de un tema inexplorado, ni de algo totalmente ajeno o esquivo.

De pronto al mirar hacía un lado y sin excusa, premeditación o razón suficiente se sonríe, y es claro que no se requiere una explicación para todo, ni una razón suficiente para todo, sin embargo eso podrá funcionarle al grueso de las personas, sin embargo para mi las cosas son diferentes, y preciso entender, dilucidar, o simplemente tener un indicio, no necesariamente la certeza, luego me referiré a la verdad; Sin embargo, en lo que se refiere al presente escrito, debo dejar claro que la felicidad no es algo puramente espontaneo, lo cual me lleva a recordar mis propias palabras:

<<Las cosas normalmente no salen de la nada, ni los bebes, ni las ideas, ni los colores ni mucho menos cada cosa que queremos; es decir que uno debe buscar, encontrar, hacer y conseguir; con lo cual no puedo estar de acuerdo en que muchos vean su vida como un cumulo absoluto de dicha infinita, me preguntaría entonces, ¿de dónde sale? Y es que tampoco creo que haya nada ilimitado, nada eterno, la misma naturaleza en su ejemplo nos muestra que si bien hay ciclos, tampoco nada se pervierte hasta resultar inmutable, eterno o diáfano>>.


Considero que la felicidad, no puede ser un fin en si mismo considerado, y lo menciono ya que muchas personas pretender como mayor o mejor expectativa para su vida el hecho de "ser feliz", a lo cual siempre me he opuesto en tanto no considero que se pueda ser algo que constituye un estado, sentimiento y sensación y que basado en lo mismo, no tendría una vocación de permanencia tal como para dotar al sujeto con una categoría permanente.

Como preludio, es bueno recordar entonces un par de entradas relativas a este tema que abordaré en el futuro de una manera más completa.


jueves, 1 de noviembre de 2012

Querido diario

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ADVERTENCIA:
De una serie de pensamientos anónimos  reales e irreales. A veces para matar un pensamiento, hay que acabar con el culpable. Estas lineas son el reflejo de ello y por favor, NO SON REALES, son solo un cuento, como la vida.
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1° de noviembre de 2012

Querido diario:

Llevo varios días intentando escribir decir algo. Creo que no sabía por donde empezar, o incluso empecé varias veces, pero todo quedó del tamaño y con la forma de la nada...

La mayoría del tiempo no sé como le hacen, ¿qué tanto se necesita para estar tranquilo?, ¿para seguir adelante? Pese a lo fuerte que zarandea la propia consciencia. A veces parece que una cosa se arregla para que se dañen un par más. Y por si fuera poco, cada tanto creo encontrar alguna persona con quien hacer cruce de miradas, de sentires, pesares y pensares, pero nada, termina siendo siempre la clásica ecuación del dos de tres que parece marcar mi  vida de forma inequívoca.

Lo he pensado bastante y el problema está en la falta de correspondencia, en la falta de ubicaciones comunes, y es que lo común sirve para generar lazos, para hacer conexión y para permitir que todo pueda encontrar un sentido. ¿para qué este sentido? tal vez porque el rumbo es la única cosa cierta dentro del espiralado devenir que solo tiene sentido cuando se considera lineal el tiempo.

En estos momentos siento que la vida se me va de a pocos, no sé que me ha dado exactamente, estoy invadido por el desdén y me siento capaz de hacer muy poco, incluso he visto que las respuestas de otros, la  maldita interacción, se ha hecho intolerable. A este ritmo no creo poder entender con claridad que es lo que quiero. ¿O qué será lo que necesito?. Tendría que reparar en el sentimiento primario que me invade, sin embargo este precisamente es el problema, no hay tal. Solo la rabia propia de no encontrarle sentido alguno a la situación, estoy convertido en una sombra de mi mismo, y no tengo la voluntad suficiente ni siquiera para deprimirme de verdad como la persona seria que soy. 

Y claro, de especial no tengo nada. No necesitaba que me lo recordaran, ser especial en este mundo sería de lo peor, salvo que eso implicara el super poder que he pedido casi desde que tengo memoria, para convertir a quienes me estorban en polvo.

Escribo estas lineas desesperado y con la idea de que todo llegue a feliz termino, o no tanto que sea feliz, pero si en todo caso que termine, porque ya no tiene sentido, porque estoy agotado, porque todo es una mentira y ya es hora de parar con las estupideces, con la ilusión vaga de hacer y ser diferente, con el falso deseo del tener lo que otros, con desear la dicha ajena, como si la felicidad pudiera transmitirse de la misma forma que la miseria, como si la bondad fuera tan promiscua como los demonios, a quienes podemos dar a luz con un pestañeo.

Creo que ya es hora de decirle adiós a todo y a todos, porque la vida en chiste no vale la pena, y tomándola en serio vale poco. Para qué buscar una razón para las cosas si todo converge en un sentido de si mismo, sobre y hacia si mismo. Esta existencia es tan efímera y tan estúpida que cada persona esta aferrada a su ser únicamente por el sentido precisamente de ser, lo cual se constituye en una forma de pasividad absurda, de juego perverso en el cual se busca oponerse a la naturalidad con la única pretensión precisamente de ser lo lógico, de ajustarse a lo que es.

He llegado a esta decisión después de un cuidadoso examen de posibilidades, midiendo todas y cada una de las consecuencias de mis actos, porque claro, yo fui dotado con la consciencia de alguien mucho más útil e importante.

No tengo amigos como tal y se que las pocas personas cercanas a mí podrán estar más tranquilas sin que les pueda volver a amargar su existencia, porque muchos han intentado como tal acercarse, aún me cuestiono sobre sus motivos, pero en estas situaciones las personas siempre tienen algo que ganar en la medida en que de alguna manera algo les sea retribuido  y tengo la plena certeza de que sus culpas se mitigaran cuando con otros determinen que ellos lo intentaron todo para cambiarme, para incluirme en sus círculos, para hacerme uno con sus vidas. Que me quisieron dirán algunos, que me entendieron afirmaran los más osados, algunas pocas aseguraran con lagrimas de momento, superficiales y vacías  que amaron algo de mí, probablemente la forma en que las hacía sentir necesitadas. Hay que ver como el amor es una herramienta de validación personal, ruin, cínica y conveniente.

Mi familia vive en otro mundo, y a veces quisiera que se hubieran ido lejos de mi de toda forma posible, aunque lo cierto es que les veo muy pocas veces, a intervalos cada vez más largos y hasta pude dejar de sacar excusas, si no lo sabe se lo imaginan: No los soporto. No fue algo que decidiera, ya que aparecí en el seno de un grupo de personas tan distintas a mí, que realmente es un milagro que no hubiera tomado esta decisión hace mucho, cuando era más frágil  cuando la frustración y el miedo servían de levadura para hacer crecer el carácter que ahora me asegura el temple de mi decisión  la razón de ser de todo, el modo verdadero de ser y hacer las cosas.

Sé que estoy en lo correcto, puesto que las manos no me han temblado una sola vez desde que empecé a escribir, y la tos del asma parece haberse curado de forma milagrosa. El dios de mis padres, que me abandonó al finalizar la niñez, tampoco se ha hecho presente para dar su consideración, y tal vez se encuentre disfrazado de muerte y como un mercachifle más tan solo esté esperando su parte de mi alma, de una vez por todas.

Lo dije antes y lo repito, estoy cansado, de mi trabajo, de mi jefa, de mi carro, de mi televisor, de mi perro, del reality de turno, quiero terminar y que todo termine, es por eso que hice un viaje peligroso -poco me importó- y por fin logré comprar algo con lo que fantaseé desde niño, tengo un revolver, creo que es de calibre .38, nunca me interesó saber como tal de armas, pero he tenido incontables fantasías usándolas en los demás.

En sí, es un instrumento pesado, el vendedor me instruyó durante poco menos de cinco minutos, me imagino que para que mientras que revisaba el arma no le pegara por accidente un tiro a el o a su regordeta amante. El arma siempre estuvo cargada, tengo tan poco sentido de la auto conservación que la he cargado así desde entonces, envuelta en un trapo impregnado del oleo mineral con el que se tuvo que haber limpiado aquel "fierro".

Creo que cada persona no deja jamás de fantasear del todo con ser un cowboy, o tal vez un ganster, o cualquier tipo de persona sin reparo a disparar, siempre me he preguntado a que huele un disparo, si sacará a volar por el aire a los pobres diablos a los que el plomo logre abrazar, y me gustaría ver como se va la vida de los ojos de una persona. Claro que no soy del tipo de hace daño a otros, al menos no de esta forma, creo que siempre mis malos pensamientos han sido defensivos, gritos de dolor y desesperación únicamente, pero a la final no solo soy un cobarde, también soy una buena persona.

Con esta herramienta en mis manos no puedo dejar de pensar en ella, en sus labios, en su sonrisa, en como debe estar disfrutando con otro, renovando los votos hacia el amor. Porque claro, el amor es eterno mientras convenga, y cada promesa se ajusta al sentido de la necesidad, mientras eres útil, mientras la diviertes, la haces sentir mujer y toda tu vida gira a su alrededor. Porque el amor no puede ser egoísta  ni conveniente, a menos que las cosas vayan hacia su lado, porque la belleza y la sensualidad son suficientes para adueñarse de una persona, pero también garantizan completa libertad... Zorra. La amé tanto que aún hoy siento el peso del sentimiento, solo quisiera llamarla y despedirme, pero seguramente me hará sentir peor, y puedo estar cometiendo alguna locura, como arrepentirme.

Ha llegado el momento, no me despediré porque eso hace en realidad a quien le importa los que deja, pero yo tan solo he dejado polvo, desolación y miseria, la cual no sobrará en un mundo cruel y despiadado, en donde seguramente pasará desapercibido, tal cual como yo.

Adiós. 

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martes, 23 de octubre de 2012

¿Le importa?

Tenía muchas ideas para esta entrada, ninguna cuajó.

¿a quién le importa?

Claro, es una defensa excelente, el pensar que se es libre del ojo ajeno, del juicio que lo acompaña.

En realidad, creo que a los demás les importa mucho, en perspectiva, de forma superficial, o tal vez de la única forma a la que pueden llegar algunos, esto ya que tal vez los niveles de sensación sean una invención de las personas que quieren ser complicadas, o tal vez solo aplique a las personas realmente complejas.

Probablemente sea mucho decir como en otras ocasiones lo que puede o no llegar a ser, un absoluto y descarado rasero que establece falencias en otros. ¿quién me he creído?

El problema radica precisamente en que las opiniones son válidas  tanto como especular, hacer un blog, escribir una que otra diatriba. Todo el mundo lo hace, ¿no? Precisamente. Por eso mismo debería dejar de hacerlo, contentarme con seguir las ideas de otros, ir de un extremo a otro, del día a la noche sin pestañear hasta cuando ya sea necesario y suficiente el cerrar los ojos. Y claro, lo necesario y lo suficiente son conceptos únicamente que solo se tienen más o menos claro según la óptica, relativo en extremo, aunque la explicación más loable es aquella que involucra una dinámica de masas, una idea generalmente aceptada, con independencia de la razón que haya llevado a la asimilación de la misma. ¿Y qué importa acaso de donde sale algo? lo importante es que esté. Porque nada peor que los vacíos en los valores, porque se puede ser falto de todo sentido y sentimiento, pero necesariamente hay que tener algo en que creer.

Todas son puras abstracciones, pero he notado que las personas son en esencia curiosas, o mejor, morbosas. Cualquier cosa que rompa el "orden" preestablecido, será causal de miradas ansiosas, de terribles sensaciones acompañadas de aprobaciones o desaprobaciones, y es que frente a los sucesos ajenos, siempre se tendrá algo que decir. Sí, "hablar" es un verbo que se conjuga con más facilidad y más a a menudo que "pensar".

Por supuesto es muy cómodo desde la posición de quien escribe el arremeter fácilmente contra el universo, puesto que el asedio de las palabras y las ideas es en extremo efectivo, sin embargo es un punto vital, el considerar que tenemos muchas más atención que aquella que creemos, sin contar más de la que merecemos. Los miserables no son tal vez tan dueños de su miseria como de la lastima de otros, suplantamos la voluntad por la necesidad disfrazada de deseo, porque nada es suficiente y todo puede llegar a ser molesto.

Puede que las paredes no tengan oídos  pero definitivamente los seres humanos si los tienen, escuchan, tanto y tan mal, que la mente de una persona trabaja tiempo extra en necedades, perversiones y venganzas. Es claro que esto sigue un sentido cíclico y perverso como todo lo humano, porque la sensación acompañada de sentimiento es única, producto de la razón, pero por contrariedad y absurdo natural del humano, es ajena a la misma, ajena a la lógica natural, inconsecuente, aunque no tan caótica como debería.

Estamos condenados a ser el sonido agudo en medio del silencio, a ser el aleteo en medio del desierto, a ser el primer copo de la nevada, puesto que cada cosa hecha tiene un primer eco imperceptible para cada quien, pero que hace eco en toda la concurrencia. No estas ni estarás solo jamás, solo sentirás soledad derivada de la incomprensión de quienes están alrededor, puesto que nada más hacen presencia y observan de forma primaria, sin definir, sin aportar, sin construir, pero les importa en cuanto a ellos, porque su vacío propio no da para más, porque se desvanecen a cada instante y deben alimentarse de algo, que mejor para empezar que los ánimos de aquel otro. La otredad es espontánea, es relativa, pero está ahí. No importa lo que eres, solo lo que haces, y únicamente en términos de ese otro el cual tendrá continuamente la pretensión de convertirse en tu sombra, para luego hacerse suficientemente atrás, suficientemente abajo, suficientemente alto para asestar un golpe definitivo.

Se está solo, rodeado, observado, siempre vigilado. Acompañado, pero nunca en compañía.

Esto va para quien pudo mirar, quisó escuchar, pero no entendió. Nada es completo, por eso siempre me parece normal un sano "dos de tres".

viernes, 19 de octubre de 2012

tal vez

Ah claro, yo odiaba los viernes, o más exactamente los detestaba.

Pero no era eso, o no del todo. Y sí, aún detesto salir y encontrar la calle llena de niños, de pequeñas personitas aprendiendo a vivir, pero sobre todo, pudriendo sus hígados a punta de alcohol. No debería molestarme, sin embargo yo vivo más asqueado de lo necesario, incluso me sorprende que esta noche a diferencia de todas las anteriores, en muchos espacios virtuales las personas desaparezcan y con todo el frío que está haciendo, muy seguramente los encontraría en algún chochal divirtiéndose.

