Estoy molesto. Molesto y aburrido. Aburrido y desesperado. Hace algún tiempo que aprendí a lidiar con este tipo de situaciones, pero aun así no dejan de ser preocupantes; He ahondado en las razones, en los motivos por los cuales me pasa lo que me pasa, en definitiva (y en eso concuerdo con alguno de mis antiguos psiquiatras) conocerse a sí mismo a nivel de la psiquis, es algo muy difícil, casi que imposible, como si analizarse fuera un imposible (?); No sé si eso sea solo una aseveración conveniente por la supervivencia de la profesión de estos mercaderes de la salud mental, ya que a veces me he sentido capaz de hacerlo, y no solo eso sino que he podido encontrar caminos y soluciones, lo que en definitiva me ha ayudado a que hoy en día un malestar como el presente, sea algo tan simple como esos dolores de cabeza esporádicos con los cuales uno tan solo no se desespera y en que se buscar hacer tiempo hasta que el dolor cese. Es decir: Tener paciencia, esperar a que se pase.
Tiempo:
El tiempo es una cosa de esas que escapan por completo a nuestro control; es efímero, es insustancial y por supuesto es subjetivo. Cada vez que uno necesita se estrecha; cuando uno quiere se acorta y siempre que se quieren acelerar las manecillas, estas se ralentizan hasta casi detenerse...
También tiene que ver con no poder administrarlo bien. Claro está, que eso último suena a una medida tecnócrata como todas aquellas de nuestra "moderna" sociedad. La cual nos exige tener plena responsabilidad de nuestras acciones y especialmente que cada cosa que tengamos sea tratada y manejada como un bien. Así las cosas, poderlo usar, abusar de él, comprarlo, venderlo y por supuesto: administrarlo.
Pero somos tan malos administradores como clientes, usuarios e ingenieros de la mecánica de nuestras sensaciones, ilusiones, sentimientos y por qué no de todo aquello en nuestras vidas, que pretender manejar medianamente el tiempo, no es solo una ilusión dentro de este mundo ocupado y afanado, sino que además, probablemente no tengamos tiempo para hacerlo.
Espacio:
Últimamente mis frustraciones no son tanto por tiempos, si no por los espacios y es que me molesta no tener control sobre el espectro en que actúan mis sentidos, que mi campo de acción se vea reducido y que mi voluntad se vea menguada, en algún momento ella me dijo, o más bien vio como algo natural aquello de “tener que sufrir las consecuencias de las acciones de otros”, pero he experimentado antes el tener control de mi vida, en realidad se siente bien; Y es que no es tan difícil, no es un imposible, la libertad es precisamente esa capacidad para hacer las cosas como uno quiere, incluso me parecería a mí, dejarse afectar solo por el resultado de la voluntad propia. Pareciera que es algo imposible, pero yo lo he vivido. Lo que pasa es que a veces cuando uno depende, cree que su vida le pertenece a otros, pero incluso con respecto a eso, somos responsables de la forma en que dejamos que nos afecten las cosas, a veces tienen que afectarnos, pero ¿por qué la respuesta debe ser convencional?... Si, en realidad podemos afectar las cosas, me resisto a creer que la voluntad de otros es más poderosa que la mía.
Siempre he pensado en que la diferencia entre unas y otras personas es de pura causalidad y casualidad, algunos simplemente tienen cosas diferentes, recursos de cualquier tipo, la mayoría de los problemas son logísticos, no cosas realmente profundas o que interrumpan la continuidad del tiempo y del espacio, es solo que muchas cosas pequeñas sumadas, pues hacen una gran cosa (entonces, no hay que ser matemático para entender y sumar eso); Lo mejor que puede hacer uno frente a ciertas situaciones es lidiarlas, de la forma en que uno desea; Insisto en decir cada vez que no hay nada irreversible, salvo la muerte (por ahora).
Mi espacio entonces esta reducido, mi capacidad de actuar llena de cosas pesadas pero que al contrario de la lógica, me dejan vacio. Si, en algún momento se siente uno cansado de las cosas como están y es que es difícil no dejarse absorber por la monotonía, es muy complicado no estandarizarse y aquellos que estamos lejos de conformarnos fácilmente, pues nos resentimos cada vez que la rueda de la vida nos absorbe; Hoy simplemente estoy dispuesto a salir de esto, pero hay cosas que exigen de mi un tiempo para sufrirlo, para estar simplemente mal. Como de costumbre quiero darle vuelo a mis cosas, masticar mi malestar, y escupir todo lo que no me sirva, tragarme las cosas, pero no para devolverlas después, sino para procesarlas y expulsarlas como es debido. Cuál es el problema, vivir es solo cuestión de darse cuenta y no dejarse, de nadie ni nada.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario