martes, 19 de junio de 2007

... Reflexión cuatro: Egoísmo

El egoísmo es como lo anote antes y gracias a la colaboración de los sabios que determinan que significan las palabras, una idea que habla de poner los intereses propios, la atención y el querer, orientado únicamente hacia aquello que responde a nuestra esfera personal.

Me detengo en esto, porque como muchas de las cosas que atañen a las personas en este caótico mundo con esquemas disfrazados, este es un sentimiento por un lado, o simplemente una actitud, que siempre es puesta a consideración como algo malo, parece que aquellas cosas que para algunas personas son importantes en el desarrollo de su personalidad, son usadas como una muestra de contrasentido moral, como una forma de control a la vez de aquella conciencia que se ataca y condena desde el génesis. Parece que no podemos siquiera pensar en llevar a cabo cierto tipo de comportamientos, ya que estos son moralmente incorrectos y peor aún, en el peor de los casos, pueden llevar a la condena de nuestras almas. Para mi, es mas simple que eso, si usamos ciertas cosas con un provecho completo y “sano” para nosotros, entonces de alguna manera lograremos avanzar dentro de lo que podría ser la construcción de nuestro carácter, y esto es peligroso para aquellas personas que sí lo hacen, sí lo utilizan y por supuesto están esperando que eternamente tengamos los ojos cubiertos por los propios vendajes construidos con todos aquellos tabus, moralismos y demás que pueden ir en contra de esa sociedad que se tilda de ser moderna, secular, íntegra, moral, etc. Se califica de tantas cosas, que a la final resulta siendo una tan solo y según la conveniencia del momento exacto, pero movido principalmente por la actitud egoísta de aquellos que de alguna manera nunca se han preguntado si existen los demás, y si lo saben, lo entienden bajo el entendido de hacer de estos elementos de sus propios planes.

Entonces lo importante para este caso, es que ciertas cosas son armas importantes de opresión, nos las pintan como elementos determinantes de aquello que forma a los demonios; Malvado, demoníaco, cuando desconocen que las personas muchas veces somos la suma mal hecha del bien y del mal, que poseemos un enorme potencial para el bien y para el mal, no solo somos miembros de una comunidad de alejados de las luchas divinas por el bien y el mal, aquello entre la luz y la oscuridad, los elementos de lucha, de disputa entre el bien y el mal. Eso es absurdo, somos tan responsables de nuestros actos, que tenemos el bien y el mal totalmente presente en nuestros corazones (por mas que eso suene de nuevo a lo mismo); Lo importante es que somos una mezcla de muchas cosas tanto buenas como malas, es decir, somos personas con una tendencia clara hacia la integralidad, a ser completas y a trascender en la medida de la complementación con otros seres en efecto íntegros, de tal manera que todos hacemos cadenas de sensaciones, sentimientos y pensamientos que hilan el normal desarrollo y conducción de nuestro mundo. Entonces que nos impide comportarnos de una u otra manera, es que eso es malo... No se, no creo que debamos actuar o dejar de hacerlo bajo el miedo de hacer algo que es tachado como malo, a mi, me parece mas simple que eso, es tan solo revisar si lo que hacemos causa o no daño, y un daño evidente, real e irreparable. Cada una de las anteriores medida y sopesada de tal manera que no seamos tan convenientes, que aun cuando tengamos una deuda genética, social y cultural para sentirnos conformes y para eso engañarnos, no caer en engaños que terminen, no solo haciéndonos un daño grande, sino también causando un daño grande a los demás. Todo en las personas se comparte, o eso creo. Para mi es claro que en la manera de actuar, estamos reflejando nuestras necesidades, quereres, esperanzas, y todo aquello que nos compete; En la medida en que no podemos vivir solos y de alguna manera al buscar una justificación, un motivo para nuestras vidas, nos equivocamos, viviendo en los demás, de manera que los demás no se convierten en un espejo de lo que hacemos, sino en el reflejo creado e ilusionado de aquello que esperamos con la cruda nostalgia de la falta de compromiso con nuestra propia existencia.

Es ahí donde para mi juega un papel determinante el egoísmo, debemos de cierta manera tener en cuenta quienes somos, que queremos, que necesitamos, que sentimos, de manera que sea para nosotros lo primordial en nuestras vidas. Y es que es mas sencillo de lo que parece, ¿que esta ahí siempre, mas allá de todo?, pues, nosotros mismos, somos nuestros mas grandes compañeros confidentes, y por tanto no es muy bueno ignorarnos ni despreciarnos. Ese ridículo estratagema de humildad, sobre el cual se construyen muchos valores, no es mas que la forma conciente de aquellos que controlan todo, de evitar que cada cual tenga valor en si mismo. Vivir por los demás, no cuenta nada, no dice nada, es solo una manera de desviar la atención de si mismos de las personas y no debe ser tenido en cuenta de esa manera. Hay siempre un orden lógico, correcto y uno propio para hacer las cosas, la idea es conciliar el orden lógico con el propio y olvidar el correcto, o hacer el correcto de la manera mas sencilla, sin olvidar que los demás existen, pero poniendo la propia existencia como lo mas relevante frente a lo que el mundo pueda esperar. Mi mensaje es para que las personas, racionalmente, de manera conciente en toda la extensión de la palabra, no se olviden de si mismos, que vean por sus ojos, por sus almas, consientan sus cuerpos y corazones. El primer amor necesario es el amor por si mismo, hacer que las cosas funcionen para uno, sean para uno, ya que, una vez sea así, nos es mas fácil compartir eso que sentimos y hacerlo extensible a otros. Entonces, se egoísta, piensa primero en ti, segundo en ti y probablemente tercero en los demás, es fácil, si estas bien es mas fácil transmitir bienestar, deja a un lado las actitudes serviles y la nobleza sin sentido y no conducente, a lo único que lleva es a tu destrucción o mejor, a que como siempre las personas se aprovechen, ya que todas las personas que en ese sentido sacan provecho de los demás, son clara y enfermizamente egoístas.

La Imagen fue sacada de Aqui.

Ver También:
Reflexión, uno: Buscando el Reflejo.
Reflexión, dos: Más Real que Vivo.
Reflexión, tres: Luces (Parte 1).
Reflexión, tres: Luces (Parte 2).

10 comentarios:

Ana M. dijo...

Hombre, de acuerdo. Hace falta cierta dosis de egoismo para ser y hacer feliz.

Iván R. Sánchez dijo...

Mmmm, si.

Fausto dijo...

Luchar?
vivir la vida que se pasea frente a nuestros ojos y no la que nos pinta la sociedad?

Convinar el orden lógico con el propio? olvidar el correcto?

bonita utopía, sobretodo en un mundo que tiene una mirada obtusa y se rehusa a reconocer la urgencia de evolucionar moralmente, un mundo en el que lastimosamente nuestros "hijos son sombras de nuestras sombras marchitas..."

...
vacano encontrar un blog sin estolidez!

Iván R. Sánchez dijo...

Gracias, usualmente trato de que se sienta un poco de razçon en lo que hago, solo comparto lo que pienso, para la estolidez, hay otros Blogs.

VICA dijo...

Y no es bueno también, para tu balance, hacer de tu vida "una fragancia"?

Iván R. Sánchez dijo...

¿Me podrías explicar mejor?

VICA dijo...

Respirar largo, aspirar a bocanadas y hacer de tí, después de ti, algo mejor para otros? Digo...

Iván R. Sánchez dijo...

Vica:
Si, sería algo asi, me has comprendido.

Pi dijo...

siguiendo la transgresión, el egoísmo no es malo per se, de hecho una dosis de él es necesaria... al fino y al cabo no puedes hacer algo por lo demás hasta no estar bien tú.

Me declaro egoísta, antimodestia... es malo lo que cada uno considere como tal, no lo que es tachado mayoritariamente como malo...

... no vale vivir por los demás... cuanto cuesta a veces aprenderlo...

Demorado, pero llegué, y de acuerdo contigo.

Anónimo dijo...

"El único egoísmo aceptable es el de procurar que todos estén bien para uno estar mejor"