miércoles, 12 de noviembre de 2008

¡Un momento en la oscuridad! (II)

De noche todo parece distinto, en la noche, las cosas no son como parecen, o eso es lo que parece, que pareciera que nuestros ojos no esta hechos para este tipo de mundo. La oscuridad nos es ajena, le tememos, le huimos, allí nunca estamos seguros, en ese espacio nunca estamos del todo bien, allí reposan nuestros monstruos, fantasmas y demonios; Pero en esta noche me siento como si una luz llegara de imprevisto, en la oscuridad también hay una luz grande, una inmensa voluntad que nos mueve a derrotar precisamente aquello que nos mueve a alejarme de ellos, sin embargo, no es justo poner aquello que nos es adverso como lo peor, las cosas no son así, no podemos huir de aquello que nos es natural, no podemos temer a aquello que simplemente no podemos abarcar del todo; En la oscuridad me doy cuenta que estoy vivo, así me muera del sueño, que las cosas no pueden ser mejor, por el momento, ya que al menos me tengo y me llevo mas allá de lo que puede ser a simple vista notado; las cosas son mas claras cuando uno las ve con los lentes adecuados, no tiene nada que ver con la luz disponible; Nuestros sentidos no son lo que deberían ser, no deberían tener limites, son vehículos de descubrimiento y no pueden estar mediados por cosas tan difusas como la luz, no lo acepto, mis ojos al menos estarán abiertos, como lo han estado siempre, como lo estarán, siempre aun cuando duermo, siempre pendientes, de algo, penetrantes y potentes, y ojala, algún día, libres.

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