lunes, 23 de mayo de 2016

Humanidad como preludio de una reflexión


Esta entrada y su posibilidad de convertirse en otra, nació de la reflexión sobre el sentido de la condición de las personas.

¿Qué es el ser humano?

¿Qué es la humanidad? 

Tomado de: http://www.imagenessincopyright.com/2014/03/simbolo-de-humanidad-unida-y-equidad.html

Me he preguntado eso en más de una ocasión, como una reflexión inacabada proveniente de la literatura, el arte y el cine... Quizá exista una o varias condiciones o características que nos hagan tener sentido como especie, como crisol cultural y como seres individuales dentro de un espectro natural al cual hemos creído superar...

¿Será?

viernes, 20 de mayo de 2016

Viernes de falta de paciencia

Qué cosa con los viernes.

Sí, la vida es probablemente una experiencia cíclica, un espiral en el cual las cosas se reflejan unas en otras, en la cual unas cosas hacen homenaje en otras, en que se suceden eventos que con cierto cuidado podrían ser predecidos. Quizá es un mal propio de la consciencia, que no está totalmente establecido entre aquellos que no reaccionan más allá de lo que dicta la inmediatez de sus sentidos, supeditados a la ceguera de nuestros tiempos. Esta vez no se trata solo de un problema de contraste generacional, no soy quien para establecer este tipo de relaciones de desagrado por los actual, de nostalgia por lo pasado. De hecho no recuerdo algún momento en que las cosas hayan sido diametralmente diferente, tan solo una caída hacia el abismo, hacia un fondo previsible, pero no cercano, pero con una distancia creciente en dirección a la salida... Tan lejos.

La paciencia radica en las acciones de los otros. Esos extraños habituados con costumbres tan decibles, tan ciertas y esperables que la paciencia no debería faltar. Existe una explicación a todo lo que hacen, a todo lo que dicen, sus vidas son abarcables, aun cuando estén llenas de energía, alegría. Es un poco la dicha de la inconsciencia, el resultado de los estados inertes, de la poca reacción ante los estímulos del mundo. La seguridad falsa que da existir sin poder ser del todo, por vivir sedado por cuenta de las recompensas que ha enseñado el marco de acción limitado al cual se ha aprendido a entender, a interpretar como parte de sí, la costumbre ciega. La misma estructura de seudo reacción que dice como acontecer, como comportarse ante ese último día de la semana, quizá no se den cuenta, no logren observar lo que causan con otro. Se detesta este día por lo que otros hacen a través del mismo.

¿No?

jueves, 19 de mayo de 2016

Sin sentido

Perorata.

Una idea.

Otra.

Somos, una sombra, un destello en la oscuridad, un pedazo de miedo, una miseria en la constante del tiempo, un parpadeo,

Mi cerebro se apaga.

miércoles, 18 de mayo de 2016

El título no importa

Hagamos de cuenta que el universo hoy de verdad se encuentra conspirando para nuestro beneficio, que cada cosa buena conlleva otra y que el oficio de ser es recompensado con una ventura provechosa, dichosa, o feliz.

Estoy atrasado en los pensamientos, en las ideas y las reflexiones y esto quizá obedezca a un desacato a la rutina, a la de escribir, a la de leer, a la de pensar. Todos los eventos, todos los momentos y las consecuencias se hacen menos importantes cuando uno se encuentra atravesando por alguna suerte de momento sinuoso, accidentado, turbulento. Pero al final el viaje es uno mismo, y es interesante por sí, y para sí. Con independencia de los pesares, las culpas y los desasosiegos.

¿No?

martes, 17 de mayo de 2016

Martes de incapacidad

Es curioso lo que sucede cada vez que una persona se somete a un problema de salud, su rendimiento personal y laboral disminuye ostensiblemente, y sí, quizá lo más importante tendría que ser la restauración de su estado natural, la recuperación de su salud.

Pero no.

Al régimen preestablecido tan solo le importa el rendimiento.

Se trata de la manifestación de la idea del control social por cuenta de la acción, pero degradada a través de la presencia, por lo que la idea del rendimiento es en realidad una falsa idea, o una que tan solo sirve de excusa para establecer metas, consolidar indices y creerse el cuento de la calidad.

Si uno está sometido por su cuerpo y como consecuencia de alguna falla en el organismo se presenta un dolor, lo más importante es encontrar las causas del mismo, buscar arreglar lo que está mal y cambiar de alguna manera ese estado de cosas...

Hoy estoy certificado como incapaz, de trabajar al menos, quizá de pensar, incluso puede que no sea capaz de responder.

Quien sabe.

lunes, 16 de mayo de 2016

Diatriba a favor de los blogs

Todos estos increíbles espacios (los Blogs) fueron cediendo ante las redes sociales. ¿Qué tan diferentes somos ahora de lo que eramos hace 9 o 10 años cuando si estaba de moda leer los blogs? Fuimos absorbidos por el carelibro, por los feeds de otros, por el chisme constante y la envidia marcada en ver que han hecho los demás que nosotros no podemos hacer.

Esto fue una cuestión de comunidad, y tenía todo tipo de contenido dentro del naciente internet 2.0. Recuerdo perfectamente que dentro de las personas que nos considerábamos blogeros, habían varios con unos contenidos muy personales y a la vez un poco payasos, con historias propias o inventadas, algunos hacían relatos o ponían imágenes de mujeres desnudas, todo tipo de contenido. Pero para crear todo ese contenido, y especialmente para consultarlo, necesitábamos tener un computador al lado, era necesario que se usara el terminal, y casi todo era escrito o a lo sumo con imágenes, dado que nuestra banda ancha todavía estaba cruda en términos de velocidad, y en realidad de ancha aun tenia poco. La principal diferencia era la imposibilidad aun, de contar con un acceso realmente portátil a los contenidos, así que la blogosfera tenía lugar en los momentos de ocio en las oficinas, durante las tardes luego del trabajo o la universidad y como paliativo para las noches de insomnio.

