La verdad ya no recuerdo muy bien los temas sobre los que he escrito, se que antes facilmente me podía extender en cientos de lineas al respecto de cualquier cosa que pasara por el momento en mi cabeza, podía decir muchas cosas precisamente dándole cabida a la especulación, a lo simple y básico de pensar al respecto de algo; Estos días, y cada vez más sin embargo, me es difícil pensar en algo para discutir.
Lo cierto es que esto lo puedo llamar el vacío, aunque me enteré cierto día que algunos lo llaman "la madurez del discurso". La verdad no puedo estar de acuerdo con ello, ya que si el discurso al madurar se extingue, entonces que sentido tiene buscar precisamente que madure; ¿cual es el objetivo de concretar ideas, de alcanzar consensos, si al final esto llevará a la nada?
Lo interesante de lo escrito en el párrafo anterior es que el disenso si construye, y vale tanto que puede uno incluso escribir sobre ello, sobre lo que indica el no estar de acuerdo.
Yo sigo creyendo que los vacíos son circunstancias (como casi todo), lo que querría decir que esto es temporal, independientemente de que la temporalidad se extienda, pero no deja de serlo ya que el periodo mas largo no hace per se que cambie lo significante de aquel; ni siquiera sería demasiado preocupante la periodicidad, ya lo dije alguna vez que el ser humano se repite, que los avances a veces implican precisamente una vuelta sobre los mismos pasos, solo que dentro de la espiral finita de la vida, el camino se pierde (problema de conciencia) y a la final con los ojos enterrados en el suelo, se ve el avanzar aunque no el sentido o dirección del camino.
Vacío, entonces como por obvia disposición de nuestro idioma se toma, es la ausencia, la inevitable falta de... Tal vez de ese algo que antes estaba, tener ese "algo" que decir no debería ser tan complicado, pero lo que pasa no es que haya nada, sino que lo que hay no es satisfactorio, no es suficiente y la no suficiencia, por la forma en que es medida, es más peligrosa que el vacío.
Lo cierto es que esto lo puedo llamar el vacío, aunque me enteré cierto día que algunos lo llaman "la madurez del discurso". La verdad no puedo estar de acuerdo con ello, ya que si el discurso al madurar se extingue, entonces que sentido tiene buscar precisamente que madure; ¿cual es el objetivo de concretar ideas, de alcanzar consensos, si al final esto llevará a la nada?
Lo interesante de lo escrito en el párrafo anterior es que el disenso si construye, y vale tanto que puede uno incluso escribir sobre ello, sobre lo que indica el no estar de acuerdo.
Yo sigo creyendo que los vacíos son circunstancias (como casi todo), lo que querría decir que esto es temporal, independientemente de que la temporalidad se extienda, pero no deja de serlo ya que el periodo mas largo no hace per se que cambie lo significante de aquel; ni siquiera sería demasiado preocupante la periodicidad, ya lo dije alguna vez que el ser humano se repite, que los avances a veces implican precisamente una vuelta sobre los mismos pasos, solo que dentro de la espiral finita de la vida, el camino se pierde (problema de conciencia) y a la final con los ojos enterrados en el suelo, se ve el avanzar aunque no el sentido o dirección del camino.
Vacío, entonces como por obvia disposición de nuestro idioma se toma, es la ausencia, la inevitable falta de... Tal vez de ese algo que antes estaba, tener ese "algo" que decir no debería ser tan complicado, pero lo que pasa no es que haya nada, sino que lo que hay no es satisfactorio, no es suficiente y la no suficiencia, por la forma en que es medida, es más peligrosa que el vacío.
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