Hoy aqui sentado, me he puesto a pensar en un par de cosas que, me perturban. Ya he llegado antes a discernir sobre que los estados de animo son una cosa que aunque muy correspondiente a la claridad mental y al animo, no por esto son susceptibles de ser tomados como nada, o aun peor como lo más miserable dentro de la escala de valores que solemos dar a nuestros asuntos.
El grado, es complicado; el valor que siempre tenemos que andarle dando a las cosas, y es que parece que cada cosa tiene que tener asignado un valor, un lugar y un momento. Así que dentro del mismo racionamiento me parece que estamos optando siempre precisamente por darle el menor valor posible a nuestras cosas, las que sin embargo de manera justa ocupan de manera inconciente la mayor parte de nuestras preocupaciones. Es que es un poco contradictorio, se supone que no nos importa, pero cuando ya nos hemos tenido que decir eso tantas veces, se crea a mi parecer un total contrasentido.
En fin, esas cosas "pequeñas" y "sin importancia", me parece que llegan a colmar nuestras preocupaciones, de forma permanente. Y es que no se trata solo de abrirnos al mundo en señal de una excepcional valentía o ser los abanderados de la verdad y el amor; No, debemos ser responsables de nuestras propias luchas y empezar la cruzada por nuestra propia felicidad.
Adelante las cositas que nos ocupan, que nos distraen, que nos estresan, que nos enojan; son nuestras y son importantes.
La Imagen la saque de esta página
El grado, es complicado; el valor que siempre tenemos que andarle dando a las cosas, y es que parece que cada cosa tiene que tener asignado un valor, un lugar y un momento. Así que dentro del mismo racionamiento me parece que estamos optando siempre precisamente por darle el menor valor posible a nuestras cosas, las que sin embargo de manera justa ocupan de manera inconciente la mayor parte de nuestras preocupaciones. Es que es un poco contradictorio, se supone que no nos importa, pero cuando ya nos hemos tenido que decir eso tantas veces, se crea a mi parecer un total contrasentido.
En fin, esas cosas "pequeñas" y "sin importancia", me parece que llegan a colmar nuestras preocupaciones, de forma permanente. Y es que no se trata solo de abrirnos al mundo en señal de una excepcional valentía o ser los abanderados de la verdad y el amor; No, debemos ser responsables de nuestras propias luchas y empezar la cruzada por nuestra propia felicidad.
Adelante las cositas que nos ocupan, que nos distraen, que nos estresan, que nos enojan; son nuestras y son importantes.
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