Quisiera... hmmm... no, tal vez, solo tal vez;
Las cosas podrían ser para variar, de una manera distinta a como siempre han sido; Eso estaría bien, lo mejor sería que todo pasara de alguna forma parecida a como se espera, que el desconsuelo no persiga más la vida de estos pobres fantasmas, no los aceche. Se convierte entonces en deseo, un motivo, más que el sueño, el deseo puro elevado a un contexto inmaterial; ¿O es que puede resultar difícil para algunos creer que otros podemos soñar también pese a la apatía o al desinterés?; Las formas espectrales suelen ser confusas, y si las mascaras distraen y distinguen entre vivos, pues las mascaras hacen completa diferencia entre los muertos, porque es probable que ellas sean lo único de nosotros que se halle con vida.
Todavía reina entonces algo de esa sutil esperanza, no de revivir, sino más bien de trascender, por encima ya, no solo de la muerte, sino de la misma vida; llegar mas allá de lo pensado, tanto incluso como lo imaginado; ya qué, solo los vivos se trazan metas claras, son más fáciles de lograr; Aquellos otros que se encuentran sumergidos, bajo el manto oscuro de la muerte, no pueden más que estilizar y engrandecer sus propios sueños de manera que aunque confusos se hagan tan grandes como aquella pretensión de estar por encima del estado auto impuesto de condena permanente, el cual sin embargo, no logra hacer desaparecer a estos fantasmas. Incluso, se logra que se acabe con el sufrimiento, pero solo ellos son tan grandes y románticos como para darle un fin ideal a todo, de alguna manera su alma grande y robusta no se opaca ni en los momentos en que es hora de dejar de lado todo lo conocido, trascender y apartar todo lo que los ata a lo real, imaginado y pensado como querido por todos los que están vivos; siempre será fantástico, maravilloso, y trágicamente espectacular, debido a que los que se consideran vivos, no lo están por ellos mismos, y dejan de ser y de existir sin mayor problema para todo lo que atañe al propio universo, son frágiles.
Solo me queda, dedicar el silencio posterior a estas palabras a todos los fantasmas que desaparecen, pero que dejan siempre algo con que llevarlos en nuestras mentes y corazones, porque los fantasmas no vivimos, pero existimos y tenemos corazón, conciencia y espíritu, tanto o mas que los propios vivos.
Ver También:
Reflexión, Uno: Buscando el Reflejo.
Las cosas podrían ser para variar, de una manera distinta a como siempre han sido; Eso estaría bien, lo mejor sería que todo pasara de alguna forma parecida a como se espera, que el desconsuelo no persiga más la vida de estos pobres fantasmas, no los aceche. Se convierte entonces en deseo, un motivo, más que el sueño, el deseo puro elevado a un contexto inmaterial; ¿O es que puede resultar difícil para algunos creer que otros podemos soñar también pese a la apatía o al desinterés?; Las formas espectrales suelen ser confusas, y si las mascaras distraen y distinguen entre vivos, pues las mascaras hacen completa diferencia entre los muertos, porque es probable que ellas sean lo único de nosotros que se halle con vida.
Todavía reina entonces algo de esa sutil esperanza, no de revivir, sino más bien de trascender, por encima ya, no solo de la muerte, sino de la misma vida; llegar mas allá de lo pensado, tanto incluso como lo imaginado; ya qué, solo los vivos se trazan metas claras, son más fáciles de lograr; Aquellos otros que se encuentran sumergidos, bajo el manto oscuro de la muerte, no pueden más que estilizar y engrandecer sus propios sueños de manera que aunque confusos se hagan tan grandes como aquella pretensión de estar por encima del estado auto impuesto de condena permanente, el cual sin embargo, no logra hacer desaparecer a estos fantasmas. Incluso, se logra que se acabe con el sufrimiento, pero solo ellos son tan grandes y románticos como para darle un fin ideal a todo, de alguna manera su alma grande y robusta no se opaca ni en los momentos en que es hora de dejar de lado todo lo conocido, trascender y apartar todo lo que los ata a lo real, imaginado y pensado como querido por todos los que están vivos; siempre será fantástico, maravilloso, y trágicamente espectacular, debido a que los que se consideran vivos, no lo están por ellos mismos, y dejan de ser y de existir sin mayor problema para todo lo que atañe al propio universo, son frágiles.
Solo me queda, dedicar el silencio posterior a estas palabras a todos los fantasmas que desaparecen, pero que dejan siempre algo con que llevarlos en nuestras mentes y corazones, porque los fantasmas no vivimos, pero existimos y tenemos corazón, conciencia y espíritu, tanto o mas que los propios vivos.
Ver También:
Reflexión, Uno: Buscando el Reflejo.
1 comentario:
" lo mejor sería que todo pasara de alguna forma parecida a como se espera" que mas desearia yo... por eso, quienes todavia nos desilusionamos cuando nos damos cuenta que no es asi... lloramos y pataleamos; igual, espero no aprender.
Los suenos no pueden ser una condena...
... no te difumines..
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