Tomado de: https://pixabay.com/es/taza-espresso-platillo-vajilla-1320578/
Pero hasta el insomnio y las rutinas fueron absolutamente trastocadas por cuenta de los teléfonos inteligentes. Aun recuerdo lo que era apagar el móvil en la noche, debido a que no se necesitaba para nada más y cualquier llamada entraría por el terminal fijo o podría esperar hasta la mañana, ah, era el mismo tiempo en que estos móviles tenían una expectativa de carga de varios días y no de unas cuantas horas. Estos teléfonos que nada tenían aun de inteligentes, sólo sonaban cuando entraba una llamada, y por lo general era de un familiar, un amigo o alguien cercano, aun se usaban más los teléfonos fijos.

Ciertamente el primer cambio se dio por cuenta de la invención de las redes sociales, el monstruo Facebook llegó para quedarse y empezó a absorber a la gente con la posibilidad de estar al tanto de los demás, esa interconexión para suplir la mórbida curiosidad de la tan envidiosa gente, para darse cuenta de manera tan anónima como lo permite internet, de que habría pasado con esos amigos olvidados del colegio, con esa traga (crush) de los primeros años de pubertad que quizá fue parcialmente aliviada a través del ejercicio manual. El compañero que te hacía matoneo (este concepto se inventó recientemente, pero todos saben a que me refiero), y el que esperabas que se hubiera hecho viejo, quedado sin pelo y quizá llenado de horribles cicatrices desdibujadas por su propia obesidad. Quizá establecer el paradero de unos y otros, poder charlar con un par de primos o familiares que hicieron una vida muy alejados de tu lugar. Sí, quizá todo eso lo permitió, pero también trajo consigo varios males que se agravarían y perpetuarían en las siguientes generaciones.

Esta red social fue permitiendo progresivamente que se compartieran más y más cosas personales, que se hicieran álbumes completos para reflejar los instantes de nuestras vidas, catálogos de recuerdos que no estuvieron nunca más guardados para aburrir a las visitas, ocupando espacios tradicionales en los recibidores y las salas de estar. Los nuevos amigos de internet, aquellas personas tan solo conocidas o alguna vez vistas, el compañero de clase con el que nunca cruzamos palabra, aquella persona que vimos una sola vez pero que sabíamos que existe, el chico o chica que era demasiado guapo o guapa para atrevernos a hablarle durante las clases de la universidad. Todas esas personas ahora estaban metidas en un mismo saco junto con las verdaderas amistades y la familia, con nuestro otro significativo, todos denominados "amigos". Y toda esta gente ahora podía estar al tanto de nuestras vidas,  pendiente de nuestros estados, de los momentos retratados y de todo lo que ello conlleva.

Dejamos de pasar el tiempo con nuestras personas cercanas pero a su vez empezamos a chatear más con ellos, o quien no recuerda las esperas en el "messenger" que era instalado en todo computador, y que nos servia para hablar incluso con esas personas que nos topábamos en nuestros espacios cotidianos, pero con quienes cada vez menos cruzábamos palabras cara a cara, puesto que podíamos mejor hablar durante un "mejor" momento del día.

Uno de los peores males que vinieron por cuenta de esta revolución, tuvo que haber sido el maldito botón de "me gusta", que puso a cada contenido a ser considerado por los otros, de manera que ante nuestro afán de aprobación, cada estado, cada palabra, cada imagen, empezó a tener un propósito para agradar a otros. Si subo esta imagen y me dan 5 "likes" soy mas bonita, o más interesante, pero si me dan 15 soy la más bella del mundo. Mujeres y hombres por igual comenzaron a mostrarse más, a dejarse ver, con la excusa de la auto satisfacción de la elevación del ego, y nunca de algo perverso o erótico, menos ropa, más poses.

En medio de todo esto también nació la red de microblog, el Twitter y con ello la posibilidad de que las personas expresaran sus pensamientos pero en tan solo 144 caracteres. El ritmo de vida crecientemente acelerado, el cerramiento de los espacios de relación, el asentamiento de la cultura del rendimiento y de la ocupación, empezaron a generar en la gente un sentido del tiempo, de la actividad, que dio al traste con todos los años anteriores de acercamiento a la red. De esta forma el microblog fue perfecto para esta gente cada vez más ocupada, con jornadas de 12 o 14 horas, con una vida entregada al trancón, a la incesante chichonera (al montón), en donde el siguiente avance tecnológico haría cada vez más valioso el tiempo, pero a su vez más escaso.

Con el advenimiento de los smartphones y la tecnología de internet móvil, ya poco quedo en términos del blog escrito. Unos se perdieron en las mieles del microblog y varias comunidades muy fuertes se trasladaron por completo a Twitter, en donde se fueron convirtiendo paulatinamente en lideres de opinión o en estrellas de la micro carreta, de la sátira y el humor de 144 caracteres y ni hablar de los "trending topics" o de los "hashtags". La plataforma sobrevivió para los románticos y los extraños, porque incluso los millennials tenían su propia forma de blog, más estilizado y con menos palabras, más visual y por tanto más llamativo, el Tumblr, en donde lo importante es consumir o crear la mayor cantidad de contenido, lo que se hizo más fácil a través de las herramientas para compartir (o rebloggear) que no tengo claro si nació con el mismo Twitter o fue introducida de manera independiente por este último servicio.

