La tristeza es algo muy relativo; O eso puede que lo encuentre uno, al examinarse con la lupa de la conciencia y el fonendoscopio del sentir. Parece que ya se fue, que no la hay mas que todo; Lo que fue, únicamente respondió a la situación y no más. (Una reflexión repetitiva). Tan solo respondió a lo que debía ser y no pudo ser, o que pudo ser pero no se quiso que debiera ser. (Complejo). Por capricho, por la voluntad enrevesada de no ser otra cosa que un obstáculo para si mismo; no más que la prueba viviente de la existencia de la contrariedad; Como los polos opuestos encarnados en un solo cuerpo, una sola existencia, y a lo mejor con un fin común; En algún momento llegaran las respuestas. El problema es que llegue en un medio rápido o pero aun: invisible. Queda el problema de lo que es visible y lo que no. Pero no es un problema complicado, solo que no hay atención suficiente para ver lo que esta ahí. Porque a lo mejor si no se ve no se siente. Entonces, hagámonos los ciegos poco a poco para evitar sentir. Sentir es natural al igual que ver; Además parece hoy que también como todo lo que nos mueve y supuestamente nos hace sentir, es malo.
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