¿Como llevar la cuenta de lo mucho que se dice, de lo que se piensa, de los constructos inacabados, o de toda esa cantidad de especulaciones que he traspasado desde mi cabeza a este espacio?. Es un poco harto iniciar cada día con una pregunta, que la misma no se resuelva y se forme en la línea de interrogantes que hacen parte de una vida. No obstante, esto es satisfactorio, es importante, se lleva de la mano con una existencia disímil con el concepto de lo "aburrido", idea que no resulta del todo ajena y sobre la que más de una vez he llegado a pensar, a reflexionar, a discernir casi una de esas largas introspecciones que sirven de exorcismo constante para aquellos demonios que habitan en mi propio ser.
El inicio, este es un momento complejo frente a todo proyecto, teniendo en cuenta que las etapas previas, precisamente no hacen parte de este accionar. Una vez se tiene casi todo preparado, lo que falta ya es ir, avanzar, comenzar.
Claro, también queda de por medio lo que tiene que ver con el mantenimiento del ritmo, el desarrollo de aquello iniciado... más difícil, tan complejo, el acabar, concretar y llevar todo a un desenlace provechoso.
Hoy, este es el momento:
¡HORA DE EMPEZAR!
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