Existen nuevas y variadas herramientas para el tráfico y la producción de información, en particular la visual, dado que las palabras escritas siempre han tenido menos popularidad con independencia de que han sido las responsables del avance de la humanidad (toma esto maldito Gutenberg). Podría quedarme horas reflexionando sobre las demás redes sociales, sobre el contenido,sobre la apropiación de ideas, sobre las mutaciones presentes en las formas de recibir y comunicar mensajes. Pero lo cierto es que esto lo escribo más para mí que para cualquier otra cosa, porque si bien en otros tiempos me leían los miembros de esta comunidad y muchas otras personas, hoy en día me iría mejor abriendo un canal de Youtube y explicando esto con algún tono de voz chillón, o haciendo caras.






domingo, 15 de mayo de 2016

Y así

Tomado de: https://pixabay.com/es/gato-gui%C3%B1o-gracioso-pieles-1333926/
Anteponerse a la expresión de un pensamiento es prácticamente una preocupación, o puede llegar a ser una planeación según el sentido práctico del que se dote a la actividad, o a la concepción de lo futuro. Quizá nos hayan enseñado a pensar linealmente, pero nuestra mente trasciende las dimensiones propias del mundo que a duras penas hemos podido entender, de manera que no es raro que nuestros pensamientos se encuentren transitando entre uno y otro tiempo, entre el recuerdo y la nostalgia, entre la ansiedad y la preocupación. Porque el mañana es incierto, pero al pensar en él usamos la experiencia, la construcción de todo nuestro ser hecho a través de la acumulación de vivencias, de otros sentires y pensares y la absoluta capacidad que tenemos para dar al traste con todo, para eso, nada y lo absoluto a la vez. Bien por nosotros, porque eso no suele servir para nada.

viernes, 13 de mayo de 2016

Viernes de males comunes y recurrentes

Hoy es viernes, uno de aquellos tantos días en que la gente parece aparecer sin ganas de trabajar. En donde se acumula el "cansancio" de los demás días, en donde las personas se alegran por la ilusión que les presenta el llegar a disfrutar del tiempo de descanso, de pasar su tiempo libre con sus otros significativos... Claro, porque los días anteriores estuvieron llenos de agobiantes labores, de extenuantes deberes, de poco o nulo tiempo para compartir, porque estamos cansados siempre, estresados y necesitados de cualquier cosa: dinero, tiempo, dinero, espacios, dinero, cosas, dinero...

Quisiera volver a la época en que todo esto me afectaba menos, en que era más consciente y el viernes era un día cualquiera, y no un signo liberador...

Ambientes

Tengo que detenerme, parar todo lo que estoy haciendo, tomarme un momento para hacer un paneo alrededor, darme cuenta. Hay al menos unas 4 personas enfermas, que tienen serios problemas de salud y que por supuesto están poniendo en riesgo el bienestar de los otros al trabajar en estas condiciones, en un ambiente que no tiene mayor ventilación . Calor, frío, luego bochorno y otra vez calor en cuanto se pueda. La humedad cambia tantas veces que resulta difícil cuidar de una afección respiratoria. Quizá la tierra se desquita de su maltrato e intenta deshacerse de sus más complicados habitantes, pero por frágiles que resultamos, aun así parecemos tener una resistencia terca hacia la eliminación.

Tomado de: https://pixabay.com/es/vaticano-escalera-gr%C3%A1ficos-roma-1136071/
Alguien se encuentra de pie y otro más le habla en esas condiciones, se discuten temas que no tendrían que ser debatidos, se aprovecha para poner al tanto al otro del corrillo del momento, para dar cuenta de alguna pequeña necedad que termine de limar las asperezas dentro del competido mundo laboral, de aquel otro que quizá si se largara dejaría un campo libre para mí. Es aquel a quien han felicitado o llamado la atención por su trabajo, ¿es bueno? ¿si sabe de eso? ¿por qué le alcanza el dinero para irse cada nada de viaje?

Uno tras otro, cada ambiente se circunscribe en otro, colinda, se traslapa, o tiene un área o volumen que es común. Pero dentro de cada esfera individual, existe una miseria más o menos oculta, una realidad que es o no proyectada, una necesidad o varias, un espectro o un ser vivo, un fantasma, un actor, un asesino, un verdugo, o muchas personas sin rostro.

Otra "¡salud!" para la siguiente ronda de estornudos.

jueves, 12 de mayo de 2016

Hacia dónde vamos

En estos últimos días he estado leyendo bastante, de variados y nutridos temas, y también he estado realizando algunas investigaciones sobre la virtud humana, o incluso en relación con la misma estupidez, aun cuando esto último tiene poco de conciso y definitivo en tanto se desprende de mi propia forma de ver las cosas, ¿o no?

Tengo una preocupación constante en relación con las formas que han tomado los consensos, esto en la medida en que la argumentación y el pensamiento crítico en mi parecer, han ido perdiendo fuerza, cediendo ante fuerzas que antes si bien existían, no tenían el poder que tienen ahora.

La opinión se ha vendido como un derecho, como una derivación clara de la libre expresión que incluso muchas veces como discurso o idea, se desprende de la responsabilidad básica inherente a toda acción humana, sin embargo, esta idea resulta muy conveniente a expensas de lo que implica el disenso. De esta manera, se puede decir lo que se desee, siempre que no se contravenga el orden preestablecido, o que no se contraríe al emisor de la opinión que se contrasta, y esto se agrava si acaso se cuestiona algún objeto de culto, deseo o gusto, dado que todos estos han tendido a convertirse más que todo en fanatismos.

Nuestra cultura se la ha pasado constituyendo estructuras propicias para la creación y mantenimiento de ídolos, durante los últimos 50 años. Las mecánicas propias de la cohesión a nivel comunidad, las ideas nacionalistas o las identidades a través de grupos basados en conexiones étnicas y culturales, se han ido desdibujando a través de la creación de aldeas globales desprovistas de circunstancias de verdadera cohesión que propenden más por una idea de identidad en la adopción de unos mismos patrones, que por la aceptación de diferencias y la solidaridad de tipo orgánico, propia de las sociedades anteriores.

Tomado de: https://pixabay.com/es/gato-cara-retrato-mascota-1429231/
El exceso de medios de comunicación y la llamada conectividad, han causado que las personas se aíslen más y eviten (por la razón que sea) el contacto personal. Así, toda interacción tiende a mediarse a través del filtro de una pantalla, o de una aplicación (app) que minimiza el grado de atención que se le presta al otro, de forma tal que se pueda adelantar en simultanea, varias tareas que resultan tanto o más importantes que la misma relación. Esto, es culpa de las estructuras sociales que a partir del advenimiento del presente siglo, han reencausado las motivaciones e incluso las formas de control, pervirtiendo los objetivos personales por cuenta de una excesiva fuerza en la autodeterminación, de manera que es la propia persona la que se pone metas constantes, y se ocupa, y como no si además debe atender a toda la corriente de información que está siendo inyectada en su vida a través de su terminal personal, su conexión con la red, de la cual hace parte innegable. Pero no me quiero detener más sobre este tema, puesto que no es ello lo que hoy me preocupa.

