viernes, 6 de mayo de 2016

Reflexión de borrador (sin tinta)

A pesar de tener algo así como 13 borradores, he de empezar una nueva entrada. En el día de hoy he tenido que sufrir de algunas vicisitudes propias de una existencia atropellada, de la dinámica 'natural' del ir y llevar. Condiciones, consecuencias, pesares, dolores. El horizonte propio se encuentra circunscrito a unos paneles de vidrio, las luces de artificio son más un capricho decorativo que una definición de lo funcional, y el aire se encuentra cargado, viciado, contaminado no solo con las frustraciones de otros, si no con multitud de agentes que extinguen la vida, que conducen inevitablemente a la enfermedad, por cuenta de aquellos que se niegan a la auto realización, derivado de una pésima gestión de las prioridades, y de una falsa idea de lo que resulta importante. Tal vez huyen, porque no es suficiente estar, y tal vez no pueden estar con ellos mismos o con otros, los espacios están sujetos a la finalización de las jornadas, y resulta válido extenderlas para saltarse aquellos momentos que la rutina les ha tornado en incómodos. ¿Pero acaso cada micro cosmos de pantallas, de documentos, es mejor? ¿no resulta más sana la alternativa? ¿sabrán acaso cuál es?

Tomado de: http://www.post55.es/foto/de/brandon/y1k12awc3qf
El ambiente no es lo único que agobia por cuenta del aire. También hay un sinnúmero de aspectos otros, voces, sonidos, gesticulaciones, olores, colores. El contraste con lo que en principio tolera el individuo, es lo que de manera consciente o no, desdibuja la salud de más de uno, incluso la mental.

Lo que me llevó a juntar estas líneas no fue otra cosa que el sueño. Me ataca, me envuelve, y en ocasiones pareciera ser más poderoso que yo. Quizá si, quizá no. Pero en medio de las causas, de los efectos, los percheros tambaleantes, los apoyos para elevar lo visto, el cartón. el polvo y los ácaros, probablemente no haya otra cosa más provechosa que hacer, que...


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