lunes, 9 de noviembre de 2009

Escuchar y compartir

A mi me pasa de todo, sin embargo no suelo ser de los que da mucha importancia a cada hecho, lo cual no quiere decir necesariamente que no valore cada uno de ellos. Es solo que me falta esa chispa que tiene cada cual (muchos) para andar compartiendo, y aunque puedo hacerlo (de eso pueden dar fé muchas personas), no creo que muchas cosas de la vida de uno deban relatarse (o revelarse), y menos aún con el detalle que mucha gente espera de uno.

Y es que cada cual pareciera que no viviera tan a gusto su vida si no que quiere reflejarse en los demás mediante el disfrute (aparente), o la compadecencia e incluso sufrimiento con nuestras derrotas y fracasos; es tanto como si la empatía total existiese y fuera uno de los más evidentes, o casi obvios sentimientos humanos. Lo peor es que creo que mucha gente piensa que esto es una forma de definición del ser humano.

Yo pensaría que eso no es tan cierto y que no existe tal cosa como la empatía total o precisamente este sentido natural por el otro, esa "preocupación"; lo que si existe es un morbo trágico que nos encanta a casi todos, el enterarnos de cosas para nutrir nuestra imaginación y por qué no, darle rienda a los demonios de nuestras cabezas, a esos mismos que nos ordenan las más absurdas ideas, los más nefastos comportamientos, en especial todo aquello que atenta contra nosotros mismos. El egoísmo es la forma natural en que se miden todas las relaciones, solo que no es el egoísmo que a mí me gusta, el que permite enfocarse en uno y no solamente tomar de otros para uno, no solamente querer, y dejar de lado la necesidad; no escucharse a uno, sino solamente hacerse caso.

Cuál es la idea en compartir, cual es la idea en escuchar, a mi me queda claro que es encontrar, antes que buscar... ¿Y ustedes que han encontrado?

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