Retomando, los problemas de comunicación son transmitidos en cascada hacia las nuevas generaciones, de la mejor manera que se puede pero con los agravantes propios de una cultura y un sistema educativo en crisis. En primer lugar a los niños se les enseña desde muy pequeños a ser extremadamente competitivos, pero con el único propósito de que sus estructuras de pensamiento respondan a la predación del otro que ya se da en el mundo, puesto que somos en teoría muchos y los recursos son muy pocos, con independencia de que sea un problema enteramente de distribución, por cuenta del acaparamiento, de la vanidad y de aquel egoísmo que si es malo, no como el que he predicado en más de una ocasión en este Blog.

A los infantes además se les bombardea de ideas sobre derechos, valores y preceptos morales, totalmente desprovistos de contexto, de esta manera se les enseña lo especiales, importantes y valiosos que son, pero no se les instruye sobre el otro, de manera que se educan considerándose imbuidos de gracia, de tal manera que tienen todo el derecho del mundo (todos), a equivocarse, a opinar, a hacer y deshacer, porque a diferencia de sus padres, ellos sí son el futuro y están llamados por supuesto, a hacer grandes cosas y son entonces imparables.

Bueno. Lo anterior quiere decir que las nuevas generaciones no conocen que es estar equivocados, ni que es obrar con responsabilidad, puesto que en su derecho a vivir la vida como a bien lo tienen, no pueden ser condenados de manera alguna, ni por las leyes humanas, ni por las divinas. 

Lo anterior, no es otra cosa que la negación de la consciencia, desconectar a estas personas de la idea de la consecuencia, de la física de la responsabilidad, los hace más valientes, arrojados, pero a su vez los convierte en seres absolutamente dañinos y en potenciales psicópatas.

Pero al margen de la responsabilidad y la consciencia, también queda presente un tufillo maluco en lo que refiere a la forma de comunicación, discutir con un adolescente siempre fue complicado, pero al menos las generaciones anteriores reconocían la autoridad aun para negarla (esto de la autoridad es un tema difícil, pero va para otra entrada), y la rebeldía hacia parte de un proceso de madurez que necesariamente facilitaba los consensos posteriores. Hoy en día no se puede cuestionar al otro, puesto que aun los adultos se encuentran entregados completamente a una dinámica de enemigo que resulta endémica, y que es consecuencia de todo lo que he mencionado antes y algunos otros problemas más a nivel personal, individual o social, que hacen que las personas se encuentren sometidas de manera constante a estrés y que a través de espacios como las redes sociales, simplemente exploten, en particular si se tiene en cuenta que la expresión mediada por las terminales, brinda una seguridad que no puede darse mediante las formas de comunicación más clásicas.

Pero concretando, lo que me preocupa es lo que sucede cuando se cuestionan los ídolos de estos jóvenes, que fueron criados para hacer respetar sus gustos y sus aficiones, pero al parecer nunca para aceptar la crítica, o los mismos gustos y aficiones de otros. Así, las personas en su afán de lucirse, de aparentar, de mostrar, en su búsqueda constante de "likes", de aprobación y reconocimiento, no resisten que se les cuestione, y todo cruce de palabras en ese sentido, resulta en un conflicto, y es diciente que muchas de las replicas a una opinión en disenso, tengan como punto común un "cállese" o como lo vi en alguno de los foros a los que acudí antes de escribir estas líneas "KYC"... Patético.

Escribiendo estas líneas me doy cuenta que de todas maneras estoy un poco falto de perspectiva, dado que estos problemas no tienen nada que ver con la generación, y que están zurcando todos y cada uno de los espectros sociales.

Nuestra sociedad se ha convertido en una dicotomia entre obligación y libertad, en donde las personas "deben" o "tienen" todo el tiempo, de manera que están constantemente ocupados, entre el devenir del trabajo, los caos por el transporte público, las distracciones obligadas y recurrentes, y el poco tiempo para el descanso, las personas están constantemente buscando el fin del ciclo semanal, se espera con ansias que sea viernes y se maldice toda la existencia cada vez que llega un lunes. De igual manera el que estudia espera desde el primer día de su trimestre, semestre o año escolar, que llegue el fin del ciclo, que se acabe rápido, y no se trata solo de la educación regular media, o básica, si no de aquellos estudios necesarios o no que incluso se hacen con recursos propios. Y es que tenemos que ser alguien, sí, desarrollarnos como personas, sí. Y por tanto se tienen que hacer esas cosas que no nos gustan. Pero, ¿qué nos gusta?. Trabajar no es, estudiar tampoco, descansar tampoco porque la gente evade sus vidas de la mejor manera que puede a través de la constante presencia en la oficina.

Tomado de: http://chocobuda.com/2012/06/06/el-aburrimiento-ya-no-existe-beneficio-inesperado-de-la-meditacion/

Tomado de: https://pixabay.com/es/opciones-elija-la-vida-men%C3%BA-73332/
No somos felices solos, pero no valoramos a los nuestros, amamos a nuestras familias pero no resistimos pasar tiempo con ellos. Somos la sociedad de la contradicción, de la ocupación, del rendimiento, de la producción, de la información, del conocimiento, pero también del cansancio, del aburrimiento, de la preocupación y el estrés. Lo cierto es que quienes están sometidos a un régimen normal de responsabilidad tienen que trabajar para vivir, y no les queda tiempo para educar a sus hijos, ni para quererlos, ni para apoyarlos, ni para corregirlos, ni para nada que no sea maldecir sus propias existencias y buscar formas de escape en aficiones, gustos, modas. Todos buscamos en algún grado aquella anestesia que nos libre de la agonía en que se nos convirtió vivir, y cualquier cosa funciona: dios, drogas, alcohol, ejercicio, meditación, arte, literatura e incluso el fanatismo por cualquier cosa o ídolo que resulte estimulante. Para huir de nuestras vacías existencias, del aburrimiento al que nos condicionó la vida digital, tenemos que estar recibiendo información, siendo entretenidos todo el tiempo, siguiendo a otros porque todos somos seguidores de alguien que resulta más inteligente, más bello, más carismático.

