miércoles, 11 de febrero de 2015

Debida y correctamente informado

Fuente: http://www.imagenessincopyright.com/2014/09/cubo-de-rubik-ordenado.html
Nuevamente he sido sorprendido por la capacidad de las redes sociales como difusor, controlador y homogenizador de corte absoluto dentro de la dinámica mediática que rodea las construcciones de pensamiento de las gentes del común.

{Paréntesis: Me refiero a la gente del común sin ninguna intención pretenciosa u ociosa por el insulto de ese otro que incluso puede estar leyéndome, sino como una realidad de aceptación, cohesión e integración social de la cual suelo estar prudente o imprudentemente distanciado}.

Siempre me ha sorprendido hasta un extremo que raya en el terror, la influencia que los medios tienen en la gente, al parecer esa idea del "estar informado" es una excusa para que algunos individuos se nutran de unas ideas que aun ajenas se introducen hasta el punto de hacerlas propias, de convertirlas en el propio pensamiento, en la propia razón, cuando en realidad esto es solo una aceptación, una dominación por cuenta de los conceptos ajenos que conlleva la supresión de aquel yo racional, crítico y dado a la discusión y la construcción de conocimientos al igual que la disposición de consensos creados a partir de un verdadero cruce de ideas, que en tanto deberían ser disimiles o tener sentidos diversos, para que todo no se trague entero.

Pensar, he sostenido en muchísimas ocasiones es problemático, conlleva una carga necesaria de consciencia que aturde de manera racional al plantear inconvenientes para el normal desarrollo de nuestras vidas, no tanto porque no sea posible seguir adelante, pero el cuestionamiento genera ruido, y la mayoría de las personas prefieren hacerse las sordas antes que prestar atención, porque es preferible a detenerse por un momento a observar, a sentir, a dejarse llenar de realidad aun cuando se tenga la capacidad de descender a cualquier universo fantástico.

Aquel rito de ungimiento en el pensamiento es cierto, doloroso, de ahí que los perceptivos, conscientes y racionales en realidad tengan una vida trágica en tanto que los falsos iniciados se conforman, son felices con eso que han recibido pero que entienden como concebido por ellos mismos. El engaño hace parte de nuestras vidas, es posiblemente el único axioma que no requiere discusión, al menos no de manera abierta, porque la mentira es un demonio que se guarda bajo el brazo, que se esconde estrechamente aun cuando pueda repercutir en alguna manifestación nauseabunda. Es justificable, pero aun mas, es deseable cuando se realiza de manera parcialmente consciente, cuando afecta solo a quien lo enfrenta.

El engañado persiste en su engaño, se nutre del mismo y lo hace público con gran alboroto, puesto que para el esta realidad inventada es lo más deseable. De esta manera se considera informado, insisto, aun cuando sus fuentes son dudosas, cuando se confunden los hechos con las opiniones, y no es que resienta estas últimas, pues en mi caso las reflexiones y constantes opiniones tienen para mí el mayor de los valores, pero no por eso son incuestionables ni pueden ser controvertidas. Así, cada poca información es transformada en uno más de estos hechos, que suelen constituir una opinión solida, informada, racional y consciente en apariencia, pero que en el fondo no posee ninguna base, ningún principio fundacional.

La relación entre una idea o concepto propio y uno al cual el individuo fue sometido, radica en que los consensos que construyen ideas o pensamientos, tienen varias capas y estas constituidos a partir de diferentes tipos de argumentos, que tienen relaciones entre sí incluso con otros conceptos subyacentes, pues la información es dinámica, al igual que los pensamientos. De ahí que una construcción sólida implique la reducción, ampliación o reversión de la información por procesos de inferencia, deducción o inducción, que generalmente se realizan a través de varios cuestionamientos del tipo: ¿por qué?

Conocer la razón por la cual se sostiene algo, de manera diversa o contingente a un simple 'si', es una de las consecuencias lógicas de un pensamiento debidamente construido, aún cuando no se responda a todos los niveles que requeriría la estructura de una opinión sólida. La graduación de esto, no viene al caso, pero generalmente para el correctamente informado, para esta persona del común, al segundo ¿por qué? ya le corresponde un sí rotundo, o una respuesta categórica, negligente y grosera aun peor que evidencia como esta información no debe ser cuestionada, en tanto es absoluta, casi siempre en atención a la fuente, como una típica falacia autoritaria, de ese otro que sabe como pensar, y que usa su talento para la manipulación, para la homogenización del pensamiento a través de la información.




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