No querido(a) lector(a), no le voy a salir ahora con ningún tipo de experiencia surreal en relación con la edad. De por sí, ya me encuentro un tanto lejos de aquella edad que sugeriría el título.
El guarismo, corresponde con otro efecto, refiere a otra situación, y tan egoísta como es este Blog, no tiene que ver ni siquiera con su autor, o al menos no directamente. A lo que haré referencia, de lo que me ocuparé no es de otra cosa que del mismo espacio, de éste en el que se plasman estas letras y el cual, tiene la maldición de las 19.
Hmmm. Claro. Con razón. La equivocación tiene sentido en que el título es "de los", mientras que aquí menciono a "las".
Pero se trata en todo caso de las entradas, de cada una de estas anotaciones que configuran esta bitácora o WeBlog.
He notado como desde el año 2007, en el que inicié este proceso de pensamiento, de sanación, de crecimiento espiritual a través de la palabra (Ja). No he podido volver a un estado de creatividad que me permita tener un número considerable de entradas por mes. Por la razón que sea, que incluso ya se encuentra gastada, tanto como más de una reflexión que pasó por acá, un pensamiento fugaz o una idea enrevesada que jamás pudo llegar a ser una especulación (de las que no hago desde 2012, a pesar de los preludios y los planes, los borradores y las ideas para...).
No he podido pasar de las 19 entradas en un mes muy activo, como ese de mayo de 2016 aún no tan lejano, o incluso del enero de 2015 en que también fueron 19. Y es curioso como los números se hacen uniformes aun en lo que responde a cada año, 36 (2012), 30(2013), 37(2014), 37(2015)...
Qué pasará con la vida que la vuelve tan monótona, tan repetitiva, cíclica, al menos en términos de rutina y de trabajo, de ansiedad, estrés e insatisfacción.
Menos mal existe ella, y cada día es grácil, bello, o al menos tiene algún asomo de dicha por la bondad de la existencia plagada de alguna que otra sensación no extinguida por cuenta de la consciencia.
¿no?
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