Como un Rayito de Luna *

(Editado)

Me encantan todos los momentos en que las personas caen en cuenta de si. Cuando un día se levantan y ven más allá de sus narices: Un par de manos, un torso, piernas; y no piensan que aquello es simplemente un gusto decorativo de la existencia, puesto allí como una excusa para seguir existiendo. Darse cuenta es agradable; aunque confieso que de alguna manera parece pretencioso por parte de alguien, escribirlo así como si nada, pero es que hacerlo (caer en cuenta) a la final no es la cumbre, solo el primer paso.

Creo que la felicidad aun no la he podido expresar, mas bien un poco de cada cosa contraria ha pasado por aquí; aun espero todo aquello que este lejos de lo que he experimentado, pero siempre tendré presente (y es agradable pensar en que alguien más lo hace), que se puede aprender por total contraste, haciendo casi un ejercicio de ingeniería inversa; bien desde el resultado o con aquello que es totalmente contrario.

Algunos con el tiempo hemos decidido vivir en una especie de mundo de fantasía. Por mi parte resuelto a “vivir” como un fantasma, muerto para el mundo, y parafraseando al querido filosofo pequeño y delgado don Timón, que decía: “si el mundo te da la espalda, dásela tu también”, si, al final la vida es como un bicho, viscoso pero sabroso. Y es que se aplica muy bien, ya que parece desagradable pero al final se goza uno todo. No es que considere algo distinto a antes, es tan solo que hay resignación cuando no hay conciencia; pero creo que con el nivel de percepción adecuado, si pueden llegar incluso a disfrutarse ciertos momentos propios del devenir humano. El punto para lo anterior es que si se quiere ser princesa, caballero, dragón o mago; adelante, lo ideal del mundo de fantasía es poder saber precisamente que lo es, vuelvo a lo de la conciencia; lo malo no es perder el rumbo, lo malo es hacerlo y no darse cuenta de ello.

Entonces y solo como para hacerlo mas espinoso, no considero que sea un problema de uno solo, y aunque a veces pareciera el culto a la dependencia, es claro que las personas estamos llena de una necesidad crónica hacia otras; lo que pasa es que no se debe convertir en una excusa y al contrario de lo que algunos pensarían, lo que necesita es amor; pero no solo de aquella (o aquel) que nos quite el sueño, el aliento (y otras energías, sensaciones y fluidos); sino también de aquellos cercanos (unos mas, otros menos) que sirvan de reflejo de aquella luz que sale todos los días de nuestra propia existencia y que podría incluso (si alguna vez lo quisiéramos) opacar al propio sol. Y es que, con tanta iluminación; ¿quien puede sentirse devastado por la oscuridad?

* El titulo de la entrada no tiene nada que ver, pero la canción es bonita y cualquier cosa puede pensar uno al leerlo, menos, algo malo.