viernes, 14 de febrero de 2014

Pausas

Este es un año de estabilidad, de crecimiento, de desarrollo en todo sentido. Un año para buscar el sentido y para desarrollar algo palpable que se traduzca en letras.

Pero también es un año para desarrollar las pausas, tomar ese alto necesario que se requiere para mejor apreciar, para mejor vivir, para mejor sentir.

Es hora,

es el momento,

tal vez es el lugar...


Pausa para empezar...

lunes, 10 de febrero de 2014

Día de mier...

Cualquier día puede convertirse en un día de mierda...

Esta (la mierda) está disponible por doquier, por donde se mire, por donde se camine, por donde se esté. 

Vivimos en ciudades cagadas. Por mascotas, los perros callejeros y aquellos sin amos, dueños o responsables que recojan su inmundicia, sin contar con cada gamin (chirri, indecente, ñanga, ñero, etc.) que deposita en cada esquina, en cada barrio, en cada parque, lo mejor que tiene para ofrecer...; lo que combinado a la orina de cuanto incauto bebedor de tinto o cerveza, arreador o llevador de personas, hacen de casi cualquier ciudad un completo baño público.

Poco a poco se regresa en el tiempo, todo se hace cíclico, tal como en el conocido 'UNO', se da vuelta al sentido de las rondas, una y otra vez, en la cual me siento casi en una edad oscura, con todo e inquisición a bordo, por lo que no es sorprendente que se arrje excremento a las calles, incluso hay quemas de brujas, aunque eso, es otro cuento, del cual aún no me sé el "había una vez".

Tanta mierda hay, que incluso la gente la toma como herramienta retórica, se usa para las quejas, se hace lo propio y desea a otros la coprofagia (coma mierda), sin embargo, si pudiera sacarse esto del contexto insultivo, es muy probable que el hambre mundial se acabara si todos comieran mierda y no sería menos mi deseo frente a que todos comieran mierda.

Claro, probablemente se cause un escándalo al hablar de la fétida materia que todos los hombres producen, carajo si es que probablemente sea lo que más humanos nos haga, unidos estamos todos en la caca, pues el popó no distingue estirpe, etnia, clase social.

Es un hecho, ¡todo el mundo caga!, incluso la vieja buena o el tipo sexy por el que pueda llegar a botar la baba el incauto lector o lectora, incluso la progenitora de cada uno de nosotros y cada cual, uno y otra, con independencia de su genero o del dinero que se haya usado en el trono dispuesto para la deposición, lo que no hace menos excremental a lo que producimos.

En un día de mierda a una persona no le queda más que detenerse a pensar si todo lo que tiene adentro es excusable (cagable), sin embargo, debo decir que aunque así parezca, tenemos cosas buenas para ofrecer y otras tantas para recibir, con todo y que los demás se concentren tan solo en deponer lo mejor de si y dejar en si (precisamente) solo lo malo para esparcirlo a otros y que al final tan solo nos quede en que sumergirnos, por lo que la gente se va a la 'm', a comer 'm' porque el día, sus vidas y todo lo demas es una 'm'.