Así que entre cada celebridad menor o mayor, nuestra vida se nos va en aplausos que ahora toman la forma de pulgares arriba y que para esos otros con una mayor estrella, fortuna o suerte, o quienes si han sabido como trabajar y esforzarse, son solamente una forma de monetizar nuestras frustraciones. Pero aun estas personas, se sepultan en los excesos, y consumen montañas de dinero transformado en estimulantes (anestesia), porque su propia existencia también les resulta miserable, porque hasta la atención cansa, o agobia de una manera que es resistida de diferentes maneras.

No se para donde vamos, pero no es para un buen lugar.

(Espero resolver y desarrollar todos los puntos que dejé sueltos en esta entrada)

miércoles, 11 de mayo de 2016

Contraprincipios

En algún momento escribí algo sobre los principios, de la siguiente forma:

Un principio puede tomarse como una ley (sentido institucional) o una regla (sentido natural) que conlleva una obligación de carácter natural en tanto sirve al cumplimiento de un propósito, es decir, tiene una carga motiva, por lo que es una norma que lleva implícita una consecuencia, de un orden relevante para el sujeto que la sigue, contrario a una regla estándar que de acuerdo al sistema en que está concebida, requiere de un esquema punitivo que asegure su cumplimiento, es decir, conlleva un castigo frente a su incumplimiento, y por tanto la vigilancia concebida estructuralmente, dentro del mismo sistema al que pertenece.
 Se considera entonces, que varias leyes están soportadas en principios indiscutibles, para lo cual el ejemplo de rigor son las leyes naturales, mientras que todo esquema discursivo, paradigma o concepción requiere de los mismos, por la segunda consideración relativa al principio.
Esta segunda forma de entender al principio refiere a una estructura definida que permita confeccionar inferencias lógicas, o deducciones de carácter científico o técnico, a donde se escalan valores generales y abstractos hasta establecer reglas de razón o fundamentales, de tal forma que a manera de supuesto necesario, se asume que esto es cierto e indiscutible: un axioma. Pero va más allá, el principio implica la base de todo el sistema o disciplina, con independencia de que en si mismo, epistemológicamente o por contraste, pueda ser rebatido y destronado de la base (o cima).

Sin embargo en ese momento consideré que desde la semántica, existían anti principios o contraprincipios como forma de expresión en negativo de normas de prohibición: No hacer. Sin embargo, asi como existen reglas que sirven para la vida, que se entienden como ciertas siempre, y que tienen un sentido positivo lógico en cuanto a su confección, lo más natural es que existan otras leyes que se confeccionen para servirles de contraste ya que todo tiene su contraparte, su otra cara, la reacción para la acción, la consecuencia. En mi caso, de un modo soberbio, he nacido en la cara mala, en el otro lado, en la oscuridad, y eso se nota, de una u otra manera, aun en cada una de las palabras que conforman este blog.

En el mismo momento inicial señalé una serie de catálogos de principios que me sirven para ser quien soy en la actualidad, aquel código de conducta que aplicaba en mi caso particular, ¿sirvió de algo el escribirlo? Quizá. En mi caso cada cosa que he hecho me ha servido, y hacer una pequeña enunciación de aquellos valores positivos que he creído irradian mi vida, resulta la menos en un ejercicio de introspección.

Pero además de los contraprincipios, he de referirme a los valores negativos por cuenta de su fondo, de su esencia, más que de su sola expresión, los que podrían ser considerados como defectos, fallas por oposición, frente al establecimiento virtuoso o positivo de las buenas formas que toma la moral.

Lo cierto es que los 'defectos' pueden ser objeto de provecho, son construcciones de las cuales puede tomarse ventaja. Los seres humanos no somos planos, o unidimensionales, y podemos tomar de todos los aspectos de nuestro ser, elementos para establecer mejores relaciones con lo que nos rodea, e incluso aprovechar aquello que un principio puede considerarse como malo, porque la moral ortodoxa está compuesta de muchísimos determinismos que solo sirven en mi criterio para dañar o mal constituir la personalidad, para establecer bases fundacionales que justifiquen la exclusión y masifiquen las formas de violencia, en lo cual nos hemos vuelto más expertos con los años, aunque sea una violencia taimada, cínica, mentirosa, una que no concibe el enfrentamiento pero si la destrucción del otro, un desarrollo más de la tecnificación de las confrontaciones en la que el ser humano se esconde detrás del gatillo, que le permite destruir tras un monitor, una pantalla, un botón, o una palabra. 

Esa trastocación de las estructuras de pensamiento y las concepciones morales, los principios y las virtudes, hace necesario que se entiendan algunas características que resultan negativas en su concepción, pero que en últimas no lo son tanto. Mi mejor ejemplo siempre será el egoísmo, el cual ha sido históricamente vilipendiado por cuenta de su toxicidad, porque se entiende desde la construcciones de los valores más ancestrales de nuestras sociedades (por cuenta en su mayoría de las influencias judeo-cristianas de occidente) que el individuo no existe, y que la persona es un elemento fundante aunque indivisible, de los núcleos fundamentales de carácter social, siendo el más importante la familia.

Somos menos importantes que ese establecimiento del cual salimos, de forma tal que estamos marcados con un "apellido", una etiqueta que permite rastrear el carácter digno de nuestra propia casta, o la ausencia de la misma, y que es vehículo para concertar relaciones con las instituciones del Estado, que son perfectamente transmisibles por causa de muerte, lo que permite que todo se perpetúe en los mismos términos que haya impuesto la sociedad.

