Así que un recorrido de mil millas inicia con el primer paso...
Claro, ni modo que iniciara con el último.
Soy un gran entusiasta de la auto superación, de las buenas cosas que permiten salir adelante, seguir, continuar, vivir, sentir, existir, amar...
No obstante me resulta patético el que no se pueda dedicar un poco del esfuerzo personal a encontrar problemas, o al menos a reconocerlos, abordarlos. Claro, también llego a sufrir de esa magna cobardía que me hace huir para pelear después, pero solo en los casos en que la pelea no tiene sentido o cuando la misma me puede lastimar por una razón de dejar, por el sentido de lo que pasa si se lastima a ese otro por el que se siente tanto amor como por sí mismo, o tal vez más.
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