lunes, 22 de julio de 2013

El que no muestra no vende (Morbo I)

Probablemente esta entrada le pertenezca a otro espacio, sea ajena a este blog o un poco extraña para la línea de lo que suelo escribir (ajá); La empecé a mediados del mes de mayo, tal vez cada uno de los días de ese mes dejaron la idea de una entrada que algún día se acabaría, como esta, y es que todas terminan siendo algo, cambiándoles todo el sentido o modificándolas solo un poco.

Todo empezó mirando un par de fotos, aquel peligroso Twitter, lleno como de costumbre, de información excelente y de primera mano, al igual que de opiniones interesantes, constructivas, sin las cuales mi vida no tendría sentido (?). A veces suelo encontrarme con cosas sorprendentes, y claro es cierto que algunas cuentas (como en toda red social) están creadas con el fin de atraer personas, bien a través de su lenguaje, como también usando imágenes sugestivas, de variados cortes y tonos; pero lo que realmente llamó mi atención fue la imagen de una chica de esas que evidentemente hace parte de lo que considero bueno, bonito, estéticamente correcto, y aunque soy un intelectual (siempre lo he sido), tuve que seguir observando, una tras otra, imagen tras imagen, pixel tras pixel.

Esta era una mujer normal, una chica que no debe tener más de 20 años, pero que contaba con varias fotos mostrando al menos el 90% del total de su piel (tengo un amigo al que le gustan las cuentas y los porcentajes, algún día les contaré de él). En todo caso, después de un largo rato de ocio dedicado a perderme entre curvas femeninas, entre porciones de piel de aspecto lechoso y cristalino a la vez, de calcular miradas y buscar emociones en pequeñas imperfecciones y en algunas pecas, me asaltó un pensamiento que hasta el momento me sigue rondando la cabeza.

Tengo la plena certeza de lo que me movió a observar detenidamente las imágenes de aquella mujer atractiva: morbo.

Claro, entiendo lo que me mueve, y que no necesita freno, al fin de cuentas las herramientas están ahí, es información como todo a lo que puedo tener acceso; como un articulo cualquiera, como la entrada de algún otro blog, como algún video o contenido multimedia que ronda, rueda y es infinitamente reproducido en internet. 

Pero me puse a pensar en lo que motiva a esta persona a poner tanto de sí a la vista de cualquier hijo de vecino (gato) que tenga acceso a la red mundial, ¿exhibiocinismo? ¿orgullo? ¿narcisismo?

Debo decir que esta situación se repite, una y otra vez en el contexto de varias redes sociales, los sitios de perfil abierto como el Facebook, los blogs y microblogs contienen cuentas con usuarios y usuarias (solo me detendré en estas últimas por simple gusto) que en medio de su forma de expresarse, de liberar lo que hay dentro de sí, tienden a exponer no solamente lo que piensan si no también sus cuerpos, interior y exterior.

Estas chicas (de todas las edades y condiciones), se muestran en diferentes poses, exhiben su cuerpo casi sin tapujos, claro, la mayoría muestra pero también sugiere antes que cualquier otra cosa, es decir, sus imágenes reflejan belleza, sensualidad, incluso ternura. Lo anterior aunado a la facilidad que nos dan los dispositivos móviles para la captura de imágenes, y aún más, para compartir las mismas.

Habrá quien explique esto, diciendo que las mujeres se sienten bellas, seguras de si mismas, y por tanto en uso de su libertad, de forma consciente, se dejan ver. De la misma forma que se explica como una mujer en la calle se viste de forma provocativa, con ropa ajustada, sugestiva o que remarque sus atributos; No lo hace para los demás, ni para atraer miradas (curioso), únicamente lo hace porque se siente segura de sí misma, bella. Debo ir en contra de esa postura, pues la seguridad precisamente implica no tener que afirmar o reafirmar nada, es decir, que una mujer que de verdad se sienta bella, podría ir totalmente cubierta y el efecto debería ser el mismo. Lo anterior sin contar con que existen estudios (no voy a citar la fuente, me da pereza buscarla) que afirman que una de las cosas que más enciende a una mujer (la excita) es precisamente sentirse deseada, lo que si tendría sentido frente a la provocación y al juego normal que como animales que somos tendríamos de forma previa a cualquier forma de intento de reproducción, lo que no es más que otra forma de ritual de apareamiento.

Pero claro, si suficientes personas leyeran este texto, más de una persona arremetería contra mí por la reducción primal de las líneas anteriores. Seguramente sería tildado de misógino, cuando no de machista. Sin embargo, no es mi intención recorrer ninguno de esos caminos, solamente considero que las personas (hombres y mujeres) siempre tendrán alguna excusa para negar racionalmente su instinto, cuando aceptarlo y aprovecharlo es lo más racional que existe, o al menos lo más lógico. Pero el sentido común y la lógica no vienen al caso.

