jueves, 29 de enero de 2009

Perdido

Hoy fue un día de esos que se le pasan a uno casi sin darle la oportunidad de darse cuenta; que pasan desapercibidos, ocultos o no dentro de la bruma de los pensamientos; tal cual que algo similar a la felicidad o a la ausencia absoluta de ella. Quien sabe a que se parecen estos días; pero siempre me pasa que se me pasan sin darme cuenta.

No es algo que corresponda con la idea de aburrimiento a la que me he estado pegando por la necesidad de la propia melancolía que me aborda y se hace una con mi ausencia de sentir.

Se me ha olvidado hacer una cosa importante, y mañana tendré que hacer otro tanto, sin embargo no creo que pase a mayores; como de costumbre, tanto que hacer y tan pocas ganas de hacerlo. Pero mañana será otro día.

2 comentarios:

Clau dijo...

Suele suceder...solo hay que esperar que haya un nuevo día.

Iván R. Sánchez dijo...

Clau: Precisamente, precisamente.