viernes, 1 de junio de 2007

...Reflexión tres: Luces (Parte 2)

Hay luces en el alma, hay luz; Es una manera clara de percibir como se hace un intercambio necesario de información, mas allá de lo perceptible realmente, de aquello que se siente mas allá del tacto, aun cuando este nos llene y nos envuelva en el sentido, es difícil dejar de sentir, ya que somos enervados, estamos hechos para percibir, por mucho que nos cueste creerlo o aceptarlo, es solo que nos resistimos a aquello que nos turbe, que nos saque del supuesto estado de éxtasis o tranquilidad en que artificialmente nos adentramos; No hay tal cosa, si estuviéramos tranquilos, estaríamos muertos, somos naturalmente objeto de nuestras pasiones y amores, aun lo mas lógico y conducente de la vida esta permeado de esto, damos forma a nuestro mundo de acuerdo con esto mismo y no podemos desconocer nuestra naturaleza, a lo sumo, esconderla.

Como decía, nos reflejamos, y buscando el reflejo, ocupamos parte de nuestra vida con necesidades precisamente de encontrar ese espejo, una conformación constante de aquello que consideramos propio, del yo; Siempre buscando saber como somos y como debemos sentirnos o comportarnos de acuerdo a eso. Entonces nos queda lo que nos retroalimenta nuestra propia luz, porque no es fácil ver la luz propia, es fácil depronto, pretender que la vemos o que la entendemos, pero nada mas, sin aquello mas que nos determine, nunca nos damos cuenta de que es lo que emana de nosotros; Es acaso entonces una relación de completa dependencia con otros? Pues si; No creo que hayan personas capaces de hacerse a si mismas, no funcionaria; el sistema se quebraría a si mismo o se llegaría a un equilibrio dispar, a una forma atropellada de funcionamiento, en la cual se terminaría fácilmente el problema, o no habría tal, entonces no habría de que hablar y afuera ser, solo estar.

Estamos entonces tan contaminados de los otros, como necesitamos contaminarlos de nosotros, somos necesarios y necesitados, para todo y en todo sentido, una cadena conectada en serie, en la cual cada uno es un paso necesario para otro en ese mar de luces que solo tienen fuerza si iluminan juntas; cual es el punto, que no se puede buscar luz en uno mismo solo, no al menos sin un punto de referencia, porque nuestra soledad esta marcada incluso, por la negación de los otros; Quizá una pausa para sentarse a buscar la forma de hacer mas potente la propia luz, para entonces salir a mostrarla a aquellos antes mencionados, todo es cuestión de formarse en pos de esta energía, no dejarse apagar. Tenemos claro, derecho a titilar, a que no seamos completamente percibidos, a que se nos empañe o ensucie aquel foco interno que produce la luminiscencia, pero que mas da, siempre hay remedio, incluso un sutil cambio de aquello, pero siempre con el fin de continuar, no hay nada mas, contrario a lo que podríamos sentir, que el continuar, somos sobrevivientes, mas que luchadores, porque nada impide que nos rindamos y de hecho lo hacemos a menudo, pero de alguna manera continuamos, eso es mas característico; No es necesario pretendernos grandes soñadores, pensadores o luchadores o que el mundo sea de los valientes y los que hacen. No, el mundo es de los que están, hagan lo que hagan, continúan, haciendo o no, solo que cuando hacen, y lo comparten, su luz es tan grande que trasciende, eso a la final es el sentido de haber estado aquí.

Ver También:
Reflexión Uno: Buscando el Reflejo
Reflexión Dos: Más Real que Vivo.

2 comentarios:

Pi dijo...

esas luces en el alma, tan dudadas por algunos son tan evidentes en el arte... es aquel entendimiento en una pieza a dos instrumentos donde sabes qué va a hacer el otro, en que momento, sin mirarlo, sin tocarlo y el otro también lo sabe... requiere mucho tiempo y es maravilloso... es también aquel "plus"que dota de sensualidad un tango que nos hace creer que es -hacer el amor bailando-.

No todos somos conscientes de su existencia...

Y si somos dos? uno más el otro detrás del espejo? somos dualidad?

mm, capacidad de realizarse a sí mismo... no sé, supongo que es posible pero en mí no la percibo..

luz variable, eso producimos... unas más brillantes otras más tenues, a veces exacerbadas otras tantas ocultas...

Iván R. Sánchez dijo...

cada cual ve lo que quiere ver en si, por eso es mejor contar con otros, no los veas como formas o instrumentos para reforzar lo negativo o impulsar tu ego; Simplemente son complemento para nosotros