Ahora, exhibir(se) es una forma de libertad, un derecho de (para lo que me ocupa en este escrito) la mujer, por tanto estaría mal criticarlo, o tener una postura crítica frente a ello. Pero, siguiendo esta misma línea de pensamiento, disfrutar la vista es sinónimo de perversión, lo cual es un síntoma terrible de la doble moral que fecunda la forma de relacionarse de los homo sapiens.

A manera de ejemplo, en la calle, si una hermosa mujer (o no tan hermosa, para efectos prácticos, con un material genético aceptable) se encuentra vestida con ropas cortas que le permitan lucir sus piernas, el posible escenario sería el siguiente.

Ella:
- Viste así en razón al calor (así los ventarrones congelen su interior y luego le enfermen).
- Para lucir unos zapatos que casi nunca puede usar.
- Simplemente porque para algo se depiló las piernas.
- Ese día correspondía usar falda o pantaloncitos cortos.

El:
- Como está de buena.
- Riquísima.
- Uffff.

El se quedaría mirando, pensando todo tipo de escenarios y probablemente dejando volar su imaginación, cualquier muestra de los efectos de la provocación lógicamente tendría rechazo, repudio (y con esto no pretendo validar comportamiento desviados, tampoco) por parte de ella.

Entonces, ¿hace mal quien disfruta de la vista? ¿esta mal perderse en pensamientos eróticos derivados de las imágenes provocadoras? ¿cuál es el propósito de que todos vean? ¿Qué pretende quien sube fotos provocativas a internet?

El que no muestra, definitivamente no vende; Pero quien muestra no puede luego pretender que siquiera alguien se acerque a preguntar por el producto, o con intención de conocer su precio, o aún con la firme voluntad de compra.

(La imagen de esta entrada ha sido tomada del perfil de @Tupeorkarma 'Sexy tuitera' imagen que no fue la que inspiró lo escrito)

miércoles, 17 de julio de 2013

Consecuencias II

A veces, solo a veces, una persona se detiene a observar el curso de su vida, a debatir íntimamente, personalmente, internamente, sobre la razón de su existencia, sobre las consecuencias de sus acciones y sobre las desgracias sufridas a causa de todas y cada una de sus decisiones, porque no todo puede estar sometido al azar cósmico, algunas cosas, si no la mayoría de ellas corresponden a una manifestación de nuestra voluntad, a una decisión (una acción).

No basta con el peso que tienen nuestras acciones, la conciencia es una dama amarga, que colma nuestros instantes con culpa, cuando debería estarse pensando en términos de dicha, o como hacen la mayoría, dejarse llenar de melancolías, de recuerdos y de pensamientos adornados, exagerados o que se pueden tomar como sobre compensados, mentiras de esas que se usan con uno mismo.

Quejarse no es suficiente, incluso porque es una actitud que se ha desprestigiado, por ser un arma de los pendejos, esos que se congracian adueñándose todo el día de una sensibilidad que no les corresponde, que es aprehendida antes que natural (tomada por imitación), la cual realmente no sirve para nada.

También debo decir que actuar muchas veces no es posible, o es tan inconveniente que termina uno por aguantarse las cosas, y es que, todo está rodeado de un problema, de un complique tan grande, de tanto y tamaño inconveniente que muchas, si no casi todas las veces, lo mejor que se puede hacer es precisamente dejar ser, hacerse el de la vista "gorda", un poco de lo siempre he denominado negación consciente, la cual no puede ser efectiva al 100% ni mucho menos infalible.

Hoy puedo decir que me arrepiento de muchas cosas, y que como casi todo el mundo he cometido tantos y tan variados errores, que hasta es el colmo que me esté amargando por ellos; Ni modo, con eso si he aprendido a vivir, con esta forma de ser, contando los días para poder darle curso a una decisión por una mejor vida, por algo de tranquilidad, por un respiro que no termine en un resoplido para sosegarme un poco, para mitigar la ira.

(Le puse consecuencias II a esta entrada porque ya hubo unas consecuencias)...

lunes, 15 de julio de 2013

Insomnio I

Insomnio:
Dificultad para conciliar el sueño cuando se debería dormir...

Y claro, bastó solo definirlo para entenderlo, y hecho esto ya puede solucionarse, porque la forma principal de cambiar algo, es únicamente aceptarlo, por aquello de la magia de las palabras, o el positivismo aquel que de forma pusilánime pretende que las cosas carezcan de significado y que se les reste importancia; obviamente, por la magia de la reducción, de la negación, de la simplificación, todas los problemas se hacen circunstancias anómalas, las crisis se convierten en inflexiones, en curvaciones a las que no se debe prestar el mayor cuidado. Es decir, las personas no deben buscar la fuerza para sortear los obstáculos, si no que deben minimizar estos últimos hasta el punto de que estos supuestamente sean mas franqueables, tanto como si en lugar de saltar un arroyo, se caminara por la ladera hasta su nacimiento para cruzarlo con un simple paso.

Es trampa, una más de las mentiras que se hacen necesarias en el día a día, un cliché de mejor y mayor tamaño que el sueño nocturno...