No sé, tal vez lo correcto sería estarme divirtiendo...

Lo malo es que no puedo funcionar como todos, no tengo una misma sustancia que me una a otros, que me permita hacer un verdadero ejercicio de cohesión.

Como muchas, esta es una entrada sin mayor sentido. No espero que sea más que un momento de lucidez entre tanta locura. Entre tantos momentos difíciles  entre los montones de caos. Soy un ferviente servidor del mismo, y por tanto, me someteré a él. Siempre, siempre.

martes, 16 de octubre de 2012

domingo, 14 de octubre de 2012

... Reflexión Diez: Fidelidad


El 29 de abril del año 2010, publicaba en este blog un articulo sobre el resultado de la evolución reflejada esta en la tendencia hacia el comportamiento fiel, correspondiente a aquellos hombres (y mujeres) con una marcada condición liberal, inteligentes y ateos, aunque el autor del articulo sostenía que las mujeres tienden a ser más fieles, lo que hace suponer que en ellas no implica evolución. El especialista, según la página de BBC mundo es un científico de apellido Kanazawa. Lo anterior puede unirse a los planteamientos con respecto a las relaciones de pareja que publicó el científico colombiano Rodolfo Llinás, quien afirma que el amor eterno “(…) es de inteligentes (…)”.

Ahora, en principio es necesario hacer una aproximación semántica al término, ya que el mismo puede darse a confusiones.

De una parte tenemos una idea referente al comportamiento, es decir una conceptualización de tipo moral, el diccionario nos habla de “firmeza y constancia en los afectos, ideas y obligaciones [sic]”.

Por otro lado, tenemos la acepción relativa a la exactitud, la veracidad, precisión, tanto de hechos como de acciones, lo que a la final se vuelve un criterio de comparación, es por eso que se habla de reproducciones, relatos o ejecuciones fieles. Para dar un ejemplo, se puede hablar de la fidelidad de los equipos de audio.

Sin embargo, para este escrito me referiré al ámbito de las relaciones, el aspecto moral, subjetivo y personal, incluso el apego, y demás comportamientos asociados a esta idea, y que desembocaran en una concepción algo diferente, que espero, permita abordar este tema que me parece fascinante e inquietante a la vez, pues muestra mucho de lo que realmente hace a un ser humano.

La fidelidad en un sentido abstracto y luego de leer un poco sobre la misma en fuentes tan diversas como se pueda pensar, implica la atención a convicciones personales, a obligaciones auto impuestas, de ahí que la haya presentado como un valor de tipo moral, que se conciba como un sinónimo de “lealtad”, sin embargo, haré una salvedad frente a la sinonimia, puesto que encuentro una variable fundamental para su distinción, la cual traeré más adelante a colación. 

Según el santo internet, la palabra "fidelidad" deriva de la palabra fidelitas del latín, y su significado es servir a un dios, lo cual no es tan descabellado si nos remitimos a los fieles, los cuales en casi todos los textos de tipo religioso, son aquellos que sirven “fielmente”, es decir, con la mayor convicción a su dios. No obstante, prefiero la devoción como acepción religiosa, y a los devotos como servidores desprovistos de consciencia, para quienes sirven y siguen una cierta idea religiosa, o en todo caso profesan una fe profunda.

Me gusta pensar –con todo lo anterior- que la fidelidad es una virtud para seguir un precepto moral encadenada necesariamente a los valores de quien se dice “fiel”. Ciertamente en términos de relación, cuando una persona se promete a otra o se compromete, esta poniendo de presente una disposición soberana que lo obliga, con fundamento en su propia escala de valores. Y es que se es fiel por disposición personal, de manera libre, voluntaria, y ante todo consciente.

El problema llega cuando se mezclan otros conceptos como la entrega, el afecto, el amor. Y es que muchas personas suponen que deben recibir algo, pero no están dispuestos a dar a cambio, entonces, un contrato sencillo como puede ser una relación de pareja, se lleva a extremos intolerables en donde no puede entenderse como suficientemente satisfecho a ninguno de los involucrados. Mejor dicho, cada cual siempre quiere ganar, pero no está dispuesto a ceder en ningún término, puesto que esto está visto como perder.

Como lo analicé alguna vez, el amor es un sentimiento fugaz, relativo y conveniente, pero que es tan real como lo pretenda hacer ver -y valer- cada uno de los involucrados de manera individual o conjunta, es decir, necesita de la voluntad univoca o multilateral para existir. Por tanto, podemos hablar de constancia –persistencia, uniformidad, consistencia, firmeza- en la manera de mantener o ejecutar la relación, al nivel que esta se de.

Entonces, es fiel por un lado quien cumple con sus propias obligaciones, es decir, no desatiende su integridad moral con independencia de las contingencias, a pesar de que sus sentimientos cambien, a pesar de los estragos que produzca el tiempo en su ser, pero siempre de manera lúcida y voluntaria, ya que de otra manera estaríamos ante un sometimiento, que iría en contra de la liberalidad de la idea, que previamente había expuesto.

También es fiel quien consciente y voluntariamente sigue lo prometido a otro –u otra-, lo que en cualquier tipo de relación es necesario, puesto que se establecen de manera explicita o tácita unos acuerdos para que se pueda entablar y mantener ese sentido que une las voluntades dispares, para convertirlas en pares. Probablemente todo en materia de seres humanos converja en un consenso (o en un disenso), con lo cual y luego de superada la discusión, se tendrá probablemente una pareja (conjunto).

A pesar de todo lo referido hasta ahora, es importante tener en cuenta que la fidelidad implica el seguimiento de valores, por lo tanto es algo personal, y que incluso puede torcerse, pervertirse, en especial cuando la percepción moral de quien lo intenta aplicar no corresponde con la de quien se convierte en afectado por lo prometido, es decir que si existen diferencias abismales en lo que ambas personas consideran como recto, justo o integro, pueden producirse consecuencias inesperadas.

Debo traer de vuelta entonces el concepto de “lealtad”, el cual a mi juicio ya involucra al otro, puesto que para no traicionarlo, debe necesariamente conocerse su código moral propio, con lo que la promesa de lealtad involucra un conocimiento de aquel a quien se le profesa tal sentir, no basta con pactar como en el caso de la fidelidad poniendo de presente los valores propios, los cuales como mencioné antes, pueden ser insuficientes. Por el contrario, debe saberse a que se somete, puesto que quien va a juzgar en principio será ese otro, quien recibe la promesa, y no necesariamente el prometido.

La lealtad implica el respeto, la idea de no engañar ni traicionar a los demás, mientras que la fidelidad puede permitirlo, puesto que la concepción intima frente a un determinado comportamiento puede ser acorde con la falta en términos de la escala de valores de quien pudiera considerarse como afectado.

Así las cosas, es grave ser infiel, pero es imperdonable ser desleal. Probablemente faltar a la fidelidad no sea tan desastroso, puesto que esta idea es de entrega personal, de compromiso univoco e intimo, y cada persona puede flaquear, verse arrojada a situaciones en las cuales no tenga pleno control sobre sus acciones, en que no pueda ser constante o consistente.