Pero sobre esto ya hablé antes, en una especulación especifica frente al egoísmo, en la cual escribí:  

(...) somos tan responsables de nuestros actos, que tenemos el bien y el mal totalmente presente en nuestros corazones (...) Lo importante es que somos una mezcla de muchas cosas tanto buenas como malas, es decir, somos personas con una tendencia clara hacia la integralidad, a ser completas y a trascender en la medida de la complementación con otros seres en efecto íntegros, de tal manera que todos hacemos cadenas de sensaciones, sentimientos y pensamientos que hilan el normal desarrollo y conducción de nuestro mundo. (...) Para mi es claro que en la manera de actuar, estamos reflejando nuestras necesidades, quereres, esperanzas, y todo aquello que nos compete; En la medida en que no podemos vivir solos y de alguna manera al buscar una justificación, un motivo para nuestras vidas, nos equivocamos, viviendo en los demás, de manera que los demás no se convierten en un espejo de lo que hacemos, sino en el reflejo creado e ilusionado de aquello que esperamos con la cruda nostalgia de la falta de compromiso con nuestra propia existencia.
Es ahí donde para mi juega un papel determinante el egoísmo, debemos de cierta manera tener en cuenta quienes somos, que queremos, que necesitamos, que sentimos, de manera que sea para nosotros lo primordial en nuestras vidas. Y es que es mas sencillo de lo que parece, ¿que esta ahí siempre, mas allá de todo?, pues, nosotros mismos, somos nuestros mas grandes compañeros confidentes, y por tanto no es muy bueno ignorarnos ni despreciarnos. Ese ridículo estratagema de humildad, sobre el cual se construyen muchos valores, no es mas que la forma consciente de aquellos que controlan todo, de evitar que cada cual tenga valor en si mismo. Vivir por los demás, no cuenta nada, no dice nada, es solo una manera de desviar la atención de si mismos de las personas y no debe ser tenido en cuenta de esa manera. Hay siempre un orden lógico, correcto y uno propio para hacer las cosas, la idea es conciliar el orden lógico con el propio y olvidar el correcto, o hacer el correcto de la manera mas sencilla, sin olvidar que los demás existen, pero poniendo la propia existencia como lo mas relevante frente a lo que el mundo pueda esperar. Mi mensaje es para que las personas, racionalmente, de manera consciente en toda la extensión de la palabra, no se olviden de si mismos, que vean por sus ojos, por sus almas, consientan sus cuerpos y corazones. El primer amor necesario es el amor por si mismo, hacer que las cosas funcionen para uno, sean para uno, ya que, una vez sea así, nos es mas fácil compartir eso que sentimos y hacerlo extensible a otros. (...)
Pero volviendo a los contraprincipios, es claro que las reglas de 'no hacer' deben construirse de manera individual, pero teniendo en cuenta en todo caso, un saludable sentido de reciprocidad, lo cual podría estar rescatando también, o conciliando con la idea del egoísmo. Claro, lo principal y que resulta más importante es que los actos propios no resulten tan viles que desequilibren la forma en que se constituyen y refuerzan los esquemas de solidaridad mecánica de la sociedad. Esto se logra como lo indiqué a través de la reciprocidad, la cual puede verse desde la misma prevención de los daños hacia otros, por la simple consigna de no estar dispuesto a recibir ese trato, o a ser victima de las acciones de otro como reflejo de las propias. Una extensión y reinterpretación del principio básico de conservación humana, pero puesto como un no hacer a otros, lo que no se esperaría que fuera hecho a sí mismo. Ese, es un buen ejemplo de un contraprincipio.



martes, 10 de mayo de 2016

Preludio de cuando uno escribe 500 VECES (o más)

Con la entrada anterior complete ya 485 entradas publicadas. Serían muchas más si aquí persistieran los cuentos y los poemas que alguna vez estuvieron manifiestos en este espacio, pero que tuvieron que ser retirados en virtud a que los empezaron a copiar, a plagiar, a reproducir sin la decencia de siquiera mencionar la fuente, mi nombre o seudónimo.

Cuando llevaba 100 entradas, escribí lo siguiente:

Lo había pensado mucho para escribir esta entrada. ¿Por que?
Porque ha pasado algo que no me esperaba al empezar a escribir en este Blog. Me pasó que nunca me imagine que no desistiera de el, que aun hoy después de tres meses largos, encontrara satisfacción en dedicar tiempo a las lineas que puedo poner en este sitio. Se convirtió para mi en un descanso; En algo que ahora me hace falta de vez en cuando, y aunque ya se como se mueve este mundo y lo que le gusta leer a la gente, también sé, que siempre hay una cantidad de personas que se alegran, se conmueven o comparten simplemente cada cosa que uno vive y escribe.

Ahora se que cosas pueden pasar en verdad por la cabeza de uno, es algo sencillo para mi luego de haber analizado ya, muchos de los temas que me han hecho reflexionar a lo largo de mi corta vida. Ahora se también que puedo escribir, de casi cualquier cosa y eso lo pude comprobar con mis cuentos; Si bien todos son mas o menos buenos (y otros malos), se que puedo hacer cosas realmente buenas o bonitas o que le llegan a alguien y eso en verdad me llena de satisfacción.

Aun en ese entonces, no me esperaba seguir, e incluso ahora, tengo una serie de borradores que hace que la cuenta del blog tenga en estos momentos un número mágico de 500, lo cual me parece increíble. No tengo idea de cuantas palabras son, de cuantos días de mi no tan agitada vida se resumen entre estas líneas. Lo que si se, es que aquí sigo, que no dejaré de lado este proyecto y que espero poder llegar a mil o más entradas, quizá haciendo de este ejercicio algo de todos los días. Para mantener activas las ideas, sano y vital el cerebro. Y por supuesto, para mi bienestar general.

Aun no son 500, pero ya casi.

