martes, 13 de diciembre de 2011

Raro

- Que raro el sentido de humor de la vida...

2011.12.13.00:25- Que raro que no me dé sueño, siendo que estoy despierto desde más o menos temprano, y que además estuve bastante ocupado y activo en el día...

2011.12.13.09:25- Que raro que no este en mi oficina, o llegando a la misma.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Aburrimiento (II), preludio de una reflexión

A mi me queda fácil aburrirme, porque simplemente estoy incomodo, es una forma de protestar, de no hacer las cosas como los demás, ya que en realidad quisiera estar haciendo tantas otras cosas diferentes a las que hago, pero como sé que no es del todo posible, normalmente me suelo gastar infulas rebeldes terriblemente infantiles, aunque valga aclarar, estas son la mayoría de las veces, bastante inofensivas.

El aburrimiento sin embargo, parece haberse convertido en un problema mucho más grave de lo que pudiera haber sido en un momento anterior de la humanidad, ¿a que se debe esto?, a que los ritmos para nuestro mundo cambiaron a una velocidad vertiginosa, y ante la ausencia de retos, por la facilidad que presenta la técnica y la tecnología, ante la madurez del discurso, la vastedad de conocimiento y la pluralidad de conceptos e ideas, plasmadas en formas tan diversas, pero claramente audiovisuales, a las personas no les queda mucho para hacer, mucho para ver; sus verbos están gastados, y conjugarlos se hace tedioso, ante la ausencia de algo que despierte la curiosidad, que es el combustible del pensamiento libre, de la construcción de conocimiento, y por que no, necesario para la adquisición de sabiduría.

Las personas que estan realmente inmersas en la contemporaneidad de los fenomenos que describí anteriormente, viven su vida conforme a lineamientos que han evolucionado para replantear varios conceptos que hasta el siglo XX parecian bastante claros, uno de ellos es el de intimidad; tambien está la diversión, el conocimiento, la comunicación, sin dejar de lado la amistad y hasta el amor.

No es gratuito entonces, que nos encontremos con personas cuyo signo distintivo sea la frivolidad, sepultados entre juguetes costosos y complejas marañas de contactos, estados y mensajes que enmarcan sus vidas y los hacen esclavos de comunidades que son a todas luces, más grandes que ellos mismos, pero en las cuales al parecer, se sienten miembros fundantes e imprescindibles; lo gracioso es que la relación es de total codependencia, en donde cada una de estas personas, no hallaría sentido a su vida sin la presencia constante de estas redes que enlazan sus pensamientos, necesidades y virtudes; Se sentirían, terriblemente aburridos.

Esto es solo un texto para reflexionar, parte de uno mayor...

Se parece a este tema:
Aburrimiento.
Aburrido.

Domingo

Domingo. Día de descanso y reflexión, el día más pensado, necesitado y probablemente en el que se llevan a cabo la menor cantidad de tareas posibles. Para mí usualmente es un descanso de lo que se ha hecho en la semana, un día para no ver gente, para la reflexión, introspección y para encontrar -y buscar- más pensamientos que den cuenta de respuestas, o que me planteen preguntas más interesantes. 

Bueno, cada día más, noto con  terrible sorpresa, que lo que se me ocurre es capitalizado por otros, que en definitiva para sobresalir no basta con tener algo interesante para decir, si no que es necesario que alguien que importe, lo haga a uno importar, o en el mejor de los casos, hay que saber venderse; Eso último es difícil, en especial con las serias fallas en la educación, incluso desde la familia, en donde probablemente muchos de nosotros nos hayamos enseñado a mantener el perfil más bajo posible, por eso traté de renunciar a todas esas creencias, aunque algunas de ellas aún pesan.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Carta al niño dios (2007)


Rebuscando entre mis archivos me encontré con esta carta que escribí hace algunos años en un blog que solía compartir con unos amigos, en la epoca en que los mismos estaban en furor, lo pongo aquí, porque me parece que sigue vigente el contenido, y que depronto, puede servir de algo... no sé.
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Como hoy ya es dos de diciembre y ahora SI, depronto se puede hablar del inicio de las fiestas de final de año (ojo, no de las de navidad); pues como al que madruga dios le ayuda, pues me apresure a escribir mi carta al niño Dios, para ver si este año si me trae alguito. Además, que me he portado muy bien. En fin, trascribo a continuación mi carta (la original la estoy mandando en un avión de papel, para ver si llega al cielo, sino para eso esta el internet, que me imagino que el niño Dios corroborara mi identidad con mi dirección IPy me mandara un correo o algo así). Ah, por medio de este medio, los exhorto a que escriban sus respectivas cartas, a ver si haciendo ruido entre todos, si nos cumplen los deseos navideños.

Carta al niño Dios:

Bogotá D.C, 02 de Diciembre de 2007

Señorito (Bebé, neonato, la verdad no se como se dirija uno a alguien que no ha nacido)
NIÑO DIOS (aqui tampoco estoy seguro, porque a que no saben que, yo se que le van a poner Jesús, jaja, comete mis pantalones Nostradamus)
El Cielo (creo)
E. S. D. (si, me imagino que debe tener tremenda oficina)

Querido niño dios, perdoname pero la verdad es que poco creo en ti; mas cuando desde que tenia como seis, me di cuenta que eran los papas los que traían los regalos. En ese entonces me desilusioné e intente que de todas maneras me escucharas y me cumplieras un par de cositas o que me trajeras un par de otras. Pero ya después comprendi que no estabas para cumplir mis deseos piromanos o de demolición.

En fin, creo que ese no es el tipo de deseos que se deben pedir a tan "benignisimo dios de infinita caridad"; el caso es que ya me aburrí de que todos los años debajo de mi almohada lo único que haya sea mugre (bueno, en realidad no hay nada, pero me consolaba de que al menos eso me habían dejado). Así que voy a pedir cosas por todos estos años en los que no me has traído nada, mas un interés de mora, que considero justo, correspondiente al 10% efectivo anual sobre lo que he pedido, que en veinti tantos años, daría como dos regalos más. Entonces, con la indexacion, la corrección monetaria, el IVA, la retención en la fuente, el ICA, el RIT, RUT y demás (que a mi si me toca pagar), entonces te voy a pedir 30 cosas.

Por lo anterior hoy te pido de la manera mas comedida lo siguiente:

1. El cinturón de Batman (si, siempre he querido un cinturón que tenga desde artefactos mortales, hasta espacio para echar la bati-loción).

2. La espada de Blade (el que caza vampiros y es negro, un vampiro negro, bueeeeno, para que vean que no todo es racismo).

3. Un disfraz de Darth Vader. (Si se puede el original con todo, accesorios, y el lado oscuro de la fuerza, mejor)

4. Un transformer como los de la película (ojo, como los de la película, que me pueda montar en el y se vuelva robot de tres metros).

5. El tiquete ganador del baloto.

6. Un millón de amigos para así mas fuerte poder cantar.

7. Un millón de excusas para despachar a los amigos una vez grabemos nuestro disco.

8. Ahh si, un estudio de grabación con todo y productor, uno que tenga a Gustavo Ceratti como productor.

9. Una guitarra eléctrica Les Paul con todo y amplificador, pedal de efectos y todo lo necesario para que se oiga bien.

10. Una freidora de hamburguesas, carne para las mismas y panes (me dio hambre).

11. Un aparatico de esos para hacer Kebaps.

12. Un computador portátil de cuadruple núcleo que funcione a 3,0 Ghz; Bus de 2600 Mhz, disco duro de 1000 TB, quemador de DVD, CD, Blueray, VHS, Cassetes, LPs, etc y lo que caiga, que haga tinto y reproduzca MP3.

13. Un par de casas grandes como en la 45 con 18.

14. Quiero un ejercito de trolls, orcos, trasgos y en general por ahí unas 5000 alimañas para que militaricen a colombia y acaben con el conflicto interno.

15. Una prisión de esas en las que cogieron a Han Solo, ya saben, para meter a cierto señor, ejem, el que sale en la tele y que dice pendejadas; ese, el paisa, el mismo, el señor oscuro que nos piensa llevar a un reino de terror que ya lleva como seis años.

