Tal vez no sea el mejor día para escribir. En realidad puede llegar a ser complicado saber cuando algo es bueno, cuando es un buen momento.
A veces nos gusta creer que nos sabemos todos los puntos de nuestra vida; los claros, los grises, los oscuros y aún más los rosa.
Pero no es solo lo que cuenta; en realidad cada paso en la vida se da con un conocimiento cierto de causa y con una expectativa de lo que pueda suceder, en ambos casos con medidas distintas según la situación y de acuerdo con el fantasma del momento. En realidad todos estamos pegados a algo y vagamos por una respuesta a nuestra propia existencia, siempre cuestionando nuestra vida, queriéndonos sentir vivos y justificando la pasión de cada acto convertido en un recuerdo. Hacemos trampa buscando saltarnos los pasos y encontrar el elevador que nos lleva al siguiente cuarto, pero después nos sentimos mal por no haber escalado, uno a uno cada escalón; que la vida es sacrificio o debe serlo y con esta carga a cuestas nos quejamos de que sea tan dura y tan complicada.
Somos predecibles por contrariar nuestros deseos; por no valorar nuestros sacrificios. Por no querer lo que tenemos, por no ser ni estar siempre como complementos, solo en verbos distantes y tan alejados como los verdaderos sentimientos en las personas. Nos oponemos al egoísmo cuando en realidad no conocemos otro foco de atención que nuestro propio Yo; y bien fuera que esto lo usáramos para aprender a no hacernos daño, pero tampoco, el ego solo es una forma de crear una apariencia deseable y justa que se adapte al mercado; a ese mercado de personas que solo ven a los demás como un catalogo de servicios.
Así las cosas, encuentro que el hombre; ... no es bueno.
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Listening to: Squirrel Nut Zippers - Hell
via FoxyTunes
Así las cosas, encuentro que el hombre; ... no es bueno.
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3 comentarios:
Pues no es del todo bueno...pero tampoco creo que sea del todo malo.
Clau: Pues en ese orden de ideas, nada es del todo nada. Yo solo digo que no es bueno, el matiz es de cada uno.
Libre albedrío que le llaman...
El mansito que hace lo que quiere... al final la ética individual y social es diferente aquí y allá.
"Travis Bickle, 26 años, veterano de Vietnam, sufre de insomnio. Cansado de pasar noches en vela opta por conducir un taxi en Nueva York. Un día, mientras recoge un pasajero, divisa una chica a través del vidrio de su oficina y queda prendado. Al día siguiente la visita, observándola siempre desde fuera, al otro lado del cristal, sentado en su taxi. Una tarde se arma de valor y la invita a un café. Ella acepta. Luego la invita a cine; a los únicos teatros que conoce y frecuenta. En su primera cita oficial Travis lleva a Betsy a un teatro de cine porno. Ella se ofende, Travis se excusa."
¿Inocencia o perversión?
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