Actualización: Luego de cuadrar algunas entradas y de revisar bien, resulta que ya eran más de 500, ni modo. Esta es la 512 de hecho, y aun quedan como 12 borradores.

lunes, 9 de mayo de 2016

Envidia, nada como un buen y sano sentimiento para hacer preludio a una reflexión

En algunos momentos de este (y el pasado) año me vi afectado por este sentimiento, sin embargo la justificación me salió en alguna forma tan ideal, tan pertinente, que no terminé por dar cuenta de aquello para lo cual me había prestado a escribir. No es menos que complejo, encontrar que las cosas se desenvuelven según extrañas mecánicas que desafían los consensos racionales y que dan al traste con muchas de las ideas inyectadas desde nuestros primeros años de educación.

Claro, nos educan para necesitar, para desear. Desde hace mucho tiempo se estructuraron las formas de inculcar ideas que tienen que ver con lo que se necesita para triunfar, los ideales sociales básicos que dan cuenta de la negación del otro y de uno mismo, y por supuesto, la maldita envidia...

Esta en una reflexión inacabada, pero ante todo inoficiosa, y envidiosa, muy envidiosa.

domingo, 8 de mayo de 2016

Feliz cumpleaños IX

Esas personas que cumplen años los domingos, son la "cagada".
Tomado de: http://www.laverdad.es/murcia/culturas/201602/10/puede-cantar-cumpleanos-feliz-20160210020108-rc.html

Este es un año más de resistencia, y el que cumple años es este espacio (nueve ya), no una persona como tal, aunque si resulta complicado el día, dedicado a los quehaceres propios de la vida de a dos, pero no sin olvidar que esto existe, que es una parte de la vida, que es una ventana a una parte de mi alma que pocos conocen.

Afortunadamente no he olvidado lo que implica escribir acá, no me he dejado llevar por la desidia, porque está visto que escribir si es lo mío, así no me haya logrado enforcar solo en ello, porque me resulta complejo, me resulta difícil el arriesgarme. Soy tan cobarde como lo imagino y tan valiente como sueño, pero la vida se me ha estado quedando en las fronteras oníricas y a veces cuesta, abrir los ojos y levantarse.

De un salto. ¿No?

viernes, 6 de mayo de 2016

Reflexión de borrador (sin tinta)

A pesar de tener algo así como 13 borradores, he de empezar una nueva entrada. En el día de hoy he tenido que sufrir de algunas vicisitudes propias de una existencia atropellada, de la dinámica 'natural' del ir y llevar. Condiciones, consecuencias, pesares, dolores. El horizonte propio se encuentra circunscrito a unos paneles de vidrio, las luces de artificio son más un capricho decorativo que una definición de lo funcional, y el aire se encuentra cargado, viciado, contaminado no solo con las frustraciones de otros, si no con multitud de agentes que extinguen la vida, que conducen inevitablemente a la enfermedad, por cuenta de aquellos que se niegan a la auto realización, derivado de una pésima gestión de las prioridades, y de una falsa idea de lo que resulta importante. Tal vez huyen, porque no es suficiente estar, y tal vez no pueden estar con ellos mismos o con otros, los espacios están sujetos a la finalización de las jornadas, y resulta válido extenderlas para saltarse aquellos momentos que la rutina les ha tornado en incómodos. ¿Pero acaso cada micro cosmos de pantallas, de documentos, es mejor? ¿no resulta más sana la alternativa? ¿sabrán acaso cuál es?

Tomado de: http://www.post55.es/foto/de/brandon/y1k12awc3qf
El ambiente no es lo único que agobia por cuenta del aire. También hay un sinnúmero de aspectos otros, voces, sonidos, gesticulaciones, olores, colores. El contraste con lo que en principio tolera el individuo, es lo que de manera consciente o no, desdibuja la salud de más de uno, incluso la mental.

Lo que me llevó a juntar estas líneas no fue otra cosa que el sueño. Me ataca, me envuelve, y en ocasiones pareciera ser más poderoso que yo. Quizá si, quizá no. Pero en medio de las causas, de los efectos, los percheros tambaleantes, los apoyos para elevar lo visto, el cartón. el polvo y los ácaros, probablemente no haya otra cosa más provechosa que hacer, que...


jueves, 5 de mayo de 2016

La gracia

Tendría que iniciar esta reflexión con una cierta aclaración con respecto al tema que hoy me ocupa, y tiene que ver con la definición de gracia. El resultado de búsqueda de Google, (el cual tiene más usos que para ubicar solo trivialidades o porno) da múltiples acepciones en relación con este término que van desde un conjunto de cualidades que hacen a las personas atractivas o agradables, las habilidades naturales para hacer ciertas cosas, hasta el concepto de don divino otorgado al hombre para alcanzar su salvación por parte de Dios.

Me detendré entonces en este tipo de significados relacionados con la persona y sus características, aun cuando pude haber anunciado algo del humor y la capacidad para divertir o hacer reír, pero es que las consecuencias divertidas o irónicas de la gracia, no vienen al caso.

La gracia puede ser considerada como una de las características de la personalidad, un atributo derivado del carisma y que es usado no menos que como elemento de dominación, de la persuasión que se da por cuenta de la atracción. Basta recordar que las personas al igual que los componentes más básicos de la materia (aun la viva) están sometidos a las leyes de la física y química, por lo tanto también tenemos inercia, gozamos de las virtudes de la cinética, y gravitamos alrededor de todo aquello que nos genera una poderosa atracción.

La dominación racional parte de la aceptación de condiciones, o la creencia en la legitimidad de las diferentes instituciones, lo cual puede derivar de la tradición (cultura) o incluso de la incorporación de consensos como los científicos. La razón parte de la base funcional del individuo, de los procesos que rodean su forma de ser, y la capacidad de relacionarse con todo lo que le rodea, es su consciencia y su grado de respuesta a todo estímulo, por esto, todo proceso mental está mediado por la razón, incluso los sentimientos y todo aquello que tradicionalmente se ha relacionado con el instinto, puesto que ello también se filtra por cuenta de los pensamientos, y la estructura de estos últimos tiene dimensiones, complejidades y niveles, de manera que los seres humanos (así no parezca a ratos) somos tan complejos y variados, que aun no se ha podido entender del todo como es que pensamos.

