jueves, 1 de marzo de 2018

Insomnio

Creo que alguna otra vez empecé una reflexión con la definición del insomnio.

Insomnio: Dificultad para conciliar el sueño cuando se debería dormir...

En ese momento fui irónico, indicando que bastaba "definirlo para entenderlo" y que ya se podía solucionar.  Porque la forma de cambiar cualquier cosa es tan solo aceptar. O todo podría reducirse tan solo a decirlo, a una forma perversa de programación neurolingüística en donde nada importa porque todo puede cambiarse a través de la voluntad: ¿te duele? entonces piensa que no, y se pasará; ¿te preocupa? Pues deja de preocuparte. Simple, ¿no?

Claro, y esto de nuevo es una cita de mí mismo: "la magia de las palabras, o el positivismo aquel que de forma pusilánime pretende que las cosas carezcan de significado y que se les reste importancia; obviamente, por la magia de la reducción, de la negación, de la simplificación, todas los problemas se hacen circunstancias anómalas, las crisis se convierten en inflexiones, en curvaciones a las que no se debe prestar el mayor cuidado".

Así, las personas no deben esforzarse en conseguir la fuerza para superar todos los obstáculos. No. Lo que deben hacer es "minimizar estos últimos hasta el punto de que estos supuestamente sean mas franqueables, tanto como si en lugar de saltar un arroyo, se caminara por la ladera hasta su nacimiento para cruzarlo con un simple paso".

Pero sigo pensando en que es una trampa, una mentira que tal vez es necesaria para superar el día a día; autoengaño, un pajazo mental que tal vez ocupa más espacio que toda una cama king size.

Lo que me recuerda...

Sí, jajajajaja, dormir.

Esta entrada quedó muy parecida a la anterior, pero ni modo.

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