Lo que me recuerda...

Sí, dormir.

domingo, 14 de julio de 2013

No me diga "parce"

Esta palabra, según el sabio internet tiene sus orígenes en el idioma portugués, y llegó a nuestro país (Colombia) al parecer desde el Brasil, importado a fuerza hacía Medellín, de donde todo indica que se ha extendido a casi todo el territorio nacional. Algunas fuentes ponen el vocablo dentro del latín medieval con la palabra partiarius que no significa otra cosa que 'participe', de ahí que termine siendo un calificativo para compañero, con las derivaciones desde 'aparcero', pasando por 'parcero' hasta el conocido y objeto de esta entrada: parce.

Este término probablemente no fuera otra cosa que una muestra de chabacaneria, de "farolería", de fanfarronería, de esa clásica, petulante y sobrada actitud que caracteriza al grueso de habitantes de este país, un equivalente funcional del 'llave', o 'pana' de otros grupos étnicos geográficamente diferenciados en este triste territorio que le pertenece más al sagrado corazón y la las multinacionales que a sus habitantes, en donde claramente el respeto nunca será un principio o razón fundante, y una muestra de ello es que una palabra que implica cercanía, intimidad y que se encuentra totalmente dentro de un ámbito cerrado, sin más, es usada para referirse a cualquiera: Extraño, vecino, amigo, conocido o desconocido.

Y claro, no tengo nada en contra de que los amigos, o aquellos quienes se conocen de esa manera especial que permite una amistad, larga, profunda o incluso aquella derivada de las actividades comunes, del alcoholismo social; Que aquellas personas se llamen entre ellas como deseen, con algún término soez o despectivo, o con calificativos, motes o palabras de corte pesado, pero que realmente en el contexto guardan fuerza, sentir, emoción.

Pero que cualquier hijo de vecino, un indistinto 'gato' recién escapado de cualquier cloaca pretenda llamarlo a uno de una manera tan poco formal, a mi me parece una completa falta de respeto, tanto como cuando en la calle un 'chirri' (gamin) lo llama a uno por cualquier calificativo como 'mono', 'bacan', 'hermano', para que le resulte más eficiente su chantaje emocional, o psico social.

Vuelvo a decirlo, me parece insultante que se haya importado un término que en nada toca a la cultura o folklore de este territorio o esta nación, peor aún que en un atentado hegemónico los antioqueños lo hayan hecho popular, tal vez por culpa de la cultura imperante narco traqueta, o por la influencia de algunas personalidades que empezaron a hacer famoso este apelativo, que valga decir en mi época de adolescencia, por allá en los años 90 era vista como algo inculto, propia de los que algunos han llamado 'ñeros', de rabal, sin cultura, en especial en Medellín y en otras ciudades de la zona, por lo que realmente era raro escucharlo.

Es raro como hoy en día el término se encuentra difundido en todos los estratos, condiciones sociales y niveles de cultura (esto último es tan discutible como relativo). Sin embargo, no comparto el uso de este término, me parece ofensivo y burdo, y soy de esas personas a quienes les gusta ser llamado por su nombre, o que en caso de no conocerse (por el otro) prefiere un clásico 'señor', y que resiente cualquier intento de confianza forzada, puesto que no considero amigo a nadie por el hecho de cruzar unas palabras con este, y detesto las invasiones a mi esfera personal, las intromisiones, esto lo considero, una afrenta personal.

Por eso lo invito respetado lector o lectora, a que NO ME DIGA PARCE, evítese problemas, o una respuesta tosca, hosca o grosera de mi parte. Si no puede referirse a mi por mi nombre, o por un 'señor', ni se moleste en hablarme. Gracias.

domingo, 7 de julio de 2013

Una nueva entrada

Una nueva entrada; esta es una de tantas, sin embargo Usted querido (a) lector (ra) no reparará en ello, no tiene por qué hacerlo, ya que muchas de las cosas que inicio a escribir nunca ven la luz, como un millar de historias que se quedaron únicamente en el planteamiento, ¿por qué?, escoja Usted la excusa, yo ya he planteado tantas, tan diversas... Me canso de jugar a ser, de pensar en términos conocidos cuando lo que me mueve y me saca de la cotidiana desidia es lo irreal, lo imaginable y deseable; Un paisaje, un mundo alterado, una constante incierta, como la que puede usarse para resolver las ecuaciones como se le dé la gana a uno, porque la equidad como tal no conceptúa nada, es la dinámica de lo absurdo en donde todo es igual al vacío y en la mitad, bueno, en la mitad esta cada cual; Un tal cual, en mi caso un sin qué, con un cómo, con más por qués de los necesarios, y aburrido, muerto a tedio y voluntad de los dóndes.

Seguramente Usted, hará lo mismo que hace siempre, se sentirá parcialmente interesado y librará algún gesto de seudo empatía que lo acercará más a su pérfida idea de humanidad, mientras que en lo que a mi corresponde esta (en el mismo sentido) se alejará otro par de kilómetros.