Así las cosas, una dominación que parte de estructuras racionales, suele adaptarse al nivel de educación del individuo, aun las personas con cultura y que se tildan de 'intelectuales' en principio son susceptibles a aceptar las razones que les sean convenientes y convincentes, y el más ascético, el más racional o el más integro de los individuos habrá de ser coaccionado de alguna manera, pues somos seres altamente sensibles a la manipulación, en tanto seres sociales que somos,

Los demás causan un poderoso efectos en nosotros y no es extraño que las características visibles o llamativas de otros nos atraigan, principalmente aquellas que tienen una connotación sexual, con independencia del grado de gusto por cualquiera sea el género, puesto que las condiciones de la persona en cuanto a sus inclinaciones, perversiones o pasiones, nada tienen que ver con la generalización binaria, y generalmente nuestras identidades solo dan para establecer una perspectiva individual de genero que responde a una construcción compleja, quizá a un consenso personal.

La gracia de otros, es un asunto a considerar y tiene que ver con el conjunto de atributos que hacen a ese otro resaltar, algunos cuentan con una simetría, proporcionalidad o perfección en sus formas que los hace agradables a los sentidos, y por supuesto atractivos para toda cuenta de actividad racional relacionada con el instinto de procreación, al igual que con los sentimientos racionales relacionados con el aprovechamiento de la propia capacidad de dolor y placer, al igual que lo que se refiere a la compañía y otras formas mecánicas de interacción social.

Pero el carisma es más complejo que la sola apariencia, y está constituido por varias ventajas que trascienden el solo aspecto y que están relacionados con la forma de ser, con la explotación de las formas de comunicación aprendidas o heredadas, del aprovechamiento de la transmisión o proyección del propio ego, de la afectación del entorno social a través de la actitud.

Las personas agraciadas están rodeados de cierto halo de superioridad por cuenta de su apariencia, de alguna ventaja comparativa frente al común denominador de las personas, un rasgo, una virtud, una línea o varias, curvas, salientes, entrantes. Colores, formas u olores. Pero la gracia como lo he dicho, trasciende la sola apariencia, y puede estar constituida o amoldada a los rasgos propios de la personalidad, a la forma de expresión, el tono de la voz, su timbre o color (sí, la voz también tiene tesituras cromáticas).

Otras personas tienen una gracia derivada del poder, quizá transmitida por sangre y reforzada cultural y socialmente. Desde siempre hemos vivido en un mundo de castas y en proceso de colonización constante que solo terminará cuando aparezca un "otro" con suficiente potencial dañino como para unir a toda la especie humana.

No dejemos de lado a la gracia divina, quizá una maquinación para transar favores terrenales por réditos celestiales, quizá una expresión de lo etéreo, lo sublime o lo divino y por tanto algo que no tiene o no requiere explicación. Sin embargo considero que el peor mal de las formas o sistemas generalizados de creencia, tiene que ver con su absurda prepotencia, en tanto consideran que la fe es el único componente útil al establecimiento de las base de su institución, como si esto tuviera todo el potencial para controlar. Pero lo cierto es que este tipo de aceptación está íntimamente ligada a necesidades básicas de corte espiritual o racional, quien busca ayuda en lo sublime requiere buscar un propósito (la búsqueda existencial más básica), o necesita de una compañía que trascienda a sus congéneres, de manera que los vacíos de su vida son llenados por sí mismo, a través del establecimiento de suposiciones que le den sentido a su existencia, que le expliquen el 'estar', para que pueda 'ser'.

Todo está bien mientras resulte provechoso, no solo por cuenta de un utilitarismo de la consciencia, o una espiritualidad que refiera a la satisfacción de necesidades simples. No se trata de eso. Lo importante es que nuestros sistemas de pensamiento, nuestras creencias, sirvan para dar sentido a nuestras existencias, al igual que para reforzar las estructuras sociales, culturales y racionales. El hacer por hacer solo es una justificación más para la inercia de la existencia y niega por tanto la capacidad dinámica del ser humano, por lo que mejor sería que todo cesara.

¿no?

miércoles, 4 de mayo de 2016

Exposición y motivos

Resulta a veces complejo escribir... Quizá lograr expresarse es lo que resulta complicado... quizá. Aunque en realidad lo más difícil es que lo que uno ha pensado, ha manifestado y fijado de alguna manera en cualquier espacio para la posteridad (lo que sea que eso signifique) pueda ser aprehendido de alguna forma por alguien, pero de esa manera en que se concrete una real comunicación, pero lo cierto es que cada cual entiende lo que quiere, ve lo que desea. Proyecta su realidad de una manera desprovista de cuidado, porque el sentido crítico no aplica, o no del todo.

Eso no está mal, quizá es solo una porción del desarrollo personal, una forma de ser, una consecuencia del estar, una virtud  consternada por el paso del tiempo, por la corriente de las ideas, porque la realidad es un consenso complejo, uno que inicia en una libertad individual, aquella de alejarse, concentrarse y dejarse llevar por uno mismo. Pero el problema llega cuando esa persona no existe, o es tan difusa que requiere de algo de ayuda para dejarse ver.

Dejar de ser, exponerse al reflejo, buscar a través de la confrontación, más allá de la esfera personal, esa pequeña burbuja imaginaria que para algunos es inexistente.

Todos los actos de la existencia requieren de un enfrentamiento.

El primero no es otro que contra la propia inercia, ya que somos como el agua (y en nuestra gran mayoría estamos constituidos de éste líquido). Tenemos un potencial enorme, y la pasividad es un desperdicio de energía, pero lamentablemente la acción puede conllevar a una reacción adversa a toda lógica, aun cuando la misma derive de un sentimiento, pensamiento o dinámica difusa.

¿no?