Sí, probablemente sea de inteligentes el mantenimiento de relaciones estables y prosperas, por tanto con promesas mutuas de fidelidad, respeto y lealtad, sin embargo el amor hace idiotas a las personas, niega su inteligencia y pervierte su escala de valores. Probablemente el amor inteligente exista, pero muy seguramente está desprovisto de pasión y si estará plagado de cinismos y reconvenciones, porque solo puede querer inteligentemente quien se ha desbocado en estupidez al entregarse, quien apasionadamente se ha dejado ir, ha volado y posteriormente se ha estrellado de manera estrepitosa contra el suelo –y la realidad-, porque únicamente tiene bien puestos los pies sobre la tierra quien ha intentado volar, y por supuesto quien ha caído.



Imagen tomada de http://radioemmanuelfm.org

miércoles, 10 de octubre de 2012

Propósito

¿Por qué hace uno un blog?

¿para qué escribir?

Sencillamente para sacar, dejar salir. Lo que algunos tal vez sean incapaces de sentir, de dejar ver. Y es que la aptitud está en cada uno, por más que nos haya intentado cambiar el mundo, los otros, o aún con independencia de toda la basura que nos hayamos creído para intentar salir avantes con nuestras existencias. Todo el mundo tiene algo que decir. ¿no?

La única diferencia es que algunos suelen hacerlo de manera fluida, usando de buena o mediana manera las herramientas de la comunicación.

Otros, se quedan con todo guardado, sumido en las tempestades de su mente, escudados en lo básico de sus seres o peor aún en lo superficial de la forma en que ven su vida y la de otros, probablemente les sea mejor callar. Pero no por no querer expresar, por no poder comunicar, por no tener que decir, los puedes considerar buenos oyentes. No. Muchos son únicamente el reflejo de un éxtasis absoluto, de la inercia en que los ha sumido alguna circunstancia que atrofió su sentir, que dispuso un velo sobre su percepción y condicionó su consciencia.

Claro, es muy sencillo creerse todo eso, intentar establecer un punto de vista, manifestar una verdad personal, pero todo ello será visto como una imposición, porque la relativización es una bandera de condicionamiento para que cualquier argumento inconveniente sea desestimado. Por eso no promocionaré esta entrada, porque es un reproche, porque es una forma conveniente (necesaria tal vez) de protestar ante la necedad, la estolidez, y el sin sentir de otros...

Algunos sabran como ser vistos, como hacerse sentir, como hacerse escuchar. Yo... yo solo escribo.

lunes, 8 de octubre de 2012

Zombi: preludio de un apocalipsis

Caminar, se convierte en un evento extraño.

Entre la manada de personas que deambula por las calles con paso preocupado, mirando no más allá del piso, con una apariencia apesadumbrada. Tal vez resienten la idea de tener que hacer cosas como trabajar, estudiar, vivir... ¿Quién no? Tal vez no estén de acuerdo con la idea de haberse levantado de la cama, o quizá su existencia ya sea lo suficientemente miserable como para además tener que salir de su casa. De pronto no están conectados a la realidad, y solo caminan en uso de las funciones automáticas de su cuerpo, posiblemente su tallo raquídeo ahora les permita avanzar mecánicamente, aunque creo que todo se reduce, a que siguen dormidos.

Gruñidos y pasos tambaleantes caracterizan a estos seres. Sus hordas se movilizan especialmente en las horas que sen han denominado "pico", y en que más autómatas deben acudir a los centros de acopio de personal, porque los humanos también forman un recurso que muchos quisieran agregar como activos de sus mecanismos de producción. La libertad de empresa permite comerciar con el esfuerzo, el sudor y la energía de las personas, y si creen en ello, puede sacarsele provecho incluso al alma. Eso es lo que explica la producción masiva de zombis.

Son los mismos que se avocan a las calles para llenar los medios de transporte, con el fin de remitírse a sus hogares, buscando satisfacer necesidades básicas: comida, licor y televisión.

Y es que se requiere apagar el cerebro (o tenerlo atrofiado), para soportar una o hasta tres horas de hacinamiento (a la mera usanza del peor de los embutidos) en un bus, sea cual sea su tamaño. En muchos de estos infiernos enlatados no existe espacio ni para un pensamiento, lo cual no supone un problema cuando quien lo ocupa, solo es, no está. Disperso, ausente y desconectado. ¿Qué pensará cada uno de estos seres? Nada, ese es mi punto.

Costumbre, manía, instinto. La memoria muscular y genética de estos entes ya les permite ir de un sitio a otro y sumirse a la compresión progresiva del sistema masivo -invasivo- de transporte, de manera tan automática como respirar.

Todo este esfuerzo (?) del día tiene un premio necesario y al parecer suficiente: el llegar al hogar a ocupar la poltrona, el sofá respectivo o la silla dispuesta para tal fin en medio del sitio que rinde culto al mas importante miembro de la casa. Y no es el perro, la más antigua del hogar, la empleada o los bebés. ¡No!, es el televisor.

Lo poco cierto del funcionamiento cerebral del zombi queda totalmente anulado con la absorbencia que hace de sus pocas neuronas -sobrevivientes- la invasora y dominante programación de la televisión. Poco a poco la corriente de contenido sagaz, ladino, particular, en donde cada uno de estos entes ve reflejada la vida que no puede tener (que anhela, pero que está lejos), llena de lujos, sin esfuerzos aparentes. Confort y banalidad que se dibuja en figuras voluptuosas, en ligerezas y excesos.

Varias horas después, cuando la programación de su televisor da la orden de irse a dormir, el zombi recurre a su agudeza y amplias capacidades sociales (?) para desbocarse en sendas charlas -con la profundidad de un charco de lagrimas-, en aquello que con orgullo denomina red social. Se desboca a compartir con sus pares aquellas imágenes que han hecho otros con la pretensión de hacerle pensar... sonríe, se conmueve, alega, debate, esputa, por causas ajenas. Suspira de nuevo, por motivos que olvidará al irse a dormir.

Sin embargo, luego de la media noche, su cuerpo le indica que es hora de descansar, con lo cual le corresponde ir a dormir, tal vez soñará con aquella vida que no tiene, anhelando no tener que despertarse al día siguiente para ir a trabajar, para ir a estudiar. Al dormir, su cerebro vuelve a condicionarse a la suspensión que lo llevará avante, al ritmo de sus pies pero siguiendo el compás de otros. Y todo vuelve a empezar, tal vez hasta que sea viernes, pero ese evento no es del caso.

sábado, 6 de octubre de 2012

¡Coño!

¡Rayos!
¡Diantres!
¡Centellas!
¡Pucha!
¡Maldita sea!
¡Arggg!

¡¡¡Jueputa!!!

Y así termina mi ejercicio del día para intentar exorcizar demonios, no se pierdan la siguiente entrada...

viernes, 5 de octubre de 2012

No te dejaré morir blog,


aunque sea lo último que haga,


lo último que haga...

jueves, 4 de octubre de 2012

martes, 2 de octubre de 2012

Reflexión gastada...

Qué volátil es la emoción humana.

Probablemente haya muy poco que sea tan cambiante como lo que llamamos "amor". Es efímero, relativo y definitivamente no hay nada como sentirlo. Ya varias veces intenté de manera precaria acercarme a ese sentimiento (por supuesto de forma totalmente curiosa y científica), pero fracasé. Y es que en cierta medida el éxito del amor está en fracasar, probar, caer, buscar, fallar; los más enrevesados verbos y sus conjugaciones más nefastas se encuentran en las venturas, dichas y desdichas de los enamorados. Probablemente no haya nada mejor que vivir ese espacio de insolente éxtasis en que se cree abrazar al mundo. Lo he sostenido varias veces: el amor es eterno, mientras dura.

Hoy quiero deleitarme en el sabor de la miseria humana, de esa que causa deseo, pero que resiente la costumbre, de la que refuerza la necesidad y luego se colma de aburrimiento, se llena de motivos, se carga con excusas. Tal vez estemos destinados a estar acompañados, por la fuerza de costumbre, por la necesidad de calor. Pero algunos somos tercos, erigidos sobre bases distantes, perdidos entre pensamientos inacabados, entre formas dispersas y tan solo buscamos lo encontrado, o quizá encontramos lo que no estaba perdido, lo que no se dispuso para ser visto.

Este pensamiento va para ti, en donde quiera que estés, no te busco así te sueñe, no te quiero asi te anhele, y por supuesto que jamás aceptare que alguna vez mi mundo si estuvo al tanto del tuyo, un instante pasajero que en mi mente a veces, solo a veces se reviste de eternidad...

¡Qué pendejo! en el camino de recordarte, te volví a olvidar...

jueves, 20 de septiembre de 2012

corto

A veces me despierto y me pregunto: ¿por qué a mí? ¿Acaso es necesario tanto ruido?
La gente se mueve de un lado a otro con pesadumbre, con el peso de su vida a cuestas, o convertido en una bola de cadena que pocas veces deja a estos seres caminar con la mirada arriba.

Su existencia se mide de a un paso cada vez, no más allá de un metro.

Borregos, ovejas, vacas, a veces lo mejor es salirse del camino... no ir hacia ni contra la corriente, simplemente no ir, no volver... ¿en qué momento se me ocurrió cercenar mis alas?

martes, 4 de septiembre de 2012

Perdido

En algunos momentos uno se siente perdido, en mi caso, pasa más a menudo de lo que quisiera. Incluso muchas veces me encuentro divagando aún entre los más básicos de los pensamientos superficiales producto necesario de los sentidos. Hace rato descarté la posibilidad total de estar loco de atar, bueno, tal vez lo esté. Aunque la locura es como todo, tan solo un punto de vista y está claro que lo que importa es ser funcional. Servir.

Aunque ya me tiene mamado ser tan útil y tan poco capaz a la vez, he llegado a extremos molestos en los cuales no cabe el auto control y aún así no me explico como no he cometido alguna locura (de nuevo, malditas etiquetas de comportamiento).

Si me llego a encontrar de nuevo, probablemente sea entre las líneas de este espacio, de este sitio que siempre ha servido como mi refugio, en el que he puesto muchos de mis pensamientos y que empezó precisamente como un medio para encontrarme.

Ya no sé que hago, a que juego, en todo caso sigo perdido, varios metros bajo una espesa maraña de problemas, de falsos premios y supuestas posibilidades...

Habrá que ver...

lunes, 27 de agosto de 2012

Entrada incompleta

Sábado. No he podido escapar del ruido... Vale poco que en estos momentos esté cerca la media noche, aunque agradezco que a ningún padre orgulloso se le haya ocurrido hacer los 15 de su hija en la casa de eventos cercana, porque la maldita miniteca con la misma música que ya me tenía harto en mi propia y lejana adolescencia, era algo que no estaba dispuesto a tolerar esta noche. Aunque...

martes, 7 de agosto de 2012

Querido imbecil


Escribo esto. motivado por la impotencia, por aquella parte de mí que me impide ir y hacer valer todo lo que una persona representa, lograr una consideración que sobrepase al estándar propio de las relaciones humanas, pero que quizá sea natural -al mismo tiempo- tanto a la condición de civilización predicable de la sociedad, como al instinto natural, que tal como lo explicara Freud, hace ya tanto tiempo, dicta, con fuerza, las acciones, aun las más racionales.

Son palabras que distan de lo que corresponde a las situaciones de la cotidianidad, pero que resultan importantes porque no son fácilmente recibidas o lo que es lo mismo, porque no pueden ser abordadas en términos de una discusión (un diálogo) que lleve a construir algo, que derive en un consenso que sirva a un propósito superior. Ah, claro, esto es por cuenta de esta moral que no lo deja a uno en paz y que a partir de principios demanda que uno se porte bien, que construya, dialogue, que evite el ruido.

Entonces, no te lo puedo decir a la cara. Quizá porque no lo has de entender, no porque mis palabras sean más elaboradas de lo necesario, o en razón a que todo lo que hago se encuentre revestido de una complicación innecesaria. No. Éste impasse, esta imposibilidad, obedece a que tu cerebro, tan agudo como siempre lo has considerado, no permite la confrontación si no por vía de los argumentos que en tu cabeza estén adecuados al formato, al marco bajo el cual conduces tu vida. De lo contrario es absurdo, ridículo.

Dejame entonces ponerlo en términos condescendientes, pues quizá solo sea manifiestamente válida mi percepción cuando acepte que todo en mí, es lo que está mal.

Quizá uno de los mejores instrumentos de un intelectual de tu encumbrada alcurnia, sea precisamente la detección de falacias y la prevención de errores de argumentación. Esto sumado a una aptitud prolífica para la presentación de arquetipos, casos ejemplificativos y altamente didácticos.

En efecto, no tiene objeto hacer una exposición de situaciones problemáticas relacionadas con tu forma de proceder, quizá porque la efervescencia del momento no lo permite, o es posible que ninguna oportunidad sea propicia y que en definitiva los que tenemos la fortuna de contar con tu excelsa dirección, estemos condenados, en cierta forma, a seguir sin miramientos las consignas, maneras, procederes y pareceres, que en nuestro caso, sin motivación, condenarían nuestras propias capacidades a la obliteración por cuenta de la censura propia de la irremediable estupidez, nuestra estolidez, nunca la tuya.

No es que seamos incapaces, lo que sucede es que no rendimos lo que se espera de nosotros en atención de la dignidad propia de haber caído bajo tu tutela. Sí, somos indignos, no merecemos tanta oportunidad de congraciarte. Desgraciadamente somos mortales, mediocres, y no podemos entender las continuas capsulas de conocimiento, de moralidad, de inteligencia, de pulcritud que nos ofreces con la mejor de las disposiciones a pesar de ser como bananas que posiblemente regresen convertida en proyectiles de excremento.

Sí, en la limitación propia de nuestras propias consciencias, hemos caído en círculos de ignorancia, de terquedad y de un absoluto desprecio por la natural diligencia del discurso, por la precisión en el lenguaje, por la pulcritud en la expresión, en especial la escrita.

Espero, lograr entender algún día, despertar quizá, esforzarme de la manera esperada ante mis altas capacidades, a pesar de mis inconmensurables limitaciones, pero en especial poder aprovecharte mejor, porque nada, ni nadie tiene una vocación imperecedera, ni siquiera en este caso tan nefasto referido a quien escribe.

