martes, 8 de noviembre de 2016

Martes de verdadera reflexión

Me he enfrentado constantemente a esto.

Quizá sea la época, los hechos repetitivos, el sino de la cercanía de un evento en que todo queda a la deriva, o no. He llegado a muchas conclusiones durante todos estos años en que me he dado a la tarea de escribir, de especular de manera más o menos razonada sobre las cosas, sobre los sucesos. En este momento, no tengo claro cosas que antes sí tenía, lo que quiere decir que la cotidianidad está cosechando frutos en mí, que he perdido algunas de las cosas que antes colmaban mi consciencia, que llenaban mi ser.

A esta idea llego luego de consultar los escritos viejos. Es claro que soy yo mismo, pero mis ideas no se encuentran tan agudas como antes, llenas de pensamientos otrora complejos, concepciones formadas, opiniones hechas. Tal vez he empezado a sufrir por cuenta de la anestesia que presenta el mundo, quizá es falta de realizar las actividades que dan profundidad al espíritu, a la vez que consolidan la mente.

Sí, quizá sea eso.

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