(...).
Lo especial usualmente uno lo suele tratar de muchas maneras, es algo tan indeterminado como aquello que es "interesante", y cuando uno quiere dejar espacio para la interpretación, usualmente lo que hace es dejar las cosas tan abiertas posibles que no queda es una forma clara de ver que es lo que en verdad está allí. Somos expertos en engañarnos y en hacer juegos mentales de tal complejidad que a la final nos terminamos enredando en nuestras propias redes, en los hilos que cuidadosamente hilamos con el único fin de hacernos los "interesantes". El autoengaño es un mal propio de época y tiene que ver con la necesidad moderna de ser complicados, porque solo así creemos estar por encima de la superficialidad propia de nuestras almas, como si fuera tan malo tener una capa sobresaliente, algo normal que tan solo nos dé forma, que nos complete un solo estado a la vez, así seamos capaces de ser un día solidos como roca y al siguiente tan gaseosos que nos colamos en los espacios vacíos de nuestras propias ilusiones.
Hoy quisiera aprender a vivir mejor, de acuerdo a mi mismo y alejado de aquello que no sirve, aplicar de verdad la negación consciente, aprender a hacer la mirada a un lado, pero no es fácil y ciertamente a veces tiene uno que involucrarse, así no quiera.
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