(Escrito del 3 de noviembre de 2016)

viernes, 20 de julio de 2012

1

Hay quien tiene un desliz de personalidad, algunos simplemente no pueden quedarse quietos, a mí no se qué me pasa, tal vez siempre he querido únicamente llamar la atención, lo peor es que no lo logro...

jueves, 12 de julio de 2012

Reflexiones de odio


Hace unos días vi una excelente película que me hizo reflexionar. No es que las obras cinematográficas dicten mi forma de vivir o sean el antecedente lógico de profundas epifanías. No, es simplemente que los primeros 3 minutos de la historia parecen un reflejo completo de mi vida, con una inusitada similitud:
"I hate my neighbors. The constant cacophony of stupidity that pours from their apartment is absolutely soul-crushing. It doesn't matter how polite I ask them to practice some common courtesy. They're incapable of comprehending that their actions affect other people. They have a complete lack of consideration for anyone else and an overly developed sense of entitlement. They have no decency, no concern, no shame. They do not care that I suffer from debilitating migraines and insomnia. They do not care that I have to go to work or that I want to kill them. I know it's not normal to want to kill them. But I also know that i am no longer normal. I hate that baby. I hate that baby's fat, stupid, face".
Claro, para algunos es algo como un estilo de vida, pasársela de pelea con el mundo, tener mala actitud, o simplemente reaccionar contra el sistema, pero en casi todos nosotros eso no es más que una contradicción puesto que estamos sumergidos más allá del cuello y en realidad es más difícil de lo que pueda llegar a parecer el oponerse de una manera verdadera, de forma que sea notorio.

Pude darme cuenta que al igual que el Frank de la película, también tengo algunas ideas extrañas para los demás, y me doy cuenta que seguramente tengo muchas cosas que odio, y otras tantas que detesto, con lo cual se me ocurrió necesario hacer una lista, haciendo la separación funcional entre odiar y detestar según la carga motiva que requiero para cada una de las acciones y lo profundo que cala cada situación en mis entrañas.


ODIO:

- Que me llamen "parce", "mono", "marica" o "güeon", en especial dentro de una conversación que pretende ser seria.
- Que no me dejen dormir.
- El ruido excesivo, la bulla innecesaria.
- La alegría expresada en risas estrepitosas, exageradas y ridículas.
- Los Blackberry y a quienes los usan.
- A mi ex-novia.
- El transporte público, en especial en cualquier hora pico.
- Los viernes.
- El reguetón.
- Los realities.
- A la gente que está "en la onda".
- Los chicles encontrados bajo de las mesas, sillas, bancas y similares.
- La mala ortografía.


DETESTO:

- A las personas que usan mochilas indígenas, y entre más sucias y rotas las tengan, más los detesto.
- A los intelectualoides y en general a cualquier clase de potentado ñoño con ínfulas de grandeza, grandilocuencia y actitud prepotente con el uso desmedido de autores y citas.
- Las preguntas estúpidas y reiteradas acerca de eventos cotidianos.
- Los hippies y en general todos los que lo pretenden ser, los seudoespirituales y toda variante cochina y chirri de estos personajes.
- A los insulsos, vacíos, superficiales e idiotas.
- El olor del betún.
- El pensamiento colmenar y la dinámica de masas que obliga a hacer todo en grupo.
- Paulo Coelho, Walter Risso y cualquier tipo de literatura de auto ayuda y motivación.
- El fanatismo de cualquier tipo, incluyendo el religioso y el de los deportes.
- A quién arroja basura en la calle, al igual que a quien desperdicia agua.
- La gente desconsiderada, a los sobre-considerados y a los que falsamente son caritativos o humanitarios.
- El uso indiscriminado de los pitos de carros y motos, como si los mismos tuvieran efectos telekineticos o sirvieran para algo más que desesperar a otros.
- El excesivo y ridículo patriotismo.
- Las generalizaciones.


miércoles, 11 de julio de 2012

"God Bless America"


Algunos apartes de "God Bless America", que me parecieron buenos:

"It's not nice to laugh at someone who's not all there. It's the same type of freak show distraction that comes along every time a mighty empire starts collapsing. "American superstarz" is the new coliseum. And I won't participate in watching a show where the weak are torn apart every week for our entertainment.

I'm done, really. Everything is so cruel now. I just want it all to stop.

(...)I mean, nobody talks about anything anymore. They just regurgitate everything they see on TV or hear on the radio or watch on the web. When was the last time you had a real conversation with someone without somebody texting or looking at a screen or a monitor over your head? You know, a conversation about something that wasn't celebrities, gossip, sports or pop politics? You know, something-- something important or something personal.

(...) Oh, I get it and I am offended. Not because I got a problem with bitter, predictable, whiny, millionaire disk jockeys complaining about celebrities or how tough their life is while I live in an apartment with paper-thin walls next to a couple of neanderthals who instead of a baby decided to give birth to some kind of nocturnal civil defense air raid siren that goes off every fucking night like it's pearl harbor.

I'm not offended that they act like it's my responsibility to protect their rights to pick on the weak like pack animals or that we're supposed to support their freedom of speech when they don't give a fuck about yours or mine.

(...) I would defend their freedom of speech if I thought it was in jeopardy. I would defend their freedom of speech to tell uninspired, bigoted, blow-job, gay-bashing, racist and rape jokes all under the guise of being edgy.

But that's not the edge. That's what sells. They couldn't possibly pander any harder or be more commercially mainstream because this is the "oh, no, you didn't say that" generation where a shocking comment has more weight than the truth.

No one has any shame anymore. And we're supposed to celebrate it.

(...) I mean, why have a civilization anymore if we no longer are interested in being civilized?" (La negrita es mía)

martes, 12 de junio de 2012

Quédate

Quédate,
aquí hay un montón de cosas bellas,
pero solo serán hermosas cuando estés tú...

domingo, 27 de mayo de 2012

Fue

En un mes como este me pasaron tantas cosas malas que olvide que este mes es como es, y nunca fue como sería. Es como es, no podría ser de otra forma porque entonces todo estaría tan mal como siempre, tan bien como nunca. A la final todo lo que fue fue, y que lo que será ya estuvo.

martes, 8 de mayo de 2012

Feliz cumpleaños V

En esta fecha han sido ya cinco años...



"(...) y como pasa el tiempo, que de pronto son años..."

martes, 24 de abril de 2012

Simple


Voy a escribir una entrada sin sentido en que las palabras solo cuenten una historia que tenga sentido por fuera de ella avances que se dan son en cosas en las cuales, ya habiendo avanzado, se puede dar la vuelta y saltar sobre lo ya recorrido. Hacer, que quisiera no tener que hacerlas, pero con la mejor disposición del mundo, voy a hacerlas; Es hora de usar la, hoy ha sido un buen día. En mi caso es como si ningún día lo fuera, y es que a mi eso de soportar pues no se me da y en solo que uno de todas formas no se siente bien. Felicidad, es relativa. Hoy lo fui por un pequeño momento y como todo lo misma, pero que me recuerde lo divertido que es estar aquí. Claro, la vida tiene un sentido enorme, quizá porque no tenemos general si soy un poco amargado. Pero una sonrisa me alegra la vida, o que lo que quieres se de (así sea de a pocos); al todas las respuestas, o puede ser tan solo que todo está tan mal que ya nada importa, que no es necesario todo, o que a mordiscos sea fácilmente devorable. La pasión es curiosa pues lleva a las personas a creer que están por fuera de las hacemos para reconfortarnos sin las herramientas; Somos tramposos, armamos los rompecabezas "como sea", de tal manera que precisamente luego de mucho tiempo para determinar prioridades, las mismas se han trastocado en una forma que no tiene !Wow!, Un nuevo día, es temprano pero no tanto como quisiera, pero es difícil a veces esto de dormir; Hay unas cosas que elementales reglas de la física, leyes si se quiere. Yo no soy muy dado a seguir las reglas y tengo mis reparos con respecto a la gravedad, es una fuerza nefasta, proclive a la desgracia y que definitivamente tiene el tinte destructor del es aquella que puede ser transmitible, que es susceptible de ser algo más que palabras y es que lo dicho tiene poder, tanto mascara de diligencia, de nobleza (existe tal cosa?). La cuestión es que "tener que", distrae en cierta medida, pero a mi me hace olvidar de lo que pienso en realidad, debido a que es un esfuerzo grande, no tanto lo debido, sino lo esperado, e ir en contra de eso, requiere un esfuerzo adicional, por el auto engaño. A veces es fácil engañarse a si mismo, es lo que ¿Pesimismo? no creo. Lo que pasa es que estoy dándome cuenta (desde hace un rato) de como es esto y en serio no es malo. Es quiero comerte a besos, me dijo ella en algún momento. Claramente era mentira, puesto que son muy grande y probablemente ni terminan haciendo, por más de que no quieran, es la verdadera y democrática forma de hacer algo. Como lo escrito, pero si se desglosa y pasa a hacer parte de otros, se habrá alcanzado la verdadera inmortalidad. Morir es solo cuestión de método, como todo. Como olvidar, como pensar, como vivir, solo que es algo que e hace al revés y que todos final la vida se pasa de a salticos, pequeños pasos casi que medidos y no un exagerado grupo de grandes avances. Los si nos faltan piezas, pues no las inventamos! No es complicado del todo, ni tan peligroso, solo es real. Pies, cabeza o cola. Tal vez en algún momento tuvimos una, o alas, o unas orejas realmente útiles. Una idea que trasciende género que posee, es todo una ella.

Simple, esta bien.

domingo, 11 de marzo de 2012

Otra entrada incompleta

De nuevo, ha vuelto a pasar, me he encontrado del otro lado de la idea, como el pensamiento y no como el pensante; desprovisto de esencia, puesto de cabeza y postrado a los pies de una corona; en un bucle incesante que no parece dar cuenta de nada; Aquel magnifico caos se ha llenado de reglas y en el proceso se ha cargado con las excusas que antes fueron motivos... Todo quedó tan mal como nunca terminó, porque está frustración no deja empezar nada, y el fin, bueno, ese es solo un punto.

viernes, 2 de marzo de 2012

Oscuridad: Análisis de un momento

Oscuridad es la falta de claridad, de luz; Para efectos prácticos hablaré de un momento en ella, en la noche, protegido de lo artificial, de los reflectores que le brindan a otros la seguridad de extinguir las sombras. En un sitio alejado, aislado; Libre para pensar.


De noche todo parece distinto.


En la noche, las cosas no son como parecen, o eso es lo que parece, da la impresión de que nuestros ojos no esta hechos para este tipo de mundo.


La oscuridad nos es ajena, le tememos, le huimos, allí nunca estamos seguros, en ese espacio nunca estamos del todo bien, allí reposan nuestros monstruos, fantasmas y demonios.


Pero en esta noche -en este momento-, me siento como si una luz llegara de imprevisto; En la oscuridad también hay una luz grande, una inmensa voluntad que nos mueve a derrotar, precisamente aquello que nos mueve a alejarnos, a refugiarnos; sin embargo, considero que no es justo poner aquello que nos es adverso como lo peor, las cosas no son así, no podemos huir de aquello que nos es natural, no podemos temer a aquello que simplemente no podemos abarcar.


En la oscuridad me doy cuenta que estoy vivo, así me muera del sueño, que las cosas no pueden ser mejor, por el momento, ya que al menos me tengo y me llevo más allá de lo que puede ser a simple vista notado; las cosas son mas claras cuando uno las ve con los lentes adecuados, no tiene nada que ver con la luz disponible.


Nuestros sentidos no son lo que deberían ser. No deberían tener limites, son vehículos de descubrimiento y no pueden estar mediados por cosas tan difusas como la luz, no lo acepto, mis ojos al menos estarán abiertos, como lo han estado siempre, como lo estarán, siempre aún cuando duerma, siempre pendientes, de algo, penetrantes y potentes, y ojala, algún día, libres.


Re-escrito desde:

miércoles, 29 de febrero de 2012

Problemas Explosivos

Nada de lo siguiente es una verdad revelada, ni producto de un amplio estudio o investigación, tan solo es la compilación de ideas, pensamientos, que casualmente van y vienen de sí mismos, puesto que el tema es de conflicto, crisis, roces, un ruido en las ideas, que evita el consenso que debiera existir en algo tan simple como el funcionamiento cotidiano del ser humano.


Al parecer las cosas que sentimos, antes de sentirlas, se filtran de alguna manera por nuestro propia ética o moral, o como quiera que se llamen todas aquellas cosas que dicen, nos ayudan a "vivir en sociedad". Pareciera que a veces no tuvieramos derecho a "ser" o a "sentir", ya que va en contra de lo normalmente establecido, de lo políticamente correcto. Uno de estos casos se da con lo que yo llamo una sana ira, la cual nadie concibe que pueda dejarse tener (sentir, estar), ya que nadie tiene derecho a estallar, a dejarse llevar por lo que siente, porque es totalmente negativo... Sí, es un problema explosivo.


La gente gusta de encontrarse siempre en un continuo mar de un éter condensado de malos sentimientos, a los cuales tienden a generalizar por lo general como estrés, y que (mejor aún), ven como algo normal, relativo, o diciente de su propia naturaleza como modernos, es decir, ven su condición es normal, con base en su estado de superación histórica frente a otros que al parecer se han quedado estancados en la antigüedad (en algún momento tendré que hablar de eso que me molesta, la modernidad/moda).

Es entonces a todas luces una lucha constante, por dejar a un lado el verdadero sentir; se supone que debemos poder expresarnos como se nos venga en gana, ¿pero qué nos encontramos?, que algunas cosas no deben ser, porque entonces se nos cataloga como personas con algún tipo de estigma social, lo cual se considera va a frenar nuestro éxito (esto también peligroso, ya que los modernos miden su vida en términos del éxito que alcanzan, lo cual es bajo cualquier perspectiva peligroso, ya que siempre quedara la pregunta, de ¿quien determina, y por qué, qué es éxito?).

Considero que las personas no miden algunas cosas, y se extralimitan en medir otras, que no podemos dejarnos llevar por nada, en aras de una racionalidad que es de todas formas artificiosa, nada es real para el pobre ser humano, en la medida en que todo debe ser de alguna manera normal.

Es un problema explosivo, que las cosas que nos molestan no puedan ser expresadas, que debamos guardarnos lo que pensamos en aras de no pasar por algo que sea peligroso para nuestra estabilidad social o financiera, incluso no podemos soltarnos, expresar nuestros sentimientos de maneras constructivas, pese a la inminente destrucción que eso implicaría. ¡NO!, debemos ser felices porque si, porque así está determinado, porque eso es lo que está de moda; Y no hay que pensar mas allá, porque el que piensa pierde, porque es una cuestión de un problema explosivo, porque explotar está mal, y cuando algo está mal, todo lo está, y nos dejó el mundo al margen, ¿todo por que?, por no poder superar un problema latente, cuando lo mas fácil hubiera sido explotar, y que el mundo se cubra de trozos de nosotros, y, qué probablemente se dé cuenta que lo mejor le sería explotar también, que se convirtiera en una cadena de explosiones, que diera tranquilidad, y ante todo, Paz.



Re-escrito desde:
Problemas Explosivos
Problemas Explosivos II
Volviendo al Principio

Imagen tomada de: noticierodiario.com.ar

martes, 28 de febrero de 2012

Problemático

Hay cosas qué en definitiva son imposibles de conciliar.


Me doy cuenta a diario que, mejor seria no usar aquello que en principio nos distingue de otros seres que consideramos de más baja calaña, sí, el cerebro.


Nos hemos puesto en la tarea de clasificar al mundo y de hacerlo tan a nuestra imagen que al parecer éste, ya no necesita del proceso nunca mas, el universo parece que ya está comprehendido. ¿Eso que plantea? ¿ya no somos necesarios?


Pues, es mas complicado que eso, en la medida en que la respuesta nos acerca a una posición clara de NO pertenencia (más relacionada con la conjugación del verbo "estar" en todos los tiempos posibles). Sí, asi es, ya no somos necesarios, al contrario, pareciera que ahora nos hubiéramos convertido en un estorbo, en algo sin una aparente función mas allá de lograr la destrucción progresiva y completa de todo lo que pueda llegar a hacer parte de nuestro entorno, con la supuesta finalidad de conseguir algo mejor, o depronto de lograr un mundo más adecuado a nuestras necesidades, pero las necesidades son algo mucho más complejo de lo que parece (volveré sobre ese punto en otro escrito).


Lo fundamental, no son las necesidades de cada cual, aunque esto no debe ser tomado a la ligera, ya que las personas se nutren de cosas que antes no podian siquiera imaginar; Las cosas han cambiado más de lo que se podía esperar, cuando se diseñó y sistematizó al mundo, aunque eso nos lleve a la idea de que pensar ya no es necesario, porque causa problemas (fallas en el algoritmo de desarrollo del día a día), nos lleva lejos de la forma de vida adecuada, nos lleva a condiciones dificiles, es a todas luces problemático. Parece incluso que fuera en algún de alguna forma, inversamente proporcional a la formula de la felicidad que a fuerza el entorno quiere introducir en nuestro sistema como natural (o como genético incluso), de esas ecuaciones morales de las cuales esta plagada nuestra formación.


Es problemático, porque las personas ya no piensan, y en consecuencia no deciden; no son como antes, o mejor, están pero definitivamente no existen del todo, no son reales más que para aquellos que piensan por ellos y que les definen precisamente aquello, que no es problemático.



Re-escrito desde:
Problemático

Imagen tomada de: www.portalciencia.net

lunes, 27 de febrero de 2012

Sin consenso


Alguna vez en que había decidido algo nuevo con respecto a mi vida, algo que representaba un gran cambio, para dejar de pensar solamente y hacer algo al respecto, y no me refiero al algo grande, algo del tamaño adecuado, no un gran cambio, tan solo uno y ya. Porque en algún momento como ahora, me ví acorralado por los pensamientos y vi que estos requerían con urgencia una ventana hacia el exterior. Necesitaba de alguna manera hallar un sentido nuevo, un nuevo rumbo, lo que algunas personas podrían considerar como un cambio, quizá, entonces, esto sea una respuesta desesperada antes que el punto de partida lógico de algo constructivo, pero desde el punto de vista de quien crea serlo capaz, todo puede ser cambiado. Quizá, solo quizá.

Entonces, no se encuentra una buena razón de (explicación), un buen sentido para (móvil); el error (perceptivo) consiste en ese momento, en pretender siempre que todas las cosas tengan sentido, que todo orresponda a una sobrenatural respuesta lógica, y digo sobrenatural, porque en la medida de lo posible nuestras respuestas siempre tienen un sentido tan amplio, que podría hacer parecer a la razón humana como el mas entredicho sistema de pensamiento, uno dispar y diacrónico, que solo pretende tener orden, pero que en realidad si tal fuera el caso, llevaría a su propio fin, al éxtasis final en que ya nada tiene sentido, porque ya nada existe. Es en ese tipo de momentos en que nos cuestionamos, si las cosas tienen eso que pensamos como correcto, si las verdades que damos a las cosas despojándolas de su propia naturaleza, son o no las adecuadas, es conveniente, es correcto... simplemente es.

Vivimos sumidos en el caos de nuestras preguntas, las de los demás y los indicios de respuesta que nos obliga a aplicar la dinámica social que está marcada por dogmas superiores a los de cada individuo, no existe fractalidad porque las partes no importan, son invisibles, amorfas y surreales; Sin embargo, pese a todo, ahí están.

El consenso tan importante para mediar los diálogos constantes entre los puntos dispares del tejido social, están negados antes siquiera de presentarse, o mejor, su protocolo de aplicación lleva a un sometimiento desde alguno de los intereses que se pretenden negociar. Y sí, nos tomo muchos años como humanos aprender a transar, para venir a olvidarlo en menos de un siglo.

domingo, 26 de febrero de 2012

Re-escribir

El día de hoy, por cuenta de la madrugada obligada a que me somete a diario el astro poeta, ese que está encima de la tierra; me puse a meditar sobre la forma en que he hecho algunas cosas últimamente. Sí, hay crisis que conducen a momentos casi que inevitables, que ponen a prueba las bases fundantes de nuestro ser y que mueven nuestro interior, a veces más allá de cualquier escala mortal.

He aprendido muchas cosas sobre mí, y otras tantas que creía saber, tuvieron que ser replanteadas; Con lo anterior en mente, intentaré darle un nuevo giro a este sitio que siempre ha sido uno de mis mejores apoyos. Empezaré por re-escribirlo, volviendo a contar todo aquello que quedo mal narrado, generando de nuevo los modelos de consciencia, critica y raciocinio; Alimentando de nuevo las páginas virtuales de esta bitácora con cuentos, poemas, diatribas y artículos varios. Dejando parte de mí, parte de mi alrededor, una constancia de una vida que como todas: vale la pena vivir.

martes, 10 de enero de 2012

Ella, la luna, el sol y el mar [Poema]


Ella, la luna, el sol y el mar

¿es tan difícil?

Enero

Enero es un mes muy...

¿Tendrá uno algo para decir en este mes?

Que no sea una reflexión gastada, un pensamiento reiterado. No, tal vez todo sea producto de tu imaginación, todo esté allá arriba pero no esté alrededor. Porque carecemos de imaginación, de creatividad y sin embargo está todo allí, aprendido, compuesto por la necedad colectiva.