16. Un delorian que viaje en el tiempo.

17. Un reloj que me permita moverme super rápido en el tiempo y que congele a los demás.

18. Una niña bien simpática que me consienta y me quiera.

19. Un buen rato de paz (para pasarlo con la niña).

20. Quiero comida de gato que nunca se acabe.

21. Un barcito de Rock, del tamaño de un éxito, jajaja, ojala en el lugar en donde ya hubiera uno.

22. Un gato que le haga la vuelta a mi gata (todo el mundo tiene derecho, o no?).

23. Buen viento y buena mar para que naveguen mis proyectos.

24. Un edificio de 30 pisos para poner las oficinas de T.I.D.E.

25. Una editorial que publique mis libros.

26. Suficientes lectores para que me den un Best-Seller.

27. Un trago de amistad y un brindis de compañerismo.

28. Una conexión a Internet decente, que mientras escribía esto, la de la ETB se cayó como siete veces.

29. El teléfono ese de la propaganda que se convierte en espada láser (que también es karaoke, reproductor de música y no se que cosas; así no haga llamadas).

30. La paz del mundo (si, que creen, ¿que no pienso en los demás?).

Espero que si no me puedes cumplir todo esto, por lo menos cumplas lo de todas esas personas que te han pedido cosas más sencillas y más necesarias. (claro que lo mio es super importante).

Que viva la navidad y que muera Papá Noel.

La Imagen salió de Aqui.

martes, 6 de diciembre de 2011

Retrato de la opulencia y la vanidad

Fuente: Internet (El Espectador).
Como muchas de las cosas en este país, todo comenzó por una foto, y tan solo fue que la misma empezara a circular de la forma viral que lo hace todo en internet, para que se volviera un tema recurrente de discusión, que deja a mi juicio, varios mensajes importantes, que me ocupan el día de hoy, porque he escrito antes sobre la diferencia, la inclusión, la exclusión y el odio, temas puramente retóricos, puesto que tal cosa es inconcebible, en este, un mundo poblado por el amor, la aceptación y la tolerancia.

Este tema ha causado una gran polémica en las diferentes redes sociales y se ha convertido en una nueva bandera (excusa), para que desde rincones recónditos, algunas personas hagan uso del motor del odio, con el fin de darle sentido a sus vidas, y tal vez, hacer latir de nuevo esos rocosos corazones que tienen, como lo he manifestado en más de una ocasión, este sentimiento es un importante factor de cohesión. Pero me desvié del tema.

En la imagen que generó todo esto, podemos ver un cuadro a la más pura usanza de los retratos de las cortes del siglo XVII, con las realeza en primer plano, posando como primer punto de referencia sobre este basto castillo (la mansión del Beverly Hills de Cali), el cual tiene a lo lejos (en donde debe estar) la ciudad, con todo su mundano devenir, la separación lógica entre lo divino y lo profano, con los elegidos en la mitad que se fungen como representantes de todo aquello que merece ser adorado. Tras de ellas, y con un punto de fuga que denota su lugar como astros reinantes de ese cosmos, están un par de señoras con rigidez casi cadavérica, que esperan atentas (al parecer) a la voz comandante que les dé sentido (como objetos que parecen, un propósito), es decir, el llamado de sus altezas, para entrar a servir, siempre con la mirada baja, y con la humildad propia de su condición como vasallas.

Y es que la semiótica del cuadro presentado, por donde se analice, es grave. Es grave porque nos muestra un retrato de lo que significa el poder en nuestro país; preocupante, porque enseña que el estilo, la fama, el dinero, el estatus, y todo lo que se desprende de la imagen de estas señoras, se tiene que construir a través del uso de una simbología propia de un pensamiento colonial, sectario y ante todo, claramente excluyente.

No se trata solo de desempolvar nuestros discursos multiculturales, ni pluri étnicos, porque sería grave también que las estatuas serviles fueran indígenas, asiáticas, raizales, o incluso tan mestizas como cualquiera de los parroquianos que se ha manifestado de indignación por la imagen; No es un problema solo racial (por inconveniente que sea el término), si no de lo profundo del arraigo de la pobreza, en contraste con la opulencia y la vanidad, que son verdaderos modelos a seguir, elevados a escalas ridículas por el continuo bombardeo de ideales mafiosos y de la cultura de "las tetas y el traqueteo". En una ciudad como Cali, no se puede escapar a una realidad en la cual muy seguramente una mujer de escasos recursos (y oportunidades), se preste a dejarse retratar como pieza de museo, e incluso le haya parecido curioso y divertido, porque está conforme con su situación, y quizá tenga mejor seguridad social que los foristas del internet que se conduelen de su vida, y la sienten propia.

El problema para mí, parte de la base del uso inadecuado de las formas de inclusión, y la dificultad para articular correctamente conceptos tan complejos como la aceptación, el respeto, la tolerancia, y por ende la construcción pacifica de espacios comunes. Considero que lo primero es aceptar, la existencia del otro, y aquello derivado de ese hecho, es decir, que necesariamente nos va a afectar. Claro que primero esta la aceptación, porque ella permite adquirir consciencia de ese otro, que no soy yo, que probablemente no sea como yo lo quiero, y posterior a ello si puedo entrar a tolerar (soportar, sostener), ya que tengo un conocimiento de causa y efecto de aquello a lo que me enfrento.

Es precisamente el desconocimiento del otro, la afirmación y reafirmación de las diferencias, lo que hace difícil todo proceso de construcción, de ambientes de respeto y tolerancia; lo que es lo mismo, culpar a la ignorancia plena, cultural, académica, social, de la incapacidad latente para generar espacios de dialogo, para entrar a aprender sobre tolerancia, a generar respeto y a adquirir competencias básicas para dejar de lado el instinto que a veces parece llevarnos a acabar cada uno con el otro. Generar consensos.

Siempre he considerado que lograr estos consensos es muy difícil, en un contexto en el que lo peor que le puede pasar a cada cual, es tener un pensamiento propio, y eso pasa en cualquier tema que pueda plantearse, lo que sucede es que a la gente poco le importa algo diferente a la sociedad, la política, la religión y la economía, en especial aquellos que les son planteados por los regentes mediáticos que imperen, y se hace esto último evidente, en la similitud de los argumentos encontrados en espacios incluso diversos. ¿Por que hablo del consenso? porque es lo mínimo necesario para poder llegar a algo constructivo que materialice el sentir de cualquier instancia dentro de la sociedad (civil, colectiva, política). 

En nuestro país se presentan de manera muy cruda, fenómenos que no son ajenos al desenvolvimiento del ser humano en general. Somos terriblemente excluyentes, y no toleramos otra cosa que lo que nos conviene, para materializar los ideales del grupo mayormente aceptado y que en términos culturales tiene el dominio de la colectividad. Los discursos de opresión son un fenómeno diario y el grueso de las personas los tienen bien como frase de batalla o como forma de oposición (o incluso de resistencia), sin entender realmente de donde se desprenden, y en muchos de los casos los discursos los construyen aquellos más ajenos a la problemática sobre la que se trata, y que decir de los acuerdos, de los consensos, esos si que son escasos.

Mientras los poderosos muestren de esta forma sus bienes (incluyendo a la servidumbre) y sea válido acumular como reflejo del "verdadero" bienestar humano, vamos a estar condenados a la suerte que dicte la realeza sobre nosotros, esa que tiene castillos o mansiones por encima del nivel físico, moral y económico de sus súbditos, y que ha surgido, y se mantiene gracias a modos de producción, y fundamentos morales que datan de la época de la colonia, la cual, nos resistimos a abandonar. Y mientras tanto los vasallos se siguen separando por su color de piel, el equipo de fútbol al cual seguir, o el ganador del reality de turno.

@theraq

jueves, 1 de diciembre de 2011

Podría ser

Me sorprende lo mucho que la negación se convierte en un factor de cohesión, es decir, cuando se puede contrariar una idea o incluso un sentimiento, casi siempre tiene que ver con la presencia fuerte de lo que se está tratando de evitar, una contrariedad más del ser humano.

Y así como se niega se reniega, y se puede llegar a tener una conciencia, un proceso cognitivo reactivo, un sin fin de ideas en contra de todo y de todos, por fuera de lo convencional, por encima de la lógica. Las ideas de la sociedad son simples: Autoridad, reglas, respeto, unión, y a veces muerte.

Para vivir dentro del enredado y simple colectivo a la vez, se debe pertenecer, se debe tener, y por último y tal vez menos importante, se debe ser.

Somos colombianos gracias al sentido práctico del azar cosmico que nos ubicó geograficamente en uno de los mejores sitios del mundo (desde algún punto de vista), en donde crecimos bajo unos iconos especiales, con ideas mas o menos definidas sobre lo moral, la cultura, la política y la religión; Sin embargo cada uno busca su manera de sentirse bien consigo mismo, de poder levantar la mirada, ver al mundo y verse a sí mismo, y no sentir asco, más allá del reflejo perpetuo y opaco, que el paso del tiempo se encarga de poblar de cada vez mas experiencias, arrugas y canas.

Aclararé esta idea después...