viernes, 24 de septiembre de 2010

Viernes

Yo detesto los viernes. ¿Por qué?. Una completa tontería, simplemente me enferma salir a la calle y verla llena de niños entre los 15 y 20 años tomando licor en cualquier esquina, avocados a la rumba, igual que la obsesión generalizada por la rumba y el trago; Verán, yo vivo cerca de varias universidades, y el panorama al salir es simplemente ese, a veces ni se puede caminar de tanto chino que hay por ahí en grupitos ("combos" o "parches"); Y digo eso porque en realidad no se ve gente adulta, tan solo adolescentes que supongo deben llegar a sus respectivas casas antes de las 10 de la noche, con lo cual se embriagan entre las 2 y 6 pm y alcanzar a medio superar la borrachera para llegar un poco bien al hogar en donde seguramente hay unos padres que no los esperan como tal, porque quizá están trabajando como mulas para poder pagar la universidad de estos muchachos, las "fotocopias" y la comida que estan bien caras. Es bien sabido que el fondo de "fotocopias" es un fondo mixto que también se usa para vino, "Eduardo III", "Old Jhon", "Moscatel", "Ivanoff" y demás.

Yo no quiero pasar como "aburrido" -igual tal vez lo soy-, pero yo soy de los que no se obsesiona con que llegue el viernes para poder salir, tampoco es que me agrade de a mucho la rumba y los planes de diversión comunes de las personas, que casi siempre involucran alcohol; Me gusta reunirme con mis amigos, pero me da igual que día de la semana se haga. La verdad no es una necesidad para mí, como siento que es para otras personas, que no pueden concebir algo como "un viernes y yo aquí metid@ en mi casa"; Lo he escuchado, y tal vez sea la consecuencia del escape natural de la rutina, el descanso de la agitada semana de estudio y/o trabajo, pero no me parece tan necesario, indispensable ni nada así. Puede ser simplemente que yo me divierto más hablando con mis amigos, compartiendo como tal, pero no todos los días ni tampoco todas las semanas. Nunca le he encontrado mucho gusto a salir de rumba, aunque lo he hecho de vez en cuando, pero simplemente no es algo de mi total agrado, porque no soy amigo de la música a volumen tan alto, tampoco me gusta emborracharme; Alguna vez escribí incluso que soy un aburrido, alguien que no se acopla facilmente a los diferentes entornos sociales, y es que cuando se ha vivido de cerca a estos ambientes, uno aprender de cierta forma a detestar que los sitios estén tan cargados, que no se pueda uno mover entre la gente, el volumen que no permite siquiera hablar, ruido, mucho ruido.

Detesto los viernes por algunas razones más egoístas, porque es difícil no ser entendido en cuanto a los gustos y pensares, porque las diferencias a veces se hacen notorias; Cuando lo separa a uno la edad, las condiciones sociales e intelectuales y después de todo a uno le corresponde tan solo quedarse callado.

Eso último no me lo van a entender y probablemente mis razones para detestar estos días no sean tan claras y otros no las compartan conmigo, pero que más da. Tenía que dejarlo por escrito.

La imagen fue tomada de aquí.

1 comentario:

In-prudencia dijo...

Comparto tu disgusto, no por los viernes per sé... Para mí son el inicio del fin de semana, que últimamente no significa nada, pero que al igual que la navidad, por alguna reminiscencia infantil es agradable porque sí. Sin embargo sí... salir de clases a las 8 pm y encontrar la calle atestada de púberes con hígados aún en formación echados en el suelo, "haciendo el oso" y gritando estupideces me hace sentir superior al resto de la humanidad.
No es culpa de los viernes... Ellos no han hecho nada. A veces hasta llueven toda la noche arruinando los planes de los alcoholizados callejeros, es culpa del departamento de planeación de la ciudad que atesta las zonas universitarias de bares. Es a ellos a quienes hay que dedicarles una